Sorpresivo e importante

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Riley

El amor que nace con solo ver a esa personita por primera vez es indescriptible, ¿solo un lazo de sangre puede conllevar a este sentir? No lo sé, porque los niños que se adoptan se aman de igual manera, mejor ejemplo mi amigo Joe, sus padres lo aman con locura desmedida podría decir, ya que fue el regalo que la vida les dio, como lo dice su madre, al no poder tener hijos por el problema de infertilidad del Sr. Floyd.

Pero este sentimiento de protegerlo, de ser una mejor persona para que él se sienta orgulloso. De tenerlo conmigo al dormir, sentir sus pequeñas manos aferrarse a mi aun estando dormido como si sintiera el mismo miedo que yo, despertar y que todo sea un sueño.

Lo posesivo que es con Clarise al punto de celarla conmigo, sabiendo que soy su padre. Su risa llena de alegría, la casa que por años estuvo en un silencio, sus pisadas correteando por el comedor mientras huye de papá que lo persigue es lo más hermoso que he vivido en todos los años de vida.

Durante el desayuno puede apreciar a Clarise pensativa, distraída y un tinte de tristeza en sus ojos fijos en dos puntos en Theo y el plato frente a ella que aún no prueba bocado.

La forma en que mira a nuestro hijo es adorable se nota el amor que le tiene, su sonrisa al observar cada uno de sus movimientos mientras cuenta historias de sus vacaciones con los padres de Clarise. Se que lo que más teme es que él se acostumbre a esta vida juntos. La soledad es el peor de los karmas para cualquiera, nunca podría hacerle algo como eso a ella, no ahora que siento que nunca deje de quererla, que lo que sentía por ella solo lo congele y su calidez está derritiendo ese hielo.

- Abu, ¿porque mi mami se ve tan triste? - tira del pantalón de papá.

- No está triste solo está un poco cansada por el trabajo y en casa no le hacen las cosas más fáciles -. Su indirecta no me pasó desapercibida.

El resto de la mañana no fue mejor al ver entrar a Joe con mi secretaria para que revisara unos papeles y los firmara esa era mi forma de contribuir trabajando desde casa, solo mi secretaria me había visto después del accidente. Debes en cuando hacíamos pausa cuando Theo se acercaba para que lo cargara.

- ¿Como vas con tu nuevo rol? - la curiosidad de Joe e igual que la chica frente a mí por mi actitud relajada cuando esta Theo alrededor.

- No me cambio por nadie - asintió burlón como siempre.

- Papi, termina pronto ya casi viene mamá para almorzar - asentí mientras se acomodaba en mis piernas, se sujetó de mi cuello jugando con el cuello de mi camisa - ¿quieres ganar unos puntos papi? - Esa carita de cachorro es para morir de risa - No me gustan las verduras - hiso un gesto de asco - y mamá me las hace comer - sonreí como no he parado desde que este pequeñín llego a casa.

- Quieres meterme en problemas con tu madre ¿eh? - su usual puchero se hizo presente.

- Son como dos gotas de agua y, más vestidos casi idénticos -. Vocifero Joe divertido

-Mami - grito bajando de mi regazo saltando a los brazos de Clarise - mira tengo un tío y se llama "jue" - Clarise sonrió besando las mejillas regordetas de nuestro hijo verla tan cariñosa la hace más hermosa y un tanto apetecible ante mis ojos, ¡por qué estoy pensando en esto!

- Buenas tardes - saludo - mi amor se llama Joe, me alegro de que le conocieras - la tensión se hizo presente al ver a Taylor de pie junto a Clarise y mamá empezando una conversación con el tema de cuando éramos compañeros de universidad.

Nuestras familias son muy cercanas lo que mis padres, lo suelen tratar con familiaridad.

- Hijo, he invitado a Taylor a comer con nosotros - sin responderle a mamá, atisbo entre Taylor y Clarise que está concentrada en Theo, que, igual que yo no le agrado la llegada del intruso, su cara esta roja como jitomate sonrió al ver cómo es de celoso con su madre.

- Ya estamos todos vamos a la mesa -. ordeno papá besando a mi madre para luego acariciar paternal a Clarise y dejar un beso en la frente de su nieto.

Todos pasamos a los respectivos lugares, Clarise removió la silla del comedor para darme espacio a mi silla de ruedas, sentó a Theo a mi lado para centrarse ella su lado. Lo que quise intervenir, pero no podía darle gusto a Taylor, mamá miro a Theo que no dudo en hablar.

- Mamá sienta al lado de papá, para que me veas comer mejor la abuela hizo mi postre favorito. - Ese es mi hijo, mi padre curvo sus labios reteniendo su risa lo que no hizo mi amigo que carcajeo ampliamente mirando a Taylor. Clarise suspiro, mientras Taylor asintió. Se sentó a mi lado ubicando a perfección los cubiertos que utilizaría dándome el tenedor cuando la comida está servida frente a mí.

- Acércale el plato a Theo, por favor - el intruso pensaba hacerlo Theo intervino, para que yo lo hiciera. Mi padre le pregunto por sus padres y el trabajo para suavizar la tensión, lo que él respondió y se aseguró de mantener la conversación. Al servir el vino, Clarise coloco la copa en el sitio correcto sabiendo lo perfeccionista que puedo ser.

- Como si nunca se hubieran separado - vocifero Joe llamando nuestra atención, ya que al parecer los demás miraban cada movimiento de ella y yo le segundaba.

- Nunca lo hicimos - afirme

- Que literal amigo - segundo, la mirada de Taylor se posó en Clarise que se veía incomoda, mientras jugaba con la comida, por lo que me apresure a hacerla sentir cómoda.

- ¿Como te fue en la boutique? Ya está el vestido de la Sra. O'Connor - levanto la vista del plato que aún no degustaba, su mirada sorpresiva no me sorprendió, ya que no suelo hacer este tipo de cosas.

- Bien, si ya están terminado los últimos detalles, no lo he visto ya que estoy concentrada en los diseños para el desfile, quiero que Donato no tenga inconveniente alguno. - sentí el ápice al decir lo último ¿Por qué no ira al desfile? Es su oportunidad de ser reconocida ante el mundo.

- ¿No estarás en el desfile Clarise? - Taylor se adelantó a mis pensamientos. Ella negó haciéndome un gesto para que limpiara la comisura del labio, asimismo lo hice recibiendo una sonrisa de mi hijo que por supuesto devolví.

- No, para esa fecha hay un suceso importante - respondió, mis padres asintieron comprendiendo lo que acababa de decir.

- ¿Qué puede ser más importante? - presiono sus labios pensando en la respuesta a mi pregunta.

- Tu operación.

Sí, me sorprendió el ver que tenía muy presente la fecha, más que yo que soy el implicado y beneficiado no lo recordaba.

Cuán importante puede ser la persona a tu lado para dejar tu sueño de lado, para estar para este en un momento en el que te necesita, aunque no lo diga en voz alta lo grita con solo mirarte. Ava nunca hubiese dejado de ir a una pasarela por hacerme compañía, aunque muchas veces le asegure lo importante que sería para mí que así lo hiciese. Clarise sin pedírselo directamente lo tiene presente, dejando por lo que lucho por tantos años.

KARMA Riley ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora