Sarcasmo

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Sus palabras me dejaron sorprendida, siempre pensé que no le interesaba mi trabajo o ni si quiera sabía lo que hacía, más la tensión entre él y Taylor dejaron un denso ambiente.

- Que le parece si mi esposa le diseña un nuevo vestido con el color que usted quiere, déjese sorprender es una mujer muy talentosa, no por nada está invitada a la semana de la moda en Milán y la joyería Clark le obsequiara un juego de pendientes acorde al vestido. ¿Qué le parece?

La Sra. O'Connor le brillaron los ojos, más tenía la clara percepción que no desaprovecharía esta oportunidad, lo que más me resulto extraño era que Riley regara un juego de pendientes que tiene por costo una pequeña fortuna.

- Como desaprovechar tal oferta, si por la compra del vestido obtendré esos pendientes no le vere ningún problema y, por supuesto que quedare más que gustosa con el diseño. Sorpréndeme querida. nos vemos.

La sonrisa de la mujer, sumada a esa última mirada que le dio a Riley me resulto más incomoda de lo que debía.

- Que tenga buen día Sra. O'Connor, le haremos llegar todo a su casa. - Asintió en la espalda de Riley mordiéndose el labio haciendo un gesto, felicitándome por mi esposo. Mire a Vicky quien contenía la risa. La batalla de miradas entre Riley y Taylor aun seguían, sin saber que decir me senté en mi silla. Loren salió para mandar todo a la casa de la Sra. O'Connor.

- Cariño si ya terminaste nos vamos, recuerda que me debes una salida a tu esposo. - entrecerré los ojos por el comportamiento tan extraño, desde cuando soy cariño para él, me fio en Taylor y la confusión esta plasmada en su cara.

- Riley - vocifero en forma de saludo.

- Taylor - respondió igual de cortante sin siquiera mírale.

- ¿De que habla? Como que tu esposo - Con todo lo que me ha pasado en tan pocos días se me olvido contarle ayer que nos vimos.

- Oh, si no te había dicho...

- Taylor creo que lo mejor es que me acompañes y yo te explico - Vicky salió a mi ayuda al ver que no sabía que decir al estar aturdida aun por las palabras de Riley que demonios me está pasando no puedes caer con solo un "Cariño" no luego de a verme levantado de todo lo que yo misma deje que pasara.

- Como porque mi esposa, porque no escuchaste mal Clarise es mi esposa. Tienes qué explicarte algo que es ovio ella y yo nunca nos divorciamos.

La mirada retadora de Riley me tenía en un trance nunca lo vi de esta manera cuando estuvimos juntos y ahora de la nada hace escenas de "celos" Vicky me mira tan sorprendida como yo.

- Riley por favor, Taylor es mi amigo -. Giro los ojos un gesto que detesto igual cuando encoje sus hombros con desinterés.

- Te espero en el auto para que le expliques a tu amigo que sigues siendo mi esposa. Vicky fue un gusto volver a verte.

- Igual, y tu yo tenemos una conversación pendiente Riley Clark - Riley asintió saliendo, detrás de él Manson. Al ver la puerta cerrada.

- Ahora si me explicas ¿Qué fue todo eso?

- Taylor...

- los dejo para que hablen -. Asentí viendo la caminar a la salida y cerrar la puerta tras ella, Taylor seguía de pie en el mismo lugar.

- Créeme que yo tampoco lo sabía, hace unos días recibí una llamada del abogado de la familia Clark donde me sugirió que volviera a la mansión a cuidar de mi esposo o de lo contrario me demandarían por abandono de hogar, o pagar una fuerte suma de dinero que por supuesto no tengo.

- ¿Como es que aun sigues casada con ese sujeto? - su expresión se relajó sentándose en el escritorio a mi lado tomando mi mano.

- Según nunca firmo los papeles de divorcio, continuando con su vida al igual que yo.

- Puedo darte el dinero para que no tengas que pasar por todo esto - negué, nunca permitiría algo así.

- No, como crees que haría tal cosa, Taylor sé que lo haces de buena voluntad, pero no aceptare, no hay nada que hacer solo esperare que él se recupere y me asegurare que esta vez firme el divorcio, los abogados me lo recomendaron ya que no hay otra opción.

- Como harás cuando las vacaciones de Theo terminen ¿él no lo sabe verdad? - quite mi mano de la del pasándola por mi rostro con solo pensarlo me vuelvo un ocho.

- Por lo pronto el no esta y llegado el momento pensare en algo - asintió compresivo como siempre.

- ¿Tu cómo te sientes con todo esto?

Es la primera persona que me lo pregunta, en pocos días mi vida cambio dando un vuelco que nuca imagine. ¿Cómo me siento? Ni yo misma me lo he preguntado, pero lo que más quiero es que todo acabe bien para todos.

- la verdad ni yo lo sé, si te soy sincera. Lo quemas deseo es que esto acabe pronto y bien para todos.

- Así será, ya verás, sabes que puedes contar conmigo y llamarme sin importar la hora. - sonreí a su amabilidad.

- Gracias, lo tendré en cuenta y lo sabes, solo que siempre no puedo agobiarte con mis problemas, mucho más con Theo tan...

- Celoso - termino mi oración - sé que no le agrado, pero no lo juzgo el pequeño campeón solo cuida de su mamá.

Sonreí recordando la forma posesiva de mi hijo cuando esta Taylor.

- Supongo, mi príncipe a veces se comporta muy posesivo. Es hora de irme, Riley debe estar agotado, más con los ejercicios que hizo en la clínica hace un rato -. Me despedí saliendo de la oficina encontrándome a Vicky y Riley con caras demasiados serias, más la de mi amiga que siempre tiene una sonrisa.

- ¿Sucede algo?

los observo como se miran entre ellos y niegan, Vicky sonríe, pero más que una sonrisa es casi una mueca más al ver como Riley toma mi mano al ver que Taylor se acerca, acaricia mi mano llevando sus dedos a mi palma y pasándola por ella sus dedos, era un gesto que solo los dos conocíamos el significado, la cara me empieza arder y debo estar como un tomate. No pensé que recordara algo así.

- ¿Que pasa contigo estas como un tomate? - la voz de Vicky me alerta y aparto mi mano de la de él dejando la sensación de suavidad y esa electricidad que sentí la primera vez que lo hizo y no sabía que significaba, al preguntarle rio como loco y al decirme no fui capaz de darle la cara.

¡contrólate ya no eres esa chica de diecinueve, así que compórtate como tal! Me reprendo.

- Nada solo recordé algo que pensé no volvería a suceder.

La sonrisa de Riley, no lo recordaba de esta manera, dejo de sonreír meses después de casarnos, solo lo hace por la presencia de Taylor, es por orgullo de macho alfa. Camine a la salida de la boutique bajo a la atenta mirada de los dos hombres a mi espalda, no me detuve al escuchar la silla automática siguiéndome. Afuera estaba Manson con la puerta abierta esperándonos, ayude a subir a Riley en completo silencio para luego subir, hoy no tengo cabeza para el trabajo creo que me merezco el resto del día libre.

Al llegar esta la señora Margaret con la silla que usa en la casa para no bajar la del auto, el Sr. Clark lo ayuda a bajar a su hijo dejando el cuadernillo lo tomo y guardo en mi bolso.

- ¿Como les fue en la cita médica?

- Que su hijo le cuente Sra. Margaret estuvo muy interesado en su recuperación - el sarcasmo fue evidente ganándome una mirada de las tres integrantes de la familia Clark.

- ¿Que carajo hiciste ahora Riley? - se encogió de hombros haciéndome irritar al sonreír por saber cómo me desagrada el gesto.

- No hice nada solo que algunas cosas no cambian a pesar de los años.

KARMA Riley ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora