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No.

No podía ser posible. No podía haber pasado, ¿Cómo demonios llegó a ese momento? Y ¿Por qué? ¿Qué fue lo que hizo para que terminaran así?

No podía moverse, sentía que los latidos de su corazón eran más fuertes que la bulla que hacía las personas y sus nervios iban en aumento, ¿Qué se supone que debía hacer cuando sus labios estaban sobre los de Minhyuk? Fue un accidente, pero eso no quitaba que la situación resultara complicada. ¿Qué debería decir ahora que se había separado de Minhyuk y solo se encontraban viéndose directamente a los ojos?

Después de la semana de celo, las cosas habían cambiado un poco entre Minhyuk y Sanha. Minhyuk había notado un cierto distanciamiento por parte de Sanha, pero quería pensar que eso sucedía después de su semana de celo y no era porque hizo algo mal para que se comportara frío y distante.

Bueno, en realidad las cosas no eran como Minhyuk pensaba; después de darse cuenta de que Minhyuk era su destinado, Sanha sintió como todo a su alrededor se desmoronaba, no odiaba estar enamorado de Minhyuk; pero, sí que fuera su destinado, pues eso implicaba que podría morir por un corazón roto.

Antes podía pensar que encontraría a su destinado y superaría a Minhyuk, quien sería solo un amor no correspondido más; sin embargo, ahora ese amor no correspondido también era la persona por la que podría llegar a morir si no era capaz de superarlo.

Quería dejar de sentir lo que sentía porque si no poco a poco enfermaría, pero era muy difícil, incluso mucho más de lo que fue aceptar sus sentimientos hacia el humano.

Si se alejaba por completo de Minhyuk, eso le afectaría y estar todo el tiempo cerca de él siendo consciente que le gusta alguien más, también le haría daño, entonces ¿Qué debía hacer? ¿Qué era lo correcto? No era capaz de decirle que ya no saldría los fines de semana con él ni tampoco era capaz de estar sin que Minhyuk fuera cariñoso con él como siempre solía hacerlo.

Horas antes...

—Sannie ¿Te duele la cabeza?— cuestionó Minhyuk al ver una expresión de dolor y preocupación en el rostro de Sanha, no sabía bien que le ocurría al híbrido, pero podía hacer algunas suposiciones.

—¿Eh? no— respondió luego de unos segundos, pues se encontraba algo ido en sus pensamientos y apenas había logrado escuchar bien a su hyung—. Estoy bien, solo algo cansado.

—Descansa, aún no es hora de que salgamos— con su mano desordenó los cabellos del híbrido y le ofreció una cálida sonrisa.

—Sí, voy a dormir un rato cuando llegue el momento me avisas para bañarme y cambiarme— pidió mientras ordenaba sus cabellos con un pequeño rubor adornando sus mejillas.

—Claro conejito, no te preocupes—Sanha asintió, se despidió con un simple gesto de manos, subió las escaleras y entró a su habitación.

Sanha suspiro pesadamente y se tiró boca abajo en su cama, pataleo por unos segundos y se mordió los labios para evitar gritar. Ahora mismo quería estar con Minhyuk en su cuarto mientras era mimado por él, pero no debía. Minhyuk tenía que estar con la persona que le gustaba, aún no entendía porque no hacía nada respecto a ese tema, pero al mismo tiempo eso le daba tranquilidad pues al menos sabía que no sufriría por verlo siendo tan cariñoso con otra persona, al menos no por ahora.

Decidió que lo mejor era dormir un rato, estaba lleno por el almuerzo y solo deseaba descansar. Así que se acomodó en la cama, abrazó su almohada y se dejó llevar, sus ojitos se fueron cerrando de a poco y un pequeño bostezo salió de sus labios antes de caer profundamente dormido en los brazos de Morfeo.

Unas horas después, anocheció, la media luna y las estrellas decoraron el cielo y unos pequeños golpeteos en la puerta de su habitación hicieron que levantará su cabeza en alerta.

My sweet bunny | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora