Te quiero en mi vida

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Clarise

Los días pasan con rapidez, los diseños para la semana de la moda en Milán están casi listo solo falta revisar los últimos detalles para que todo fuera perfecto. A falta de mi presencia voy a darle la oportunidad a Loren en los diseños a mostrar varios de ella, su nerviosismo al enteraras fue evidente pero su felicidad lo supero.

Con Riley la situación sigue igual, no volvimos a dormir juntos, ya que Theo está feliz con la habitación que Riley mando a adecuar para él y ese era el principal pretexto para hacerlo, no voy a negar que no faltan los encontrones donde no sobran los besos y caricias, pero más allá de eso nada. Evito engancharme sin saber que pasara cuando todo vuelva a la normalidad.

El día de la operación está más cerca, aunque no lo admita sé que esta nerviosos y rogando que todo salga bien, más por qué desea pasar momentos con nuestro hijo en donde no este limitado. Es evidente que disfruta estar con él y, Theo con su padre. El que hace todo lo posible por aprender muchas cosas esenciales para Theo. ¡Riley es un buen padre eso nos lo ha demostrado con actos ya que las palabras para el sobran! Me sentí verdaderamente aliviada al hablar con Theo de las razones de mi mentira, explicándole lo mejor para que él pueda entender sin dejarlo más confundido, a Dios doy gracias que sea un niño tan inteligente y noble, aunque a veces esa nobleza la, dejo de lado.

La modelo no ha parado de buscar a Riley, trata de ganarse su perdón usando a mi hijo comprándolo con regalos, lo que Theo a provecha para recibir y luego ignorarla y pegarse como garrapatita a su padre, pensé que solo a mí me celaba, pero veo que no.

- Te parece si hablamos de nosotros ¿Clarise? - Estaba tan sumida en hacerle los masajes en las piernas por los calambres al estar inmóvil que no me percate que me lo había preguntado varias veces -. Negué.

- Es mejor que te concentres en la operación, esta asolo un día -. Asintió no muy convencido - ya habrá tiempo para hablar ¿sí?

Miedo, eso me inundo al pensar en tantas posibilidades, estar con él, resurge esa mujer insegura y no de lo que soy si no de lo que quiero. ¿qué es lo que en realidad quiero del padre de mi hijo?

Quiero que me diga lo que en realidad siente, quiero que seamos ese matrimonio que no pudimos ser por inmaduros, quiero que sea mío y de nadie más. Que no se Coiba en decirme lo que piensa y siente, que no nos enfrasquemos en los mismos errores del pasado.

Tengo miedo, que solo sea yo, la que este teniendo este sentimiento y el solo no quiera separase de nuestro hijo y lo entiendo, pero no puede ser así por lo que hablamos y paso antes de que tu viera conocimiento de la existencia de Theo.

Me propongo luchar por lo que quiero, dándole la seguridad que estaré ahí y que si él también lo quiere estaré por siempre. Me acerco dejando un beso en sus labios, sintiendo como me rodea con sus fuertes brazos, enredando una mano en mi cabello profundizándolo, sintiendo como se abre paso en mi boca. Nos separamos por el tan anhelado oxígeno, me acerco a su pecho desnudo sintiendo como su corazón desbocado retumba, sus manos acarician mi espalda.

- ¿A que le temes Clarise Clark? - hacia tanto que no conjugaba mi nombre con su apellido, me separo de su pecho acuno mi rostro -. Esta vez no nos perderemos, no cometeremos el mismo error dos veces, no te reprochare el haberme ocultado algo tan importante como lo es un hijo, nuestro hijo - hizo hincapié en la última frase - luego de pensarlo y de las charlas con mis padres y mi amigo al respecto, entendí tus motivos, no los comparto, pero comprendo el por qué no te sinceraste. No quiero que te sientas culpable, eso me da una ventaja es que me debes, así que tal vez sería bueno un hermanito para Theo - sin contener la emoción de sus palabras las lágrimas no se dieron a esperar, las que limpio.

Por primera vez en años, me sentí sin ese peso que cargué por tanto tiempo. Sentirse liviana sin ningún cargo de conciencia por estar ocultando lo más bello que me pudo pasar en la vida. Como adolescente sonreí y salte a él ahorcadas, su sonrisa y un gemido de dolor al caer en una posición dolorosa paras masculinidad.

- Lo siento, en verdad no lo hice con la mala intención, solo si temí que budares de tu paternidad - negó dejando un beso húmedo en mis labios terminado con una mordida en mi labio inferior, el jadeo que escapo fue prolongado al sentir como amaso mi trasero. Me separe de golpe dejando lo desconcertado.

- ¿Sucede algo? - la confusión se tatuó en su rostro.

- Solo quiero que seas sincero, no hagas esto por estar cerca de nuestro hijo, nunca te volvería negar estar con él, pero...

Fui interrumpida por sus labios robando los míos, para luego bajar por mi cuello dejando pequeños mordiscos en mi piel.

- Ahora si quieres hablar ¿eh? - dejo otro beso esta vez en mi hombro - seré sincero, odio que Taylor te visite con tanta frecuencia, más sabiendo sus intenciones - gemí al morder el ovulo de mi oreja, negando , sin poder pronunciar palabra - me siento orgulloso de ti por todo lo que has logrado, y me reprocho el no a ver sido yo, tu esposo el que te haya dado la mano para caminar por ese sendero, pero te ofrecí tantas veces mi ayuda y fueron rechazadas - beso mi clavícula mientras su mano se abría paso por mi blusa sacando botón por botón dejando varios pellizcos en mi piel dando esa sensación entre dolor y placer exquisito.

- lo siento... - me silencio con un beso más que me robo el aliento.

- Pero hoy, con el corazón queriendo salir del pecho y unas ganas de acerté mía hoy y siempre, te prometo que hare lo imposible por que nuestro matrimonio funcione, estaré para ti y nuestro hijo, más los que vendrán - desabrocho mi sostén dejando mis senos libres, viendo como saboreaba sus propios labios sin despegar la vista de ellos que se endurecieron con el toque suave para luego pellizcar mi sensible pezón, dejándome un claro mensaje es que su propósito era que le escuchara sin refutar y me perdiera por completo en las caricias lentas pero certeras que me proporcionaba sin dejar de hablar lo que me hacía perder la cordura era la paciencia con la que manejaba la situación cuando lo que más quería era que me tomara -. Cada problema que se te presente buscare la solución, cada obstáculo, lo derivare por ti, cada inseguridad, la desapareceré, recordándote lo valiente, fuerte y capaz que eres. Y no por estar conmigo, sino por permitirme compartir todos tus logros, felicidades, tristezas y enojos a tu lado, ya que tengo la plena seguridad que tu estarás para mi encada faceta de mi vida. ¡Te quiero en mi vida, porque hoy tengo la seguridad que nunca te deje de amar!

Sus palabras desbordaron cada emoción existente en mí, aclarando cada duda que podía a ver tenido.

- también te amo - vocifere emocionada, con la felicidad recorriendo cada poro de mi piel, compitiendo con la sensación al sentir su mano descender por mi pantalón abriéndose paso para llegar a mi feminidad rosando mis pliegues que palpito ante el calor que emanan y percibiendo mi humedad.

- Más le vale Sra. Clark, mire que este hombre es un esclavo ante sus pies - sus dedos se movían con fluides en mis pliegues, de arriba abajo y en circulo.

- Muy bien esclavo, haz tu deber como esposo -. Sonrió con malicia, con lujuria palpable en sus grises ojos que oscurecían, haciendo me desfallecer en sus manos.

KARMA Riley ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora