C02| La Caravana.

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Lily despertó temprano ese día, habían pasado unos cuantos desde que su tío se había marchado y aún no había rastros de él, y su tía parecía demasiado tranquila; aquello comenzaba a darle ideas, posiblemente, él se había ido, las había abandonado, eso explicaba por qué susurraban cuando iba acompañada de Terry al mercado; esa mañana el chico no llegó, se armó de valor, y una cuanta piedra escondida, y fue a hacer sus obligaciones, toda la villa tenía una algarabía que la confundió, las viviendas y los puestos estaban bien arreglados, y no tenían ese mal olor, al menos no tan penetrante.

— ¡Lily, viniste! –Su mejor amiga Audrey la sujetó del brazo, emocionada –pensé que tu tía Parvati no te dejaría venir.

— ¿Venir? ¿A qué exactamente?

—La caravana del rey llegará en unos minutos, dicen, que pasará la noche aquí ¿te imaginas si es verdad? –Chilló extasiada –si se queda ¡no será la primera vez que un rey pase por aquí, sino que también se quedará! –La estrujó más –tendremos que contarle a nuestros hijos y éstos a sus propios hijos, si es que no vuelve a ocurrir, que es probable que así sea.

—Como sea, yo no vine a eso, tengo que llevar las cosas que mi tía me encargó, eso haré y me regresaré a casa.

—Te acompañaré de vuelta si es que te quedas a ver –sonrió emocionada.

Lily dudó un momento, una parte de ella quería regresar a la casa de sus tíos tan pronto como pudiera, pero otra parte de ella, tenía la enorme curiosidad de saber si el rey James era tan apuesto como Audrey había dicho, sin duda quería verle, sería el primero y el único soberano que conocería en su vida.

—Bien –accedió en un tono poco seguro.

—Te acompañaré al mercado, comprarás todo rápido y volveremos al camino para verlo, de ahí, te llevaré a casa.

—Gracias, Audrey.

Caminaron charlando sobre John, y la propuesta que le había hecho a sus padres, al parecer, la chica también desconocía que su padre la había comprometido ya, no quiso entrometerse en algo que no le incumbía, sonrió ante la charla y la emoción, si bien a su amiga le emocionaba haber sido pedida para desposarse, no le interesaba del todo John, tenía la esperanza de que su padre se negara, pero... era el hijo del carnicero, uno de los pocos que tenían un buen futuro asegurado.

—Hola, chicas –saludó Terry, llevándose la mano a la cabeza.

La vista de Lily se perdió en el enorme brazo bien formado del chico, no sabía si lo hacía para impresionar a la rubia o simplemente había sido un gesto involuntario.

—Ah, hola, Terry –soltó Audrey, observándolo a través de sus espesas pestañas.

—Me preguntaba ¿van a ver pasar la caravana del rey? –sonrió incómodo.

—Desde luego que sí –soltó Audrey, como si la pregunta le ofendiera –es la única cosa importante que pasará en esta villa, y no me la pienso perder.

—Entonces ¿puedo verla con ustedes? –sonrió.

—No, ni creas que me pasó desapercibido que Lily llegó sola hasta aquí, cuando se supone que tendrías que venir con ella.

—Pues sí, pero la señora Thomas me dio otras ordenes, así que apenas regresé, ella salió más temprano de costumbre ¿no?

Los dos la observaron, se sonrojó, era cierto, normalmente le daba pereza levantarse temprano, y era bastante extraño cuando estaba en el mercado a esas horas; Audrey rechazó la compañía de Terry, así que volvieron al camino solas, corriendo apresuradas porque Arthur comenzó a gritar que la caravana se alcanzaba a ver.

La Hermana del Rey || Jaly | James S. P x Lily Luna PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora