El vendedor ambulante (inspirado en el mundo de minecraft)

V. Un placer conocerte

-Mmm -murmura cerca su oído-. Espero que aún puedas seguir -lleva la mano hasta el miembro de su pareja-. Aún no ha sido mi turno -el de cabello negro voltea despacio y le sonríe denotando cansancio.

-Dame un par de minutos -pide Steve.

-Mmm. Creo que sé cómo incentivarte -se separa de su lado-. Camile, haz lo mismo que yo.

El de cabello plateado imita a su amigo. Se agacha y gatea hasta donde están los cojines, que es hacia donde se dirige Ally. Junta las piernas y arquea la espalda apuntando su trasero hacia el joven de ojos pardos, al igual que hace el chico de piel marrón. Este último lleva una mano hasta el trasero de Camile y hunde sus dedos al apretar la nalga.

-Qué opinas, Steve? Creo que el suyo es casi tan grande como el mío -señala Ally mientras menea ligeramente la cadera-. ¿Crees que puedas manejarnos a los dos? -le incita. Steve se acerca hasta donde está su pareja y sin decir nada, separa sus nalgas y usa la lengua para humedecer la entrada-. Mmph. Umph. Ya entendí -luego de unos minutos, el de cabello negro natural se aleja.

-Ally, acuéstate boca arriba -ordena el joven-. Sí. Así está bien. Camile, colócate en medio de nosotros -el de ojos verdes hace caso-. Cariño, recoge las piernas todo lo que puedas.

-Yo qué hago? -pregunta Camile, de espaldas a Steve, con las piernas pegadas a los muslos de su amigo y con el trasero rozando el duro miembro del joven.

Steve le pide que separe las piernas y que con su peso empuje los muslos del de ojos lilas hacia el piso. Después de hacerlo, le dice que se tumbe sobre su pareja. El de cabello plateado se acuesta de tal manera que las posaderas de ambos terminan apuntando hacia Steve a casi a la misma altura.

-Espera. Nos darás a los dos a la vez? -pregunta Camile, sorprendido.

-Esa es la idea -responde.

-Arquea más la espalda, Cam -le aconseja a su amigo-. Cariño, supongo que comenzarás conmigo porque yo…Hjaa! -gime en cuando siente el miembro de Steve entrar el él- Mmph. Nghh. Ah. Ah. Más despacio. Ah!

Camile ve desde arriba como su amigo de la infancia se estremece con cada arremetida. Tiene los ojos en blanco y la boca abierta, gimiendo. Él también siente los movimientos de Steve en la parte de atrás cada vez que su cuerpo choca con su trasero.

-Mmm. Cam, ven aquí -le invita su amigo con los brazos abiertos. Camile acerca su rostro y juntan los labios. Ambos se unen en un apasionado beso, entrelazando las lenguas y dejándose llevar.

La escena pone aún más caliente al de ojos pardos, que se agarra de la cintura de Camile para embestir con mayor fuerza a su pareja. Los tres continúan así por varios minutos hasta que Ally emite un largo gemido cuando la parte más ancha del miembro de Steve sale de él. El de ojos verdes lo mira extrañado.

-¿Estás bien, A...Mmph! -gime Camile cuando el de cabello negro lo penetra. Ally lo rodea con sus brazos para que no se mueva tanto. Steve continúa moviendo la cadera para estamparse contra su culo. El de ojos lilas sujeta el mentón de su amigo y reanuda el beso. Sin embargo, una serie de rápidos embistes obliga al de piel blanca a separarse por culpa de los gemidos.

Luego de varios minutos, el joven de ojos pardos retira su miembro y lo introduce dentro de su pareja. Cuando sucede esto, el joven de piel marrón lleva sus manos al trasero de su amigo y lo aprieta con fuerza mientras es penetrado. Después de otros minutos, Steve vuelve a intercambiar.

- Hjaaa! Mmph. ¡Oh, Notch! -sigue gimiendo Camile-. Ally. ¿Q-qué le das de comer? Mmph. Lo siento incluso más duro que antes. Mmmgh -se muerde el labio.

-Es asombroso, verdad? -le responde su amigo-. A veces aún me cuesta seguirle el ritmo -sujeta con más fuerza su trasero-. Menos mal esta vez te tengo a ti para ayudarme a satisfacerle -Steve sigue moviendo la cadera mientras sostiene a Camile-. Así Cam. Mi novio usará este lindo trasero hasta correrse -se dirige a su pareja-. Cariño, asegúrate de coger bien a este chico. No tendrás muchas oportunidades como esta. No es que piense dejar que te cojas a cualquiera. Cam es especial.

El de cabello negro pasa la mano derecha por el pecho de Camile hasta llegar a su barbilla. Lo lleva hacia atrás a medida que él se inclina sobre ambos. Hace girar su cabeza un cuarto de vuelta y lo besa mientras continúa embistiéndolo, haciendo sonar su trasero con cada movimiento.

Ally observa todo desde abajo. Ve a su amigo recibir sumisamente la lengua apasionada de su novio, mientras sujeta con la otra mano la cintura para continuar penetrándolo, haciéndole gemir. El de ojos lilas, con la mano libre, empieza a masturbarse.

Steve inclina más el cuerpo por encima de ambos y penetra al joven más pequeño desde arriba. Camile se muerde el labio y pone los ojos en blanco cada vez que la embestida lo empuja hacia abajo. Ally se corre una vez más, al igual que lo hace el de cabello plateado al cabo de uno segundos.

De esta manera, continuán por al menos media hora más. Por momentos, Steve le dejaba descansar a Camile e intercalaba con Ally. Aún así, luego de los primeros diez o quince minutos el joven de cabello plateado ya no pensaba correctamente y mantenía la cabeza apoyada en el torso de su amigo, recibiendo las arremetidas.

-Steve, creo que ya puedes correrte -dice Ally-. Cam perdió el sentido hace varios minutos. Deberíamos dejarle descansar.

-Hjaa. Lo hizo bastante bien para ser su primera vez. Mmgh. No crees?

-Así es Camile. Desde pequeño se esfuerza por complacer a los demás -acaricia el cabello de su amigo-. Estoy feliz de haber compartido esto con él. Ahora… -lo abraza-. …coge ese trasero con fuerza una vez más y vente dentro.

Steve sigue sus órdenes y termina dentro de Camile. Después lo acuestan con cuidado sobre una almohada y lo cubren con una manta. Luego la pareja continúa teniendo relaciones a un par de metros.

Al cabo de unos minutos, Camile recobra la conciencia. Se descubre echado de costado, con la manta puesta y sin ropa. Gira el torso lentamente para ver que sucede detrás de él. Ve como Ally está sentado sobre la pelvis de Steve y se mueve hacia arriba y hacia abajo de forma lenta mientras gime. Sonríe.

Recuerda que su amigo no había tenido una pareja formal desde que lo conoció cuando eran pequeños. Le reconforta saber que está con alguien que le hace feliz. Regresa a su posición y cierra los ojos.

Intenta dormir como por media hora, pero los gemidos de sus amigos no le dejan en paz. Se gira abruptamente y les lanza su almohada.

-Ya váyanse a dormir!

Luego de unas horas de sueño, los tres se despiertan al mediodía. Al final todos durmieron en la misma tienda. Camile deshace la suya y alista sus cosas. Carga las bolsas a los lomos de las llamas.

-Por cierto, Ally -este voltea a verle-. Deberías escribirle a tu mamá. La última vez que pasé por el pueblo me dijo que no ha tenido noticias de ti últimamente.

-Es verdad. Hace meses que no le escribo -responde-. Gracias Camile.

-No hay de qué -termina de arreglar sus cosas-. Bueno. Ya estoy listo para irme.

-Que bueno ha sido verte, Cam -Ally lo abraza con fuerza-. Te voy a extrañar. ¿Estarás en el pueblo para fines de año? Podría verte ahí.

-Sí. Me aseguraré de estar allí por esas fechas -responde su amigo.

Luego, ve que el joven de cabello negro se acerca a él para despedirse. Desvía velozmente la mirada.

-F-fue un g-gusto conocerte Steve -al despertarse, recordó todo lo que habían hecho junto con Ally. Ahora mirarle le da extrema vergüenza.

-Oh vamos, Camile -Steve se acerca con los brazos abiertos-. No me digas que ahora te harás el tímido -rodea su cintura con los brazos y lo apega hacia él. Inmediatamente después, posiciona ambas manos en la parte inferior de sus nalgas y las aprieta desde allí a la vez que lo levanta del suelo.

-Woah!

Este gesto lo agarra desprevenido y no sabe cómo actuar. Busca los ojos de su amigo para pedirle ayuda, pero cuando cruzan miradas se da cuenta que le fascina la escena. El joven de ojos pardos no suelta su trasero en ningún momento. El de cabello plateado decide corresponderle el abrazo, aunque siente el miembro duro del joven contra su cuerpo en todo momento.

-También fue un placer conocerte, Camile -le dice Steve. Le da un beso en la mejilla-. Esperamos verte de nuevo.

-S-sí. Yo también lo espero -responde con las mejillas rojas.

Después de terminar de despedirse, el joven toma las cuerdas de sus llamas y se aleja de la feliz pareja, con demasiadas cosas en que pensar.