Nuevo día en un sitio desconocido. Damián no está en el sillón donde se quedó dormido anoche. Él y el rubio se turnaron para llegar hasta aquí. Por otro lado, Poe duerme como un bebé a mi lado. Su brazo descansa sobre mi pecho impidiendo que me levante. Tras la charla y la cena, estuvo buscando tanto dentro como fuera de la mansión con el único fin de encontrar a Padme. No lo hizo, no la logró encontrar, y, por ello, Damián amenazó con matarlo si no lo volvía a intentar. Adivina qué ocurrió cuando volvió: Damián se fue echando fuego por las orejas porque el resultado seguía siendo el mismo: ninguno. A veces da la impresión de que su obsesión por Padme iba a peor con el tiempo, y que si no estaba con ella enloquecía.
—Buenos días, bollito. —Salgo del baúl de los pensamientos al escucharlo hablar.
—Buenos días, señorito Verne. —Se alza y posa sus labios sobre los míos. ¿Qué acaba de pasar? Y lo más importante, ¿por qué me ha gustado?
—Nadie me llama así, pero tú puedes hacerlo. —Se gira dándome la espalda para seguir durmiendo un poco más.
Salgo de la cama antes de que repita el mismo movimiento y me vuelva a besar.
El pasillo está vacío. Sin luz. El amanecer se cuela por las ventanas multicolores.
—Te ha besado. —¡Dios! ¡Este hombre un día me mata del susto! Su culo está apoyado en la pared. Me mira con la intensidad de un ladrón examinando la dirección de su siguiente saqueo.
—Sí...
—Es bisexual. Lo gracioso es que no se acordará de haberlo hecho cuando se levante de verdad.
Me sorprendo. ¿Acaso ellos dos...?
Le doy un golpe en el hombro y asiento cuando me invita al salón a desayunar.
El comedor está a rebosar de sirvientes yendo de un lado a otro del largo salón. No obstante, las mesas están vacías.
—Todos están en el patio junto al laberinto —nos informa una mujer de mediana edad.
Damián me dirige hacia esa dirección. Su mano envuelve mi hombro con algo de dureza. La camiseta negra de manga larga no ayuda a compensar la ventisca áspera que nos recibe al salir. Un grupo de aproximadamente noventa individuos está charlando cómodamente con un vaso con un líquido mermelada en su interior.
El peligro me oculta detrás de él cuando todos se giran en nuestra dirección. Nos observan durante unos minutos y luego entran hacia el comedor. Mi escudo humano no les quita la mirada de encima al girarme tras de sí. Una vez que entran todos, me coge de la mano y me conduce hacia el laberinto.No entramos sino que nos quedamos en la entrada. Me abraza sin venir a cuento y me besa la mejilla. ¿Pero qué les ocurre a estos dos?
Su nariz roza la mía, mas no junta nuestros labios. Su boca se acerca a mi oreja y me susurra un «no te asustes».Algo frío me atraviesa la piel.
Su mano se retuerce con el puñal y yo me hundo en la noche.
Las últimas voces que escucho antes de abrazar la oscuridad por completo son las de mis padres.
La cosa tomó un giro... ¿Teorías? Te leo en comentarios 👀
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DAMIÁN & TÚ 💕
Fanfiction¿Qué pasaría si el Asfil de la autora Alex Mírez existiese? ¿Los novenos te encontrarían o tú irías a ellos? ¿Serías capaz de asesinar o de hacer cualquier cosa por amor? *Los personajes de Damián, Poe Verne y Padme, al igual que el pueblo de Asfil...