Iniciativa

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La indiferencia duele cuando es de parte de personas que verdaderamente nos importan, cuando uno quiere entregarlo todo para un nuevo comienzo y lo único con lo que se topa es con pared, dándonos un duro golpe con la realidad.

Mi realidad es saber que Clarise a pesar de ser mi esposa, no es mía. No sé de donde nació este sentimiento por ella, tal vez siempre lo tuve, pero lo reprimí al convertirme en el hombre controlador e indiferente ante las personas que demostraban sentimientos a mi persona. El por qué en este momento me suena absurdo y a escusa.

Me concentre en no defraudar a mis padres al ponerme enfrente de la empresa familiar, colocándome como meta llevarla a la misma cima, sacrificando tiempo con mi familia volviéndome más frio, amargado. Sin importarme poco los que los que me rodearan hiciesen con su vida mientras hicieran lo que yo les pedía en el momento que les pedía o antes si era preciso. Nunca recompense con algo más que dinero las horas extras por todo lo que hacían. Solo pensaba que era su trabaja, para eso estaban y no tenía por qué agradecer por su deber.

¡La vida tiene el lugar para cada persona! Eso decía mi abuelo inculcándome que nunca debía bajar la cabeza ante nadie, aunque papá siempre fue un hombre agradecido y amado por sus trabajadore lo que conllevo a que quisieran secuestrarlo para sacar dinero fácil. Pero en este monumento donde alguien más decide por mí, sin siquiera consultarme y tener mi día organizado en lo que debo hacer en horas específicas y lo siguientes es ser ignorado por completo. En verdad es frustrante.

Entra Manson a mi habitación minutos después de dejarle un mensaje.

- Sr. Riley las personas vendrán dentro de media hora y me aseguraron que todo estará para esta misma noche, solo que será el doble de persona para dejar todo listo para la hora que usted asigno.

- Esta bien no hay problema Manson, gracias puedes retirarte -. La sorpresa en su cara fue evidente a pesar de querer disimularlo. No suelo dar gracias ni mucho menos pedir favor cuando de hacer su trabajo se trataba, pero en verdad quiero cambiar y ser el hombre que logro enamorara a Clarise años atrás y lo voy a lograr sin importarme quien sea en su vida ese Theo.

Al que dar solo volvió a mi mente recuerdo del cuarto de baño, la calidez de su piel, el sabor de embriagante de sus besos, como el de su piel, sentir su piel erizarse por mi tacto, sus gemidos cuando amase sus senos.

- No eso de que no paso nada, ni sentiste nada no te lo creo Clarise Evans soy más persistente que tú.



***

Papá pasa luego de darle el permiso que lo haga, con él, el cuaderno de dibujos que en la mañana me entrego Clarise.

- ¿Que es todo eso? - apunto con el mismo cuaderno afuera - lo tuyo es llevarle la contraria, hacer un ascensor, cuando te lo propuse te negaste ¿qué ha cambiado?

- Yo, si eso te complace escuchar papá, yo quiero cambiar por el bien mi matrimonio.

- ¿Tu matrimonio? - su pregunta más que sorprendido era curiosa.

- No era eso lo que planeaste cuando decidiste hacer efectiva la cláusula, para que ella volviera. Dejando eso de lado ustedes siempre han estado en contacto con Clarise todo este tiempo. ¿Tú sabes si está en una relación con otro hombre? - su sonrisa torcida aumenta mi duda

- Si hemos estado frecuentándola, como sabes ella diseña la ropa de tu mamá y, respondiendo tu pregunta si, y tendrás que esforzarte mucho, aun así, no creo que puedas competir contra él - salió dejando el cuaderno en la cama.

- Ya lo veremos, esta vez no me rendiré sin usar todas mis armas.

El ruido de las personas instalando el elevador para poder moverme con más fluidez en la casa no se hizo esperar, más cuando no puedo desaprovechar cada minuto a su lado desde hoy comeré con todos como hace tiempo no lo hago.

Si algo me sirvió el hecho que Clarise este en casa, es que nada gano con aislarme en mi habitación y volverme más huraño. Si soy sincero quiero una vida con ella sentir esa calidez que ella me bridaba años atrás, la confianza que me daba y aun lo hace confiando que puedo hacer las cosas al no tratarme como todos lo han hecho, como un discapacitado, un maldito invalido. Como me veo incluso yo mismo.

Tomo el cuaderno de dibujos de papá lo hojeo viendo los diseños de las joyas terminadas, todos sin excepción, son elegantes pulcros, con las piedras correctas serán prendas como ningunas en nuestra colección. Se me ocurre una brillante idea, como todo lo que cruza por mi mente.

Pasado unas cuatro horas le marco a Joe que contesta casi de inmediato.

← ¿Qué quieres ahora? amenazarme con tírame desde un global al Alaska y me muera congelado - ruedo los ojos - no aun no tengo mucho, no soy investigador privado, recudas soy abogado.

→ ¿qué has averiguado en estas horas? - la incertidumbre de carcome.

→ No mucho, y esto se está complicando, unos meses después de que la dejaste a su suerte por imbécil - hizo una pausa para escuchar mi contrataque que no llego por la ansiedad de saber y por qué, aunque no lo aceptara de frente Joe tiene razón - estuvo hospitalizada pero no quieren darme información, que fueron tres días de hospitalización y quien firmo fue su amiga Vicky como acompañante. No se mas del resto dame más tiempo lo que menos quiero es tener que lidiar con pingüinos y osos polares.

Corto la llamada luego de su drama, dejándome en una incógnita. sobre la hospitalización, será por la cicatriz que vi en su abdomen bajo, que le habrá pasado.

Salgo de la habitación a la suya y esta mi madre hablando con ella, las chicas del servicio sale y le hago un gesto que deje la puerta entreabierta. Así lo hace saliendo casi corriendo escalera a bajo. Como nunca en mi vida estoy de fisgón escuchando conversaciones ajenas, en mi defensa necesito saber más de ella.

- Lo que menos quiero es engañarlo, pero usted sabe cuál es mi miedo, su hijo tiene un temperamento con el que no estoy dispuesta a lidiar y menos...

- Linda él está cambiando y solo llevas unos días en casa, tal vez el amor que sintió por ti nunca murió y al verte a recobrado vida.

- Él tiene su vida hecha, igual que yo. Yo amé al hombre con el que me tropecé en la universidad, el que sonreía, el que, hacia planes para un futuro juntos, pero meses después de casarnos todo el desapareció dándole paso a este frio, controlador y obsesionado por el trabajo y lo hacía para no pasar tiempo conmigo o eso era lo que pensaba, pero lo que más me dolió fue, el nunca poder hacer lo feliz porque solo me enfoque en él y me deje a mí misma de lado y eso se lo aseguro no volverá a pasar. Y si por alguna razón que dudo allá un nosotros nueva mente nada será como antes.

Tome valor y entre interrumpiendo su platica dejando en claro que las he escuchado.

- No quiero que sea como antes, quiero que iniciemos una nueva historia y tu seguridad me confirma que eres la mujer con la que quiero compartir el resto de mi vida y ese Theo no será rival para mí -. Su rostro palideció por completo, la sonrisa de mamá me dejo desconcertado más aun sus palabras.

KARMA Riley ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora