Pov: Nagi.
Estábamos en la habitación con Reo, aún estaba terminando de procesar todo lo que me había dicho, sin dudas las apariencias engañan, frente al mundo los Mikage parecían ser una familia feliz, pero hay muchos secretos oscuros en las gigantes paredes e interminables pasillos. La madre de Reo era una depresiva que intentó matarlo cuando era un niño, y él se hacía cargo de ella con recaía, su padre era como si no existiera.
- Oye Reo.
- Dime.
- Tú madre, ¿ella está aquí ahora?.
- Si, ella está en la planta baja, es por su seguridad, allí siempre están los empleados y la podemos tener más vigilada. También es por la tranquilidad de mí padre.
- Ya veo, lo siento, tal vez es algo que no debía haber preguntado.
- No te preocupes, es algo que nunca lo hablé con nadie, siempre que estoy cuidándola está Ba-ya conmigo, pero nunca pude decírselo a nadie por obvia razones. Ya sabes, debo cuidar la imágen de la empresa y mí familia.
- Entonces... ¿No puedes confiar en nadie?.
- Básicamente no, lo empleados que saben de la condición son los que estuvieron ese día, cuando mí madre y yo estuvimos encerrados, desde ese día papá reducio la servidumbre, solo busco quedar a Ba-ya y a dos chicas, que fueron las que te atendieron. Aunque vienen más personas a limpiar, pero son diferentes y solo le pagan una vez. Ya sabes, es para que no tengamos empleados fijos que puedan saber de la condición de mí madre.
- ¿Y algún amigo tuyo lo sabe?.
- No, hasta ahora eres el primero con lo que hablo de esto.
- Si no puedes confiar en nadie ¿Por que me dices todo esto?
- Porque... No pareces el tipo de persona que se interese por mí estatus, para los demás a sus ojos yo soy "Mikage Reo" el heredero de la corporación Mikage. En tus ojos, solo soy Reo. Me agradas Nagi, ¿Tendría alguna razón para no confiar en ti?.
Lo que dijo Reo me sorprendió, sin dudas le agarró desprevenido, nunca pensé en escuchar esto de él, bueno ni de nadie, es raro que alguien a quien conozcas hace relativamente poco te tenga esa confianza, pero no me molesta, tal vez porque si bien pensaba que Reo era alguien que me traería problemas al principio, lo juzgue mal. En este momento no se explicar lo que estoy sintiendo, es extraño, no recuerdo nunca haberme sentido así.
- Supongo que no. Eres genial Reo, gracias por confiar en mí.
- Dime Nagi, ¿Yo te agrado?.
- Claro que lo haces Reo. Eres genial.
- Eres un gran tesoro Nagi.
- ¿Tesoro eh?
- Así es, eres mí tesoro.
- Supongo que ya es hora de irme.
- Claro, le diré a Ba-ya que te lleve.
- Gracias.
Bajamos al comedor y salimos con Ba-ya, no voy a mentir, sin dudas me das miedo, gracias al cielo el viaje fue rápido, o tal vez lo sentí demasiado porque solo miré la ventana y trataba de terminar de asimilar todo lo que había pasado este último tiempo, sobre todo lo de Reo. Es estresante, nunca pensé tanto en una persona para que me tenga tan intranquilo.
- Llegamos joven Nagi.
- Gracias Ba-ya.
Me bajé del auto u camine en dirección a mí casa, las luces estaban encendidas y la puerta estaba abierta.
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Por nuestro bien
FanfictionNunca me interesaron muchas cosas, pocas veces mí corazón se acelera por algo, pero cuando lo hace es muy fuerte, pongo mí vida en eso y haría cualquier cosa para tenerlo siempre. La primera cosa que descubrí, fue el fútbol y la segunda... Fue un ni...