El vendedor ambulante (inspirado en el mundo de minecraft)

II. No mezclar las cosas

- Apresúrate!

Ally hace caso y emprende la carrera hasta la cerca que rodea los cultivos, pero el camino le es cortado por otro zombi que se acerca por la izquierda en medio de la oscuridad. Steve, que va detrás de él, se adelanta y blande la azada contra la cabeza del zombi. Se la arranca de cuajo y aprovecha que la cabeza se ha quedado atascada en la herramienta para mandar por los aires a una araña que acaba de saltar hacia él desde el otro lado.

Ambos llegan a la cerca, Steve ayuda a que Ally salte primero la valla. Antes de hacer lo mismo, el joven se detiene. Gira velozmente pues mientras ayudaba a Ally vio de reojo que se acercaba una criatura sin brazos y de color verde.

- Es un creeper! -el joven de piel marrón señala a la criatura que se acerca por detrás de Steve. Otros monstruos también se aproximan. Además, por la izquierda, un esqueleto sale detrás de un árbol y apunta su arco hacia Ally. Solo este se percata de su presencia ya que Steve está atento a los movimientos de la derecha.

Escucha el sonido que hace la flecha al ser disparada, pero le es imposible moverse a tiempo para esquivar el proyectil. Se cubre como puede, pero no siente el impacto que creyó que recibiría.

Levanta la cabeza y comprueba que efectivamente la flecha sí se dirigía hacia él, pero el brazo de Steve se atravesó en su camino. La mitad de la flecha había traspasado su brazo. Ally se desespera y se dispone a gritar, pero Steve levanta una palma hacia él pidiéndole que no diga nada.

-MORGAN! -grita Steve. El comerciante no entiende a qué se refiere, pero unos segundos más tarde se percata que las copas de los árboles del bosque se mueven abriendo paso a una gran criatura.

Escucha el ruido de algo siendo aplastado y mira hacia donde antes había estado el esqueleto que había disparado contra él. Un puño de metal está encima de los huesos esparcidos que antes habían conformado a aquel monstruo.

-Morgan, encárgate de ellos -le ordena Steve a su gólem de hierro.

Ally ayuda a Steve a saltar la valla y volver a casa. Suben hasta el baño para sacar la flecha y tratar la herida. Ally la limpia con sumo cuidado. Se ofrece a ayudarle a bañarse ya que no cree que este pueda mover bien el brazo. Steve le dice que no es necesario, pero el joven insiste y ambos se desnudan.

Steve está sentado sobre una piedra pulida mientras que Ally, detrás de él, frota una esponja contra su espalda. Él le comenta que el gólem puede acabar con esos monstruos sin problemas y que la flecha en su brazo no es gran cosa, pero no parece calmar a Ally. El joven de ojos lila se mantiene sin decir nada. Está concentrado en su tarea y en sus pensamientos. Lava con delicadeza el cuerpo de Steve y se percata que tiene cicatrices en varias partes. La mayoría son casi imperceptibles, pero igual le llaman la atención.

- Sinceramente he pasado por cosas peores que esta flecha atravesada en el brazo -continúa-. De hecho, recuerdo la primera vez que fui al Nether...

Después de acabar con la espalda y habiendo limpiado todas sus extremidades, pasa a una parte en la que había intentado no reparar. Cuando llega hasta la parte frontal de Steve no se sorprende al encontrarlo duro, el joven produce un leve sonido en el momento en que Ally posa su mano sobre el. Al principio piensa que su intención solo es lavarlo, pero luego se da cuenta que no es así. El de ojos lila lo sujeta con firmeza mientras repite los movimientos del día anteior, subiendo y bajando la mano por toda su longitud. El joven de cabello gris presiona su cuerpo contra su espalda.

-No te cobraré por esto -le susurra al oído-. Pero si deseas continuarlo en tu habitación si tendré que hacerlo.

Es mejor que no involucre otros sentimientos en esto. Me iré mañana y es mejor mantener las cosas solo como un negocio. Nada más que eso. Piensa Ally para sí mismo. Steve se viene luego de unos minutos mientras aún sujeta su miembro. Este se pone de pie luego de enjuagarse y le pide que lo acompañe al cuarto. Ally accede, pero le pide antes un tiempo porque quiere hacer algo. Steve le dice que no hay problema y que le esperará en el cuarto.

El joven de ojos lila llega a la puerta de la habitación. Encuentra a Steve sentado apoyándose contra el espaldar de la cama y mirando por la ventana, esperándole. No tarda en percatarse de su presencia en la puerta, desnudo de la cintura para abajo vistiendo únicamente el polo manga larga y ajustado que Steve le había regalado en la mañana. Se acerca a la cama.

-Tuve la intuición de que te gustaría verme así -le dice cuando se para a su lado. Aún de pie, se pone de costado para que Steve contemple su figura y pueda apreciar sus curvas-. Creo que el polo tan ceñido acentúa lo grande de mis muslos. ¿No crees? -no recibe respuesta-. A veces simplemente no dices nada, eh? -Ally sube a la cama y cruza una pierna sobre Steve, que tiene las piernas estiradas, para sentarse sobre él como había hecho en el sofá-. Pero lo veo en tus ojos -Ally siente que el miembro duro de Steve toca su trasero y se cuela en medio de sus nalgas-. Esto te encanta.

Ally pasa sus brazos por detrás del cuello de Steve y los entrelaza para después mirarle fijamente. No dicen nada más durante ese tiempo. Al igual que Steve, disfruta cada segundo que el miembro del joven palpita con fuerza contra su culo mientras sus rostros están muy cerca el uno del otro.

-Quieres empezar?

- La misma tarifa que ayer? -pregunta Steve mientras posiciona sus manos sobre las nalgas de Ally y las aprieta. El joven encima de él se limita a asentir al tiempo que abre la boca y pega sus labios contra los de Steve.

El beso es igual de intenso que el día anterior. Esta vez Ally se desenvuelve mejor y sujeta la cabeza de Steve para no separarse, pues este último tiene las manos ocupadas. Mientras el joven introduce su lengua dentro de Ally, eleva sus caderas en el aire para posicionarlo por encima de su falo y flexiona sus piernas.

Lentamente le hace bajar hasta estar completamente dentro de él. Ally se estremece por el movimiento. Después lo levanta y le deja caer otra vez. El de ojos lila no puede resistir y tiene que deshacer el beso para poder gemir mientras Steve lleva su cadera de arriba hacia abajo a su placer.

Steve se aventura a darle besos en el cuello mientras el joven de ojos lila mira el techo respirando con dificultad. Steve reduce la velocidad de los movimientos por un momento. Es entonces que Ally lo mira sorprendido desde arriba.

-Qué haces? Hjaa. No-no te detengas.