C09| Peores Opciones.

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La escapada de siete días que se había dado, habían sido los mejores para relajarse lo suficiente, visitar a Violet Zimmermann siempre era algo bueno para él, una mujer a quien no tomar muy en serio y que no tendría preguntas estúpidas para él, solo si continuaba de esa manera o si podía ser un poco más rudo, nada bastante serio.

Estaba tan de buen humor, que hasta podría con el regaño de Remus Lupin una vez que volviera, para su sorpresa, la ciudadela estaba bastante concurrida con un montón de capas que no le agrada ver, frunció el ceño y cabalgó hasta el castillo, sorprendiendo a los que caminaban tranquilamente.

Una vez que llegó al castillo bajó de su semental y dejó que el soldado sujetara las riendas y entró a paso rápido y bastante enfadado, la corte estaba reunida, el trono estaba vacío y Remus Lupin estaba de pie frente a todos con un pergamino en la mano.

Todos se hincaron cuando se percataron que era él quien entró haciendo un escándalo, solo Remus Lupin levantó la vista para verlo, subió hasta su trono, pero no tomó asiento, observó a todos los reunidos, pero su vista se detuvo en la pelirroja que entró por la puerta lateral.

—Me encantaría saber qué está pasando en mi reino, y en mi corte –soltó en un tono gélido.

—Su majestad –habló Remus.

—Con me encantaría me refiero a que si alguien no me dice por qué todos estos nobles están aquí ahora mismo, sin duda más de uno perderá la maldita cabeza.

—Por si lo olvidó, majestad –habló Remus de nuevo –después de que el reino del Oeste, se anexara a sus dominios, los nobles se reunirían con usted, para discutir la redistribución de tierras y sobre los títulos nobiliarios que se anexarían o en su caso, desaparecerían, pero como usted salió, los reuní para hacerles saber que se aplacaría un día más hasta su regreso, pero veo que no será necesario.

James miró hacia un lado, y asintió tomando asiento, sin duda su excelente humor había sido dejado de lado, pero al menos Remus había hecho las cosas bien en su ausencia, sin duda por eso, le dejaría pasar cualquier cosa que hiciera mal, al menos ese día, sin importar lo que fuera.

—Bueno, a la vista de que su majestad, su alteza real, el rey James se ha unido a nosotros, por lo tanto, la persona más importante está presente, y ustedes han venido hasta acá, aunque a tratar otros asuntos, tomaremos la oportunidad para hacer esto.

James frunció el ceño en desconcierto y observó al hombre castaño estirar la mano, Lily avanzó hasta él y lo sujetó, así que se tensó ante lo que sabía que estaba pasando, buscó con la mirada a Edward, pero el bastante cobarde estaba mirando al piso para no hacer contacto visual con él.

—Tomaremos un momento en la corte, para presentar de forma oficial ante ustedes, a la hermana del rey, por lo tanto, princesa Lily Luna Potter.

La joven hizo una reverencia y los demás hicieron lo mismo ante ella, ya que se habían puesto de pie en cuanto James se sentó en su trono, todos vieron al soldado avanzar con el pequeño cojín rojo ir hasta ellos y a Remus colocar la pequeña pero preciosa corona sobre la cabeza de la chica.

Todos aplaudieron, pero para colmo, la corte se vio interrumpida por la entrada apresurada por un soldado, que avanzó hasta el frente, James reconoció la armadura y la capa que llevaba, un par de soldados más entraron tras él, Lysander ya estaba delante de Lily y Remus, con la espada desenvainada y listo para atacar.

La risa de James hizo que todos se tensaran un poco más, el rey se puso de pie, desenvainó su propia espada y avanzó hasta el recién llegado, pero la rubia avanzó rápido para interponerse entre él y los recién llegados.

La Hermana del Rey || Jaly | James S. P x Lily Luna PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora