Nueva oportunidad, Nuevo comienzo

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Riley

Clarise Evans para nada es la misma que estuvo casada conmigo por tres años, esta mujer segura, con ese toque sensual al caminar, su forma de vestir el grado de madures, me asombra cada movimiento, cada pisada retumba con fuerza; seguridad aun que esa noche en el baño pude ver la misma timidez y sonrojo de hace años atrás.

- ¿Que paso en el baño amigo mío? - la voz de Joe me saca del recuerdo de esa noche cuando me bañaba -. Lo que me quieres decir es que no hay rastro de la chica callada, tímida, insegura y sumisa que con solo una mirada tuya ella no vocalizaba palabra y que esta Clarise rellenita, segura y rebasada de sensualidad según tus palabras te gusta más, que la que vivo por tres años contigo tres años a la que mantuviste como un cero a la izquierda, la que no determinabas en la universidad, ni en las reuniones que salían juntos a la que no le soltabas el brazos si veías que otro hombre la mira como tú no lo hacías con deseo y amor si se trata de nuestro conocido y amigo Taylor solo por orgullo.

Cada palabra de Joe me recordó lo insensible que fui con una mujer que no fue culpable de lo presionado que me sentí hasta el punto de casarme con ella en una edad donde solo mi vida comenzaba arruinando la suya, ignorada es lo que ella ha hecho en varias acciones conmigo ¿vendría para vengarse de como lo trate tiempo atrás?

- Sr Riley le tengo malas noticias lo que usted tiene es el síndrome de la ex, está usted teniendo dolores fuertes en el pecho y parte baja - ruedo los ojos ante las bobadas que escupe Joe - quien diría que tu paranoia te devolvería a una esposa mucho más hermosa por una cláusula que tú mismo impartiste.

- Porque mejor no buscas una solución, estoy más que seguro que en donde menos quiere estar es aquí conmigo.

- No la hay mucho a tu pesar y el de ella así que solo compórtate como un buen caballero y reconquístala quien dice que esta vez sea felices por siempre y esas cosas que dicen los cuentos - se encogió de hombros mirando el brillo de sus zapatos como si eso le importara.

Listo para replicar a lo anteriormente mencionado e interrumpidos por la puerta abierta sin tocar dejando ver a una figura enfundada en un outfit entre elegante y sexi donde el body de encaje dejaba ver su perfecta piel bronceada un pantalón talle alto ajustado. Al sentirse incomoda por nuestra mirada fija en ella se ajustó la chaqueta.

- Buenos días, ¿Joe como has estado?

- supongo que bien, pero por lo que veo y me cuenta tu estas muy bien, mamá habla maravilla del nuevo closet, tus diseños son únicos, lástima que no haya ropa para caballeros. - sonrió agradecida y apenada nunca le gusto que la alabaran.

- Me alegra que le gusto nuestro trabajo a tu mamá, tendré en cuenta en incluir a los hombres - Joe asintió y girando a verme ya que la mirada de Clarise se enfocó en mí -. Aun no estas listo Riley, si recuerdas la cita.

En el momento que me negaría a ir a la dichosa cita médica su celular timbro, miro la pantalla y su sonrisa ilumino su rostro, más su primera oración no pasó desapercibida. <<Hola mi amor>> la seguí con la mirada mientras se alejaba para no ser escuchada al lado de la ventana abriendo esta vez y saliendo al balcón su sonrisa cada vez que contesta la llamada en sus ojos un brillo reflejando amor ¿se habrá enamorado de esa persona?

- Amigo mío si no te pones las botas y te das un poco de prisa ella será la que esta vez le urgirá pedirte el divorcio y la verdad es que te quedaste corto con todo respeto está muy hermosa - lo miro mal al escuchar sus palabras al saber que se refiere así de mi esposa ya que no puedo decir mi mujer aun porque Joe tiene razón tal vez este karma lo voy a tomar como una oportunidad, esto no quiere decir que sedere a todo -. Solo digo la verdad, sabes que me gusta de admirar la belleza femenina.

- Que te parce si admiras hacia otro lado - rio llamando la atención de Clarise que corto la llamada.

- Muy bien, te cambias o te ayudo -. Entro al cuarto del closet y salió con una muda de ropa pantalón de vestir gris y una camisa blanca, la coloco en la cama y salió al baño trayendo unas toallas y una bandeja con tijeras. Se sentó a mi lado sin preguntar coloco una toalla en mi pecho tomo mi barba cortando cuidadosamente.

- ¿Qué crees que haces? - se encogió de hombros aun no deja esa costumbre.

- No pretenderás salir así ¿verdad? - siguió con su labor asiendo lo mejor posible con el desastre en mi mandíbula.

- Te da vergüenza salir con tu esposo en estas condiciones ¿no es así? - su mirada en la mía con solo confirmar que era su esposo. Volvió a hacer lo que pretenda con el destrozo de ser humano que soy, la verdad no me negué ya que hasta a mismo me da vergüenza salir en estas condiciones.

- Esas palabras habrían hecho saltar mi corazón a mil años atrás, pero tú lo desistes de esta manera, tienes tu vida y yo la mía.

- Tienes a alguien más ¿verdad? - Se tomo su tiempo para responder, sin tomarse la sutileza de mirarme.

- Eso compete a mi vida privada, y no me vengas con que no es mi vida privada ya que estamos casados.

- Legalmente lo estamos Clarise, sé que...

- Que pisoteaste el amor que te brindaba ignorándome y dejándome sumida entre las paredes de una lujosa jaula, donde luego de hacerme el amor como nunca en los tres años de casados me pediste el divorcio ya veo que fue el consuelo para mi alma, pero sabes me levante de entre las cenizas de las Clarise que dejaste pisoteada y no te estoy culpando me culpo a mí misma por permitirlo, tú nunca me negaste que saliera, que creciera profesionalmente, ¿sabes por qué lo hacía? Por qué pensé que teniendo tiempo disponible para ti, me volverías a ver como los primeros meses de noviazgo. Que ilusa ¿no crees? Como exigir amor cuando yo misma me deje de querer por querer a alguien más. Es mejor dejar eso en el pasado en este punto de mi vida lo que menos quiero es remover viejos padecerse, es mejor llevar una buena relación para hacer esta estancia mejor para ambos. - sonrió al ver terminado su arduoso trabajo -. Listo te vez mucho mejor más guapo. - mostro mi rostro en el espejo que saco de su bolso de mano dejando una muy pulcra barba.

- Así que te parezco guapo todavía - negó sonrojándose - ¡Una nueva oportunidad, un nuevo comienzo! - mis palabras le sorprendieron tanto como a mí no sé por qué lo dije, pero por primera vez en años me siento a gusto y quiero recompensar el dolor que le causé y eso es hacerla feliz como debí hacerlo años atrás.



HOLA HERMOSAS, ESPERO ESTEN BIEN.

CUENTEMEN QUE LES HA PARECIDO LA HISTORIA HASTA AHORA Y QUE LES GUSTARIA QUE PASARA.

LAS LEO EN LOS COMENTARIOS Y NO SE OLVIDE VOTAR.

GRACIAS POR LEERME 💖

KARMA Riley ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora