𝟭𝟯. 𝖥𝗎𝗍𝗎𝗋𝗈...

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2025...


Las maletas estaban cerradas. El vuelo que lo llevaría a Monterrey no tardaba en despegar y el tendría que estar ya en el aeropuerto, pero esa mañana la alarma que había puesto no sonó y ahora estaba corriendo para llegar y que si vuelo no se fuera sin él.

Repito. El vuelo ... con destino a Monterrey, Nuevo León está apunto de abordar.

Escuchó cuando entro, estaba en lo cierto de que llegaba tarde, así que corrió tratando de llegar para abordar y no comprar y esperar por el siguiente.

— Lo siento —susurro para el mismo cuando entro y vio la cara de los demás pasajeros que se notaba que estaban hartos por esperarlo.

El vuelo había sido tranquilo, 2 horas pasaban rápido y él seguía emocionado lo que ocasionó que no durmió nada en todo el transcurso.

— Amor, estoy cansado —dijo cuando tuvo a Luna en frente de él y la abrazo.

— ¿Dormiste aunque sea media hora o antes de volar? —pregunto mientras lo sostenían en medio del abrazo.

— Por la emoción no lo hice —hablo cuando se separó— ¿Ya podemos irnos? —pregunto agarrando sus maletas.

— Vamos —comenzaron a caminar tomados de la mano.

Si le dijeras a Luna o a Aldo que iban a tener un discusión por elegir el lugar donde se iban a mudar, seguro no lo creerían. Pero ahí estaban o estuvieron. Ahora lo recuerdan como algo estúpido y sin gracia, pero antes casi se funan mutuamente en Twitter(X).

— ¿Un lugar más bonito no había? —bromeo Osvaldo entrando a la casa.

— Cállate, tú ni novia tienes —respondió Luna viendo como Osvaldo empezaba a fingir lloriqueo.

— Síguele y te parto tu madre, te recuerdo que sigues siendo mi hermana —levanto un dedo para apuntarla.

— Ya mi amor, dejala, no vale la pena —bromeo Aldo mientras se acercaba a Osvaldo.

— Ahora yo soy la que los voy a sacar a paradas de aquí —dijo Luna.

— Ya, ya, está bien —Osvaldo levanto las manos en forma de paz— Me alegra mucho que consiguieras a alguien que te aguante —hablo Osvaldo recibiendo un golpe en el hombro— Ya, cálmate es broma —comenzaron a reír— Pero de verdad, me alegra mucho que tomarán está desición —dijo mientras volvía a ver la sala que se encontraba vacía— Mira que me sorprende que tú fueras la primera en salir de la casa y la primera en compartirla con su pareja —hablo con una sonrisa.

— No sé si darte las gracias o meterte otro madrazo —mencionó con un sonrisa.

— De verdad, me da harto sentimiento verte así —la volvió a apuntar para acercarse y abrazarla.

— ¿Así cómo? —pregunto aceptando el abrazo.

— Pues así, siendo tú la primera de nosotros dos en independizarte, con pareja y a nada de tener casa propia —la abrazo con fuerza para que al poco tiempo se escuchará un pequeño lloriqueo haciendo que Luna se diera cuenta que Osvaldo había empezado a llorar.

𝗔𝗟𝗪𝗔𝗬𝗦 𝗙𝗢𝗥 𝗬𝗢𝗨 ; 𝗔𝗹𝗱𝗼 𝗚𝗲𝗼.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora