C07| Mala Noche y Pésimo Humor.

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James se cambió para ir a la cama, no estaba cansado, al menos no físicamente, él estaba acostumbrado a viajar a caballo y dormir en lugares espantosos, pero tener que viajar con Druella Malfoy había sido espantoso, y más, porque tener que, si quiera verla, le arruinaba por completo el día, por eso hizo el regreso lento y tortuoso para la princesa, dándole más lujos y cuidados a la prometida de Lorcan que a la mismísima "Princesa".

Observó la navaja sobre la mesa, recordando a la otra princesa, que iba a tener que soportar, su hermana, la reconoció en cuanto la vio, se parecía demasiado a su madre, no solo físicamente, era frágil, pero aguerrida, eso lo sabía, de sus dos hermanos, le desagradaba menos que ella fuese la que tuviera que dejar vivir, porque Albus, su hermano, ese idiota era como su padre, y no lo toleraba, él de los tres vástagos de Potter, era, según la gente, la mezcla perfecta entre sus dos padres, aunque él suponía que había heredado más, del lado familiar de su madre, que de su padre, por fortuna, era más pelirrojo que moreno, y sus ojos azules, eran como los de sus tíos y abuelo materno.

Abrió la puerta de su cámara y observó a los guardias, eran los más inútiles, según él, pero no dijo nada, avanzó por el lugar hasta llegar a la cámara que Lupin le había dicho que dispuso para Druella, lo mejor era que estuvieran cerca, ya que eran prometidos, y todas las idioteces que Edward Lupin suponía que eran correctas o no.

Observó el lugar una vez que entró, a pesar de que tendría que estar vacía, alguien yacía dormida en la cama, así que se acercó para investigar, Druella no era, o habría guardias en la puerta, lo cual no había.

A pesar de que el gorro cubría sus cabellos, no necesito verlos, el rostro dulce y bonito de su hermana lo distinguió con una mirada rápida, su piel era tan pálida, sabía que no era a causa de la mala vida, ya que él había pagado a Parvati y a Seamus para que pudieran mantenerla sin que algo le faltara, aunque no para que se dieran una gran vida y llamaran la atención.

Por eso en cuanto lo vieron en la villa, le informaron lo que estaba ocurriendo, aunque sabía manejar todo y hacerles creer que no sabía que era ella, y hacer que Lysander la ocultara y mantuviera a salvo en lo que él volvía de sus compromisos con los Malfoy.

Avanzó hasta la chimenea y en cuanto lo hizo, notó que ella había despertado, al parecer no tenía un sueño tan pesado, eso era primordial para sobrevivir, la escuchó contener el aliento y sonrió, ahora era él, y no corría peligro, pero no estaría de más, darle un arma, la vida como parte de la realeza, era corta si se era demasiado estúpido y confiado, y ahí estaba su padre como muestra.

Una vez después de su corta charla, avanzó hasta ella, que no le agradara ser una princesa, sin duda hacía que le gustara más, a pesar de vivir en un lugar como en el que vivía, no era como Druella Malfoy.

Contuvo el aliento cuando él se sentó junto a ella, el camisón que le dieron, le quedaba bastante grande, podía ver su hombro huesudo y desnudo, ese hueso que sobresaltaba y desde que habían estado en su estudio, había llamado demasiado su atención, se acercó a ella, haciendo que contuviera su respiración de nueva cuenta, haciéndole sonreír, no era malo que le tuviera miedo.

—Esa bruja no puso guardias en tu puerta –le informó en un susurro –estas cámaras son destinadas a la princesa Druella –su mano fue hasta el cuello suave de la joven –así que dime ¿te molesta que te coloque en otro?

—N-No –musitó a penas.

—¿No te molesta o no quieres?

—SI –soltó en un chillido agudo.

—Sé un poco más clara –se burló, soltándola –sí o no, y qué.

—No, no me molesta ocupar otro lugar, no necesito algo tan grande, con algo...

La Hermana del Rey || Jaly | James S. P x Lily Luna PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora