CAPÍTULO X Que comience el juego

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Nota de la autora: Les saludo cordialmente a todos los estimados lectores, agradezco con gran ímpetu a quienes se han tomado su tiempo en leer esta historia escrita con amor y fervor, a los que han dado su voto lo cual es muy especial para quien escribe, también miles de gracias a Jessi G por seguir este fic, votar y comentar, ahora comprendo la difícil odisea de escribir, mi admiración a quienes publican este capítulo es dedicado a todos ustedes.

Después de ese abrazo de una falsa promesa por parte de Elena Katina, saludo a lo lejos a Ivanna porque debían acomodarse cada quien en su respectivo asiento ya que la implacable Profesora Volkova había arribado en la sala para dar inicio a su lección del día.

Por esta vez Volkova podía casi decir que fue un día ileso sin la gloriosa intervención de Katina para protestar por algo, al despedirse de sus queridos estudiantes le pidió a Elena que pasara para charlar acerca de su evaluación a la que había apelado, las dos nuevamente se hallaban a solas en la oficina, Volkova fue la que empezó la conversación:

-Tome asiento por favor Señorita Katina.

-Sí, gracias.

-Hablé con el Señor Chernov directivo de Tchaikovsky, hemos llegado a la decisión de concertar una reunión junto con otros docentes, claro está que usted puede en estos días preparar sus argumentos al igual que yo, los docentes y el mismo director harán revisiones, escucharán su apelación, analizarán todo lo expuesto y en lo posterior nos darán opciones para resolverlo y un resultado, ¿qué le parece?

-Bien, es como lo planteó una opción más imparcial para poder llegar a una solución.

-¿Conserva aún su nota que le di en aquella ocasión?

-Sí, de hecho la traigo conmigo justo en este momento.

-¿Podría sacarla por favor?, requiero de una copia para también respaldar mis fundamentos, iré con la asistente del Señor Chernov para fotocopiarla en este instante y se la regreso, si gusta esperarme.

-Está bien no tengo inconveniente en ello.

Elena se disponía a buscar en su portafolio la evaluación de aquella ocasión en que sucedió la discordia, pero su maquiavélico plan ya se estaba maquinando, por fin lo encontró y sustrajo.

-Aquí está, tome yo aquí la espero.

Dicho lo anterior, al darle las hojas a Julia con su índice acarició leve y discretamente uno de sus dedos, pero Julia no se dejó llevar por esta acción, se mantuvo seria todo el tiempo.

-Está bien Señorita Katina no tardo.

Una vez que salió Julia, Elena sonrió de forma descarada, dirigiendo las siguientes palabras para sí misma:

-Ay Volkova sé que será muy complicado hacerte ceder, pero no tienes idea de cuánto me fascinan los retos, bien lo dicen entre más trabajo te cuesta llegar a la meta más delicioso sabe el premio una vez obtenido.

Julia se dirigía hacia el escritorio de la asistente del director, sin embargo; algo la abrumaba, ¿era real o producto de su imaginación?, ¿será que su mente le estaba jugando una mala pasada?, ¿eso fue un contacto deliberado para flirtear?, si era cierto o no ella debía mantenerse firme y no perder los pies sobre la tierra, porque iban a suceder dos alternativas las cuales ninguna pintaba para ser buena, si era verdad el coqueteo por parte de Katina no debía involucrarse por todos los problemas que eso conllevaba, y si no era así iba a cometer un error garrafal y ella sería el hazme reír de sus alumnos y de todo el Conservatorio.

Por fin llegó con la asistente del rector:

-Hola, buenos días Señorita Belova.

-Buenos días Julia, ya te he dicho que me puedes hablar de "tú", y dejar de lado tanta formalidad, me haces sentir como una anciana.

La pianista. ПианистDonde viven las historias. Descúbrelo ahora