Epílogo

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Encontrarle el sentido a la vida es algo que Minhyuk jamás pensó lograr, puesto que su vida antes de Sanha se limitaba en el trabajo y sumirse en el dolor de su pasado. La llegada, o más bien, el regreso de Sanha cambió muchas de las cosas a las que estaba acostumbrado, el híbrido trajo luz a sus días oscuros y lleno su corazón de un amor inmensurable.

Minhyuk entendió que la vida estaría llena de momentos malos, pero que todos esos momentos malos podían ser opacados por completo por la más mínima razón de felicidad, como un beso de buenos días, un viaje a un lugar hermoso, palabras de aliento, detalles lindos o caricias e incluso el hacer lo que amas hacer.

También entendió que para ser felices, se debe dejar el pasado atrás, no atormentarse por el futuro y vivir el presente de la mejor manera posible. Por eso, después de aquella charla con Sanha fue que tomó una decisión importante para su vida.

-Hyung, tenemos que hablar- exclamó luego de dejar un beso en la mejilla de su novio.

Sanha estaba sentado en el regazo de Minhyuk, sus brazos alrededor del cuello de Minhyuk y sus piernas en sus caderas, sus caras estaban muy cerca y Minhyuk miraba de forma intensa los labios contrarios, deseando más besos de su dulce novio.

-¿Sabes que eso es lo que dicen las parejas antes de terminar?- bromeó, ladeó la cabeza y no se contuvo de dejar un pequeño beso en los labios haciendo reír a Sanha.

-Tonto, ¿Sabes que jamás te pediría que terminemos?- le siguió el juego y le dio otro beso.

-Ya lo sé, solo me gusta molestarte ¿Qué querías decirme?- preguntó esta vez ya más serio.

-Creo que deberías dejar tu trabajo.

-Conejito, no puedo hacer eso, con el trabajo sustento todos los gastos- explicó mientras dejaba besos en su mejilla.

-¿Amas tu trabajo?- se alejó un poco y se cruzó de brazos.

-Es lo que tengo que hacer- se encogió de hombros.

-No es lo que te pregunté- lo miró serio y a Minhyuk no le quedó de otra más que decir la verdad.

-No amo mi trabajo, solo estoy acostumbrado a el y antes de reencontrarnos ocupaba todo mi tiempo en el trabajo para olvidar el dolor de todo lo que me paso en vez de aceptarlo y superarlo.

-Entonces, no hay razón por la que tengas que seguir trabajando allí, serás más feliz si haces lo que te gusta- acunó su carita y dejó un pequeño beso en su nariz.

-¿Crees que logre algo con mis pinturas? ¿Y si no vendo ninguna?- dejó salir sus dudas y miedos.

-Lo harás, confía un poco más en ti amor- se acurrucó entre el cuello y hombro de Minhyuk y dejó que Minhyuk jugueteara con su cabello y dibujara círculos en su cintura con el dedo índice.

-Supongo que puedo intentarlo.

Por otro lado, a pedido de Sanha, Minhyuk ambientó una pequeña biblioteca para él. Su amor por la literatura aumentó y decidió que quería estudiar esa carrera universitaria. En su aldea existía esa posibilidad, por lo que ya no solo iba para visitar a sus padres sino también para terminar los estudios que había dejado de lado y la carrera que deseaba estudiar, con el suficiente esfuerzo seis años después, Sanha se graduó y se dedicó a escribir libros en la casa de Minhyuk, que para ese entonces, ya estaba a nombre de los dos.

Luego de esos seis años, unos meses después Sanha publicó su primer libro y lo promocionó lo suficiente como para que todo Seúl e incluso ciudades cercanas supieran de el y desearan comprarlo, poco a poco se terminó convirtiendo en un famoso escritor. Mientras que por otro lado, Minhyuk se dedicó a nombrar jefe de su empresa al que creyó más eficiente, Rosé tenía estudios suficientes como para hacerse cargo y le pareció lo correcto darle el mando a alguien tan dedicado como ella. Rosé le agradeció por eso y le dijo que un porcentaje de ganancias de la empresa siempre le pertenecería, él lo aceptó y concretaron ese trato.

My sweet bunny | Rocksan/SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora