Al escuchar la voz de la madre, se detienen. Se arreglan lo más rápido que pueden para que Ally le abra la puerta.
-Cóme están? -saluda la señora. Les extiende un paquete envuelto con una tela azul. Su hijo es quien lo recibe-. Son flechas con el encantamiendo de fuerza. Las hice esta mañana.
-Se lo agradecemos señora Isabel -responde Steve.
-Tengan mucho cuidado esta noche -dice la mamá de Ally antes de irse.
-Creo que deberíamos salir ahora. No queremos lelgar tan avanzada la noche -comenta Ally con resignación en su voz.
La pareja toma sus cosas y se marchan. Apresuran el paso. Cruzan la montaña y al cabo de media hora ya se encuentran en el pantano. Caminan varios metros hasta llegar a una zona más despejada. Ally se sienta encima de un tronco que fue talado recientemente por Steve.
-Que aburrido es esto -se queja el de cabello gris mientras se tapa la cara con las manos. Llevan esperando casi una hora.
-Te dije que era así de aburrido y que era mejor que esperaras en casa. Conociendo lo poco paciente que eres a veces -responde Steve mientras sostiene el hacha con ambas manos, vigilando-. Los slime no aparecen así nomás. Y eso que felizmente tenemos visión nocturna, que si no tendríamos que patrullar todo el lugar.
-Uhggg. Estás seguro que aparecen cuando hay luna llena? -el joven de cabello gris se impacienta cuanto está en un mismo lugar por mucho tiempo.
-Muy seguro -el joven se esfuerza por encontrar aquellos cubos saltarines-. Solo hay que estar atentos.
-Al menos no nos faltará hilo -comenta Ally mientras patea el saco donde juntaron el botín obtenido por matar monstruos-. Ni pólvora.
-Ese es mi Ally. Siempre positivo -dice Steve sin dejar de vigilar los alrededores con detenimiento. Ve que algo muy grande se mueve a los lejos-. ¡Al fin! -apunta con el dedo-. Allí, mira.
-Allí también -comenta Ally mientras le pasa la voz dándole toquecitos en el hombro para que voltee.
-Uhmm. No podemos dejar que escapen -dice el de camisa celeste-. Ve por el de la derecha. Yo iré a por ese -el de ojos lilas se pone de pie, sosteniendo el carcaj. Steve le agarra la mano hasta de que se vaya-. Tú mamá no exageró con el tema de la bruja. Nunca las subestimes. Menos si viven en medio de un pantano.
Ally le aprieta la mano con cariño y asiente. Se pasa el carcaj con las flechas rojas por el hombro y se dirige a enfrentar al slime.
Lleva varios meses entrenando con Steve para así poder acompañarle en sus viajes. Por lo que matar a los monstruos que se cruzan en su camino ya no es un problema, pero aún así se mantiene cauteloso por el comentario de su pareja.
Llega hasta donde vio a aquel slime. Lo vuelve a ubicar. Se toma unos segundos para seguir su trayectoria, apuntándole con el arco. Suelta la flecha en el momento que el slime toca el suelo.
La flecha de punta roja deja partículas del mismo color en su trayectoria, antes de estrellarse contra el cuerpo gelatinoso de aquella criatura. Inmediatamente esta se divide en clones más pequeños de sí mismo. Steve le había advertido que pasaría esto. Los slime se dirigen hacia su atacante.
Estos también saltan, pero no representan una gran amenaza. Utiliza dos flechas más. Se vuelven a dividir. Los clones de estas criaturas son aún más pequeños. Los mata uno a uno, dejando una sustancia verde y viscosa en los lugares donde estaban.
El de ojos lilas nota que se le escapa uno. Contrario al resto, este se zambuye en el agua. Apunta la flecha hacia él. Antes de soltar la cuerda, un frasco de vidrio se rompe cerca suyo.
Ally mira el lugar donde había caído y ve un líquido verde desperdigado por el suelo. Hee hee hee, escucha reír a alguien. Apunta con su arco en todas las direcciones, buscándola.
Otro frasco es arrojado hacia él, esta vez desde la derecha. Lo esquiva al mismo tiempo que sigue con la mirada la trayectoria que debió seguir la pócima. Ve la silueta de alguien corriendo detrás de los árboles al final de ella.
Su mirada se desvía más hacia la derecha y divisa una cabaña unos cincuenta metros más adelante. Está camuflada con la vegetación. Ve que la persona o criatura que lanzó la pócima se sigue moviendo por los árboles.
Quiere volver a su cabaña, deduce Ally. Sigue la trayectoria que cree que la bruja está siguiendo y le espera con la cuerda tensada. En cuanto vuelve a ver la sombra dispara la flecha un poco más adelante siguiendo la trayectoria que esta describe. Segundos después de disparar, escucha un grito. Corre hacia su encuentro.
Cuando está por llegar donde la bruja está tendida, una tercera pócima es arrojada hacia él. No le da tiempo de esquivarla esta vez. El frasco le da de lleno en la cabeza y este rebienta. El líquido se escurre por su cuerpo.
Aprovechando la distracción, la bruja se levanta y corre como puede. Ally se queda de rodillas en el piso mientras su cuerpo absorbe la pócima. Sin embargo, no siente nada extraño después de un rato.
Se pone de pie y nota que puede andar como siempre. Aún con dudas, recolecta el material viscoso que habían dejado los slime en un frasco grande. Camina de regreso hasta el árbol que Steve había talado. El joven de cabello negro le espera sentado en el mismo tronco.
-Cómo te fue? -le pregunta nada más llegar y Steve se pone de pie para recibirle.
-Bien. Aquí tienes el slime -decide no contarle nada para no preocuparle. Aún no siente ningún efecto. Regresan juntos a casa.
Se echan a dormir ni bien dejan sus cosas por lo cansados que están. Una hora después, Ally se despierta de repente. Siente mucho calor, sobre todo en el pecho y el tren inferior. Ve a Steve completamente dormido. No lo despierta e intenta conciliar el sueño nuevamente.
Steve se despierta al mediodía. La visita al pantano lo había dejado rendido. Se despereza poco a poco. Voltea hacia su izquiera. El de ojos lilas sigue duermiendo. Esta de costado, mirando hacia él. El de cabello oscuro lo mira con cariño y desliza la mano él.
-Ally -le toca el hombro-. Ally, dormimos toda la mañana. Tenemos cosas que hacer -intenta despertarle. El joven abre los ojos y sonríe. Vuelve a cerrar los ojos-. Ni te vuelvas a dormir. Levanta -Steve se sienta y lo destapa con un veloz movimiento. Contempla su cuerpo de pies a cabeza. Se queda en shock-. ¿ALLY?
El grito repentino despierta al de cabello gris. Se levanta de mala gana. Se sienta e intenta desesperarse estirando los brazos hacia arriba mientras entrelaza las manos. Steve observa atónito como los cabellos grises de Ally caen sobre sus pechos. Ve que estos son ahora mucho más grandes de lo que eran cuando se fueron a acostar en la mañana. Mucho.
Ally se soba un ojo con el revés de la mano. Mira hacia adelante y se percata que su enamorado no ha dejado de verlo en todo el rato. Sonríe y lade la cabeza hacia un lado.
-Qué?
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El vendedor ambulante (inspirado en el mundo de minecraft)
Fiksi PenggemarUn vendedor ambulante con aspecto femenino, regresa de dos visitas decepcionantes a pueblos cercanos donde no pudo vender su mercancía. En el camino se encuentra con la casa de Steve, un joven de su edad que aparentemente tiene de todo, e intenta ve...