Karma

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Clarise

El sonido de mi celular me despierta, levanto la cabeza del escritorio de mi apartamento, desde que me marché de la mansión Clark me encerré en mi pequeño estudio, veo las hojas en él, más de diez dibujos con diseños realmente perfectos a mis ojos es una buena forma para relajarme y no pensar en nada. Vuelve a sonar el celular contesto al ver que es mamá.

← Mamá, ¿paso algo con Theo? ¿cómo están y, papá?

→ Clarise, como que si paso algo con Theo ¿acaso olvidaste en pasar por él al aeropuerto? - me sobresalte, como que buscar a Theo.

← Mamá no juegues, como que olvide busca a mi hijo, si ni siquiera estaba enterada que el regresaría.

→ ¿De qué carajo estás hablando Clarise Evans? El abogado de tu ex llego por él, dijo que tú lo sabias que Riley ya sabía todo quería conocer a su hijo, ese maldito hombre se lo llevo sin tu autorización Clarise - mi padre furioso, desde que me separe de la forma tan abrupta, perdió todo respeto por Riley.

← Papá luego hablamos, voy a buscar a mi hijo.


Tome mi bolso saliendo apresurada. Maneje como desquiciada por las calles congestionadas de la ciudad, al llegar a la mansión Clark me apresure a entrar encontrándome con los señores Clark en el salón tomando el té como de costumbre.

- ¿Dónde está mi hijo? - el Sr. Clark se incorporó llego a mi lado me paso las manos por el cabello, supongo estar despeinada, más que traigo la misma ropa de ayer con la noticia no pensé en cambiarme.

- Tranquila hija, esta con su padre en su habitación - la voz calmada del hombre frente a mí solo acelero los latidos de mi corazón retumbando en mi caja torácica. Negué.

- Linda, Theo lo acepto, han estado conversando todo este tiempo...

Sin permitirme seguir escuchando corrí escalera arriba hasta llegar a la habitación de Riley me detuve al escuchar la carcajada de mi hijo, seguida la de Riley. Me asome al encontrar la puerta entreabierta, estaban sentados en la cama. Riley apoyando la espalda en la cabecera de la cama, mientras Theo estaba acostado en sus piernas mientras se retorcía al ser torturado a cosquillas por su padre. Esa imagen nunca la sacare de mi mente más al ver como Riley beso su frente.

- Mi mami también me hace cosquillas, cuando yo le hago llora de la risa, pero no me gusta verla llorara ni escucharla, ella solo se merece ser feliz - se sentó quedando frente a su padre, que se tomó las palabras con la seriedad con la que su hijo las pronunciaba - tu nunca la volverás hacer llorar ¿verdad? porque soy el hombre de mamá - sonreí al escucharlo defendiéndome de su propio padre - y aunque seas mi papá, ella nunca se alejó de mí, así me allá mentido, sabes yo también le he dicho una que otra mentirita piadosa -. Riley por fin sonrió desde que Theo inicio con la charla.

¡Dios, sabe que le mentí con respecto a su padre! No sé en qué momento las lágrimas bañaban mis mejillas, he diseccionado a mi hijo al descubrirme en la mentira. Cuan avergonzada me siento en este preciso momento al fallar en un papel tan importe como el de madre. La mentira me envolvió cual avalancha arrastrando a todos a su paso.

Percibí que me faltaba el aire, la opresión en mi pecho llego nuevamente, la ansiedad me consumía. Por lo que opte por salir sin ser vista, están más que bien los dos. Yo no encajo en este momento con ellos, es su momento. Padre e hijo, para nada cabe la palabra familia. Al entra allí, solo se tornará incomodo y solo quiero que mi hijo disfrute su primer día con su padre, ruego al cielo me perdone.

No sé en qué momento llegue a mi auto, entrando en el escuchando a mi espalda que la Sra. Margaret me llamaba. Ignorándola igual que mi celular que no dejaba de sonar encendí el auto saliendo de la propiedad de los Clark donde de ahora en adelante vivirá mi hijo, luego de ver esa enorme casa, no querrá volver a mi departamento. Me tome el tiempo de llegar a mi destino, al llegar me encerré en mi departamento les mande un mensaje a mis padres para que no se preocuparan. Lo que menos deseo en este momento es hablar con alguien.

Tomé una botella de vino una copa me dirigí a mi habitación, entre al baño, abrí el grifo para llenar al tina. Me quité la ropa, me serví una copa de vino dejando la a mi alcance, me meto en la tina el agua empezó a cubrir mi cuerpo. Con la certeza que la tibies de esta me relajaría para continuar con mi vida, pero no lo lograba, tome de un sordo del contenido en la copa. Cerré el grifo me sumergí por completo queriendo aliviar mis tormentas.

Como miraría a mi hijo a la cara sabiendo que le mentí, cuando yo misma le aconsejaba que no lo hiciese, salí cuando falto el aire a mis pulmones, tome directamente de la botella de vino, hace tanto que no tomo que estoy segura de que con esta botella vasta para embriagarme.

Perdí la noción del tiempo, entre sorbo y sorbo la botella quedo vacía. Sali de la tina al sentir el agua fría calando mis huesos, cubrí mi desnudes con una bata. Abandone el baño entrando a la habitación tome el celular en mi cama marque el numero de la Sra. Margaret que contesto al segundo tono.

← Clarise, linda ¿estas bien? Cuando te marchaste te notabas ausente.

→ Estoy bien, mi hijo. ¿Cómo esta Theo?

← Él está bien, ha preguntado por ti, tomo su merienda y se durmió al lado de Riley, Clarise si los vieras están dormidos junto...

→ Me alegro de que todo sucediera de esta manera, cuídelo por mi esta noche -. Interrumpí, cortando la llamada al encomendárselo.


Tenía varias llamadas de Vicky y de Donato les envié un mensaje para que no se preocuparan. Me deje caer en la cama, la noche hacia presencia, primera noche que mi hijo dormiría con su padre eso me alegraba, recordé la carcajada, su carita de felicidad. Trate de dormir, pero no lo conseguí por lo que me incorpore fui a la cocina por un vaso con agua, me senté en el banquillo de la pequeña isla que separaba la cocina de la sala.

¿volverás a casa Theo? Esa pregunta no salía de mi mente, podría perder todo en la vida, pero a mi hijo no. Eso me mataría en vida, a pesar de escucharlo defenderme y advertirle a su padre que no me hiciera llorar, sé que me reprochara el haberle mentido.

Tocaron la puerta, mire la hora era casi media noche, ajuste la bata en mi cuerpo, camine a la puerta la abrí encontrándome con Riley y Manson, me extraño verlo allí se supone que estaba dormido al lado de Theo.

- Que parte de, no puedes dejar la mansión no entendiste, anoche no llegaste y ¿hoy pretendes hacer lo mismo? Ni porque nuestro hijo está preguntándote. No podrás escapar de tu karma Clarise Evans.

Sin dejarme articular palabra con un gesto hizo que Manson me cargara como costal de papa llevándome a la salida, por más que me resistí no lo logre. Por lo que opte por estar en silencio el resto del camino a la mansión buscando las palabras apropiadas para explicarle todo a Theo.

KARMA Riley ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora