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Mientras caminaba hacia su destino, el viento fresco acariciaba su rostro y brazos descubiertos, al igual que hacía que las flores de cerezo en los árboles se movieran levemente, el sol brillaba con mucha intensidad, las personas a su alrededor iban de un lado a otro o conversaban entre ellas y los niños jugaban en la pequeña zona de juegos de aquel parque al que siempre iba con su amigo a pasar el rato.

Suspiró y con una casi imperceptible sonrisa, cruzó la calle cuando ningún vehículo pasaba y caminó hasta sentarse en una de las tantas bancas de madera del lugar. Sacó del bolsillo delantero de su pantalón negro de chandal su otro celular —aquel que no usa para el trabajo, pues se dio cuenta de que ese lo dejó en su casa y bueno, de todos modos no necesitaba llevar ambos— y decidió enviarle un mensaje a Jimin.

Hyuk  ✨
Hyung, ya estoy en el parque.

¿Dónde estás?

Un minuto después y su teléfono vibró dándole a entender que ya había obtenido una respuesta de su parte.

Minnie 💕
Mira al frente (^^)

Obedeció al pedido de su amigo y alzó la mirada, sus ojos se volvieron dos hermosas medias lunas tras reír al ver que su amigo saltaba de un lado a otro mientras agitaba ambas manos, lo vio cruzar la calle hasta llegar a él y recién cuando estuvo a su lado, se puso de pie para abrazarlo fuertemente.

Conoció a Dongmin, su mejor amigo, en la escuela inicial y cursaron juntos hasta el cuarto año de secundaria, ya que el tuvo que irse de Corea del sur a Francia por el trabajo de sus padres. Había vuelto recién porque extrañaba su ciudad natal y porque después de haber hecho de todo logró conseguir un trabajo allí.

—Has crecido tanto y estás tan diferente— exclamó Dongmin separándose para verlo mejor de los pies a la cabeza— Es sorprendente como pasan los años, pensar que antes éramos unos pequeños que aún no tenían idea de que hacer con sus vidas ¿Qué ha sido de tu vida?— expresó alegre y con una seña le dijo para sentarse en la banca frente a ellos y así lo hicieron.

—Me ha ido bien, tengo un trabajo y vivo en una cabaña cerca de un pequeño bosque, no me puedo quejar— se encogió de hombros.

—Me alegra mucho ¿Cómo te tratan en el trabajo? ¿Ya conseguiste pareja? En nuestras videollamadas siempre te digo que salgas ¿Me hiciste caso?— hice aquellos preguntas demasiado rápido y aún así su amigo logró entender pues ya estaba acostumbrado a eso.

—Todo me va bien en el trabajo, no tengo pareja y no salgo porque tengo muchas cosas que hacer, con esto del trabajo y cuidar de la casa se me complica— se encogió de hombros. Era mentira, no se le complicaba, él siempre había sido bueno organizando su tiempo para hacer cada cosa que deseaba, solo no quería salir de su casa y ya.

—No te creo nada, pero bueno igual te entiendo. Lo de tus padres ha sido difícil, si hasta te costó contarme lo que había pasado, en verdad lamento mucho eso— exclamó y con su mano acarició con delicadeza la espalda del contrario.

—No toquemos el tema ¿Sí? ¿Cómo te ha ido a ti?

—Conseguí un trabajo aquí y también un departamento donde vivir hasta que compre una casa, iré a visitarte seguido así que debes darte tiempo— hizo un puchero y lo señaló con su dedo índice.

—Para ti siempre Minnie. Por cierto, estoy cuidando de un conejito que encontré cerca de mi casa— le contó con entusiasmo, a pesar de que siempre encontraba su casa desordenada y a veces pensaba que estaba loco a causa de las cosas extrañas que pasaban, se había encariñado con el pequeño animalito.

—¿En serio? Que lindo, otro día llevaré a mi gatito, seguro se llevarán muy bien— aplaudió emocionado.

—¿Tienes uno?

My sweet bunny | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora