17

56 6 1
                                    

-Minhyuk oppa ¿Te gustaría ir a una cita conmigo?- esas fueron las primeras palabras que dijo Rosé apenas entró a la oficina de su jefe.

Minhyuk se encontraba escribiendo en su computadora. Toda su concentración estaba en su trabajo hasta que de repente su secretaria entró, tan linda como siempre, con su uniforme limpio y planchado, su peinado recogido y el labial rojo rubí que suele usar todos los días, pero esta vez venía con otras intenciones, unas que él jamás imaginó.

-¿Una cita?- parpadeo varias veces, estaba notablemente sorprendido- ¿Solos tú y yo?- preguntó para asegurarse de no haber escuchado mal ¿En serio lo estaba invitando a salir?

-Sí- admitió con un pequeño rubor en sus mejillas debido a la vergüenza, también tenía un poco de miedo por la reacción de Minhyuk, esperaba que al menos si la rechazaba fuera amable, su corazón lo soportaría si así era- la verdad es que desde hace un tiempo que me gustas y no me había animado a invitarte a salir porque pues me cohíbo demasiado algunas veces- explicó-, entonces ¿Qué dices?

-Ah bueno- se quedó sin palabras, hace varios meses llegó a imaginar un momento como el que estaba sucediendo ahora, pero no le dio tanta importancia a que suceda ni tampoco hizo algo para volverlo realidad, simplemente prefirió dejar fluir las cosas pues su pensamiento respecto al amor seguía siendo el mismo, por lo que si llegaba a pasar algo más o no entre ellos pues era algo que pasaría si tenía que pasar, pero no imagino que ya sería ese momento.

-Puede ser dónde más gustes, a la hora que puedas- se adelantó a cualquiera que fuera su respuesta.

-Supongo que está bien- contestó Minhyuk y le ofreció aquella bella sonrisa cuadrada que tanto lo caracteriza.

-Genial ¿A donde deseas ir?- preguntó sin tratar de ocultar su emoción.

-Creo que estaría bien salir a cenar y charlar un poco- opinó, le parecía una buena idea para una primera cita.

-Me parece bien.

-Entonces nos vemos mañana a las 3 de la tarde ¿Te parece bien?- dijo Minhyuk y Rosé asintió fervientemente.

-Esta bien Minhyuk, nos vemos- hizo una pequeña reverencia, salió de la oficina de su jefe y caminó devuelta a su puesto de trabajo.

-¿Qué fue eso?- se preguntó a sí mismo, aún no podía creer lo que estaba pasando.

Decidió seguir con su trabajo pues era lo más importante en el momento, ya después se prepararía para lo que le esperaba al día siguiente. Cuando las horas de trabajo terminaron, se despidió de sus empleados, fue al estacionamiento por su carro y condujo hasta su casa.

🍀

Cuando estuvo frente a la entrada, abrió la puerta con su llave y se adentro en la sala, Sanha a pasitos rápidos y cortos se acercó hasta quedar cara a cara con su hyung.

-Buenas noches hyung, ya está lista la comida- le dio la bienvenida muy contento.

-Gracias conejito- apretó con delicadeza la mejilla sonrojada del híbrido y ambos sonrieron.

Caminaron hasta el comedor, a donde Sanha había llevado la comida minutos antes de que Minhyuk llegara. Al sentarse en la silla frente a Sanha, el semblante de Minhyuk cambió y pasó de estar alegre a expresar profunda confusión. No entendía porque a pesar de haber sido invitado a una cita por la chica que le gustaba, él no se encontraba tan emocionado y es que a pesar de su pensamiento acerca del amor y las relaciones, siempre que le gustaba alguien si pasaba algo con esa persona, se encontraba feliz y no estaba sucediendo en ese preciso instante.

-¿Te encuentras bien?- preguntó Sanha preocupado mientras tomaba un pequeño sorbo del té que preparó.

-Sí, solo estoy algo sorprendido por una cosa que me pasó- dijo y Sanha ladeo la cabeza como respuesta, sentía mucha curiosidad de que era a lo que se refería.

-Y ¿Es algo bueno o malo?- inquirió inclinándose un poco hacia adelante.

-Supongo que bueno- se encogió de hombros.

-¿Qué es? Puedes contarme si quieres- lo animó a hablar y acunó su propia cara con las palmas de sus manos como su manera de demostrar que le prestaba toda su atención.

-¿Recuerdas a la chica que te dije que me gustaba?

-Ah, sí- contestó cortante, todo el buen ánimo se desvaneció con tan solo una pregunta y su sonrisa se volvió una mueca de tristeza, no quería escuchar acerca de la tan dichosa joven, eso solo empeoraría su sentir y volvería a enfermar.

-Bueno, me invitó a una cita- comentó.

-¿En serio? Eso es muy bueno, supongo- intentó fingir alegría por aquel suceso, pero le era muy difícil.

-Es mañana, ¿Ya estás mejor? Porque si estás mal puedo cancelar y quedarme a cuidarte- se apresuró a decir. Desde que Sanha enfermó aquel día Minhyuk estaba preocupado por si volvía a pasar pues no parecía algo normal lo que sea que tuviera, sobre todo porque variaba. Un día parecía estar todo bien y al otro parecía todo lo contrario, algo le estaba pasando y Sanha parecía saber, pero no querer decirlo

-No tienes porqué hacer algo como eso, ella te gusta, deberían salir y conocerse aún más, yo ya no soy un niño así que puedo cuidarme solo- no tiene idea de porqué dijo lo que dijo, se sentía ridículo.

Debió haberle dicho que no, que se quedara con él y que lo cuidara y mimara todo el día. Debió haberle confesado lo mucho que le dolería verlo irse con aquella joven. Debió haberle confesado sus sentimientos y demostrarle que es mejor para él que ella, pero no hizo nada de lo que pensó que debía hacer. Lo lanzó a los brazos de otra solo porque creía que se gustaban y quería verlo ser feliz aunque eso posiblemente pudiera costarle hasta la vida. Su amor estaba creciendo más y más, no podía ser egoísta, le era imposible.

-¿Estás seguro? Para mí no es ninguna molestia- apartó pequeños mechones rebeldes de la carita de Sanha y los pasó por detrás de su oreja, colocó su dedo índice en el mentón del hibrido e hizo que alzara la cabeza para que lo mirara y le sonrió.

-Estoy más que seguro- se apartó y sonrió algo incómodo- prepara desde ahora lo que te pondrás y no sé, algún detalle que le quieras regalar, todos aprecian algo como eso y estoy seguro de que ella también lo hará- afirmó.

-Bueno, si tú lo dices, mañana saldré y buscaré algo que le pueda dar como regalo- contestó y ambos continuaron disfrutando de su comida, uno más que el otro.

-Mucha suerte con todo.

Apenas terminaron de comer, Minhyuk llevó los platos al lavador de la cocina y le dijo a Sanha que se encargaría de lavar todo, por lo que ya podía irse a descansar. Sanha solo asintió y subió las escaleras hasta llegar a su habitación, se encerró, se dejó caer boca abajo en su cama y comenzó a patalear

-Esto va de mal en peor definitivamente- murmuró y abrazó fuertemente su almohada y poco a poco entre pequeños gimoteos se terminó quedando profundamente dormido.

My sweet bunny | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora