12. Herido de bala

232 14 0
                                    


—Aquí estáis, pensábamos que habíais huido a algún lugar oscuro, ya sabéis...

Creo que mi cara ahora mismo refleja el asco que siento hacia la persona que tenemos ahora mismo enfrente. Y su sonrisa de «imagina que suciedad se me pasa por la cabeza» más todavía.

—Si nos disculpas, vamos a asearnos. Ha sido un excelente día —contesta Poe agarrando mi mano, arrastrándome escaleras arriba, obviamente para huir de ese bastardo. Dorian no dice nada ya que el rubio sonríe y asusta. O, al menos a mí me asusta.

No me había fijado antes en las escaleras robustas: cuadros de personas armadas recorren todo el pasillo abultado que conduce hasta arriba.
Al llegar a la cima de la escalera de caracol, nos dirigimos a nuestra habitación.
Poe me deja bañarme primero. Una toalla me cubre por completo el cuerpo al salir. No quiero que me vea así. Sin embargo, gira su rostro al escuchar la puerta. Sonríe maquiavélicamente.
Se levanta y se acerca a mí.

—¿Por qué has matado a Damián? —pregunta, pareciendo debatiéndose entre su amigo y sus sentimientos. ¿Acaso está enamorado de alguien más que de sí mismo?

—Si no lo hacía, él iba a hacerlo conmigo o... —Me defiendo.

—¿O qué? —Me interrumpe subiendo el tono de voz y acusándome con el dedo.

Cierra los ojos antes de escuchar mi respuesta. Me da la espalda unos segundos y, al rato, me besa en los labios. ¿A qué viene eso? No le responde su gesto, pero coge mi ropa de su culo cuando vuelve a sentarse en la cama y me vuelvo al baño. Cuando salgo ya no está.

...

—Ella se enterará, tarde o temprano, Por Verne...

Esa frase llama mi atención al entrar en la biblioteca de aquella casaza. El rubio está sentado con una pierna cruzada por encima de la otra, un libro descansa sobre sus manos. Un camarero andrógino le sirve un poco de Ambrosía, el cual me ofrece a mí un poco después. Rechazo la oferta puesto que no quiero ver fantasmas tan temprano. Te parecerá mentira pero es de día. Mejor dicho, son casi las cinco de la madrugada, por tanto, está amaneciendo en este recóndito lugar tan sombrío.

Unos gritos despiertan mi curiosidad. El hombre vestido delante se levanta y me tiene la mano, la cual acepto. Salimos al exterior y veo a mis padres. Dorian les apunta con una pistola. Me llevo una mano a la boca para intentar controlarme, mas mi nerviosismo altera a Poe. Al preguntarme qué me ocurre, miro a mis padres y él, enseguida, entiende el problema reconociéndolos en el proceso.

No me da tiempo a darme cuenta de que su mano ya no agarra la mía. Y menos cuando se coloca delante del arma disparada.
Poe Verne ha caído, repito, está herido y yo en shock.


















Auch, eso ha tenido que doler. ¿Qué crees que pasará en el siguiente capítulo? Te leo en comentarios 🥺.

DAMIÁN & TÚ 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora