Parte 4: Adelante

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El sol salía y se escondía sin deferencia, una y otra vez, Usagi no sabía de tiempo ni de nada. Las chicas pasaban de a una por su cuarto o eso creía,las voces parecían haberse distorsionado y todas sonaban iguales. ChibiUsa dormía con ella algunas noches, otras no estaba y ella no preguntaba. Mamá Ikuko la alimentaba a diario, llevandole  la cuchara a la boca porque no tenía fuerzas para hacerlo por si misma, mucho menos para asearse o cepillarse el cabello, tareas que su madre tambien realizaba. Luego venían las pildoras, no sabía que eran ni porque tras unos minutos el sol volvía a esconderse y sus ojos se cerraban por inercia. No soñaba, y como quería soñar. Lo único que anhelaba era soñar con él, escucharle decir que allá donde estaba se encontraba bien, que la cuidaba a cada segundo y sobretodo que no la culpaba, que no sentía odio y que la esperaría en aquella otra dimensión. 

Tonterias. Jamás podría reencontrase con el sol. Estaba destinada a ver nacer y morir a todas las semillas estelares que se cruzaran en su camino, porque la suya era eterna. No había entendido antes el peso de tal maldición. Si solo pudiese volver a ser la simple colegiala que olvidaba poner la alarma en su reloj para levantarse a la escuela, conocer a ese estudiante engreido en el parque sin las rosas ni los trajes, salir por malteadas y luego pasar por el centro de juegos y encontrarse con sus amigas para quejarse de lo aburridas que eran sus vidas. 

Se le erizó la piel al contacto de un pelaje suave, un gato, no, una gata. 

-Luna...- había olvidado que tenía una gata. Una que le había entregado la carga del sistema solar- ¿Donde habías estado?

No importaba, no escuchó nada. Volvió a sucumbir a la pesadez de sus parpados hinchados. 

Sumergida en sus pensamientos temía olvidar esa voz masculina y pausada, la estela que dejaba al pasar con su perfume fuerte, impregnandolo en su nariz y como este cambiaba cuando en secreto olía las camisas que dejaba sobre la cama al entrar a la ducha. La sensación de protección que sus marcados brazos le hacían sentir al acurrucarse con él tras hacer el amor, el peso de su cuerpo sobre ella, el sabor de sus besos dulces y tambien de los atrevidos. La paz de esas noches de peliculas en pijamas cobijando a ChibiUsa en medio de ambos, sentados en el sillón y con la televisión alumbrando la comida chatarra repartida en la mesita de centro. El dolor en la boca del estomago que le provocaban la incertidumbre y la indiferencia, las ganas enfermas de abalanzarse sobre él y pedirle que la amara, que solo la amara a ella para siempre, el miedo de que él no lo hiciera, el terror de que su para siempre fuese una imposición y no un sentimiento... No, eso no, eso no era lo que quería recordar. 

La playa, ChibiUsa y Mamoru corriendo por la orilla, haciendo castillos de arena y describiendo las especies marinas que encontraban durante los paseos nocturnos por la orilla del mar. La playa y la soledad. ¿Por qué quería huir de ella? 

Toda la vida por delante, toda la eternidad juntos no le bastaría para querer alejarse de él. Quería compartirle todo, lo que amaba y disfrutaba, aunque los videojuegos le parecieran una perdida de tiempo y se burlara de sus historietas. ¿Por qué se burlaba de ella? Estaba bien, él siempre fue muy maduro, asi y todo lo amaba. Incluso cuando él la rechazaba, o no la llamaba por dias pues los estudios y el trabajo lo tenían agotado y ella era demasiado tonta para entender eso. No. Se movía entre las sabanas y su cabello desatado, ese no era Mamoru, no podía ser su hombre maravilloso a quien sus amigas admiraban, asi que se callaba y dejaba pasar. Un te amo seguido de su risa sarcastica y el dolor otra vez, el vacio. 

No. Los besos en el parque. Eso si, y como disfrutaba de sus galletas aunque estuviesen quemadas y con mal sabor. Michiru, no. Seleccionar las memorias para crear el recuerdo perfecto porque eso eran, la pareja perfecta, eternamente perfecta. 

-Auch. 

-Lo siento, no medí mi fuerza. 

¿Quién hablaba? Volteó. Una coleta castaña y ojos verdes. Mako chan. 

-...como te decía, el concurso de talentos de la proxima semana... 

¿Concurso de talentos? Seguro Mina participaría, probablemente Seiya tambien quisiera... 

-Seiya, estaba hablando con Seiya...- Era lo ultimo que recordaba antes del descenso a la locura. Mamoru salió de su mente, fue otra voz la que le pareció reproducir en ese video compacto que tenía por cerebro.

-¿Seiya?- Mako Chan soltó la peineta para mirar a su amiga con curiosidad, era la frase más larga que le oia en mucho tiempo y una sonrisa se le arqueó sin disimulo- ¿Hablaste con Seiya en tus sueños? 

Respiró. Ojalá y solo hubiese sido un sueño. 

-No puedo soñar. Estaba hablando con Seiya por telefono y...- miró a la mesita de noche y se sacudió la cabeza al caer directo en la foto de su familia ahora inexistente, el telefono no estaba y en su lugar un plato con galletas... ¿De jengibre?, Mako solo horneaba galletas de jengibre en visperas de navidad- Mako chan ¿Cuanto tiempo ha pasado? 

-¿Desde cuando?- una mirada molesta, casi un puchero. ¡Como le alegraba ver esa bendita mueca!- ah si, claro. Tres meses, casi cuatro. 

Dió un salto, su cuerpo se movió más rapido y sintió su corazón acelerarse. Cierto, estaba viva. 

-En unos dias será navidad, sé que no querras pero te horneé galletas de esas con Jengibre y canela que tanto te gustaban- Mako le extendió el plato, olía delicioso. 

¿Qué había comido ayer? ¿Qué día había sido ayer? No tenía idea. Sin responder tomó una de las galletas, luego otra y otra y dos más. Estaban deliciosas, como todo lo que Mako preparaba por supuesto, pero estas sabían incluso mejor que las de años anteriores. Se las terminó y las comisuras de sus labios se curvaron hacía arriba por reflejo. Sailor Jupiter dejó caer una lagrima, seguida de una risa y un abrazo que las lanzaría a ambas de regreso a la cama. 

-¿Haremos la reunion de navidad en tu casa o donde Rei?- Usagi se limpió las migas de la boca con la pijama. 

La castaña olvidó que su amiga no sabía sobre Rei, así que omitió porque no se perdonaria arruinar el momento en que Sailor moon volvía a tener interes en algo terrenal. 

-En mi casa- sonrió- ¿Quieres ayudarme con los pasteles? 

-¿A comerlos? Claro- rieron. 

Rio. 

Una pequeña carcajada pensando en como probaría todas las mezclas de Mako chan con el dedo, sin que ella lo notara. Una tarde con las chicas, como extrañaba a las chicas. Extrañar era un sentimiento peculiar, de repente la sobrecojió y muchas personas que no eran Mamo chan pasaron por su retina. 

-¿ChibiUsa está en la escuela? 

-Si, Setsuna la recogerá. 

-¿Y si nosotras vamos por ella? Me gustaría tomar un poco de aire fresco- suspiró. Solía gustarle mucho la vispera navideña y usar abrigos con medias a juego, la moda de invierno era su favorita. El abrigo rosa la falda verde y las medias blancas si la temperatura exterior se lo permitia.

-Vamos. 




N.A: Wow, la inspiración no se ha ido desde que regresó en forma de insonmio. Y lo estoy disfrutando mucho. Los capitulos que vienen serán densos, como lo es una perdida de esas magnitudes. Este fanfic es una de las maneras que encontré para lidiar con el duelo que, al igual que Usagi, estoy aprendiendo a aceptar. ¡Gracias por el recibimiento que le están dando a la historia! Planeo actualizar seguido ya que hay varios capitulos ya escritos esperando ver la luz. Quisiera advertir desde ya que en el proximo los trigger warning estarán fuertes y poco cuidados, esa es la intención. Al ser una historia con contenido adulto creo que puedo tratar ciertos temas sin pelos en la lengua. 

Para terminar les cuento que ya está el playlist de las canciones que me inspiraron con esta historia- y que lo siguen haciendo porque las escucho en repeat- lo pueden encontrar en mi cuenta de Spotify "SaloRach" como "Seiusa Fanfic: A través del universo Wattpad" Nos leemos luego, besitos besitos chau chau. 




A través del universo: Una historia de Sailor moon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora