CAPÍTULO XXXIII Preparando el terreno

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Después de que Iván se retiró de su oficina Julia tuvo la determinación de alejarse por un momento para apaciguar la inquietud que le había generado aquel encuentro, Elena no tuvo opción más que dejar pendiente la conversación que necesitaba tener con Julia, sin embargo; a unos minutos de la hora de salida de la rutina laboral Dmitry no dudó en ir al Departamento Interino de Piano, se escuchó el sonido de la puerta y la voz de Julia:

-¡Adelante!

-Hola, hace un rato no pude hablar contigo porque apareció el Señor Chernov.

-Dime ¿de qué deseas hablar?

-En relación al proyecto y de mi comportamiento.

-Bien, continúa.

-Me disculpo, debo separar el trabajo de lo que sucede entre nosotros, no es necesario que salgas del proyecto, debo admitir que no sería lo mismo sin tu asistencia.

Entonces sonó la vibración del móvil de Julia sobre el escritorio, ella echó un vistazo al mensaje y haciendo visible su gesto de que llevaba un poco de prisa finalizó la plática rápidamente.

-Mmmmm, okey no hay problema, si no tienes otro tema que tratar debo apresurarme tengo otras cosas que hacer (se mostró fría e indiferente).

-No, es todo.

En lo que reunía algunos objetos dentro de su portafolio Julia procedió a la despedida.

-Hasta mañana.

-Hasta mañana.

Dmitry salió de su oficina y Julia no tardó en hacerlo, debía acudir a su cita con Iván Chernov.

Julia iniciaba la clase en la Sala Rajmáninov, proporcionó algunas instrucciones para que al final se quedaran Svetlana Zotova e Ivanna Chekhova, les avisó acerca de los horarios de ensayo para la presentación de la fiesta de gala en honor al Embajador de Italia, no se había dado la ocasión para la charla que estaba buscando Elena con Julia, hasta que vio su oportunidad porque Ivanna se iba a retirar de inmediato del Conservatorio ya que iría con su madre de compras para elegir el atuendo ideal para la presentación, Elena ya estaba presta a tocar la puerta pero pudo notar que Julia se aproximaba.

Julia caminaba relajada mientras buscaba las llaves de su oficina y ahí estaba Elena parada enfrente de la puerta, no pudo evitar fruncir un poco el entrecejo en señal de extrañeza, hasta que llegó frente a ella, a lo que Elena emitió las palabras un poco titubeante.

-Disculpe la intromisión Profesora Volkova ¿tiene tiempo? Quisiera tratar un asunto con usted.

-Está bien Señorita Katina.

Julia abrió su despacho y al tiempo con su mano por cortesía le concedía el paso primero a ella y le dijo:

-Adelante Señorita Katina.

-Gracias.

Julia cerró la puerta dejó sus pertenencias, se acercó a su silla y se dirigió a Elena:

-Tome asiento por favor, dígame en qué puedo ayudarla Señorita Katina.

-No sé por dónde comenzar es una situación incómoda.

-Comprendo, solo mantenga su atención a lo que quiere expresar, entre más piense menos podrá hacer frente al asunto en cuestión.

Elena inhaló profundo y continuó con lo que quería decir.

-Bien, le debo una disculpa por haberme marchado sin explicación después de lo que ocurrió entre las dos, no fue muy maduro de mi parte y...

Julia levantó su mano y la detuvo...

La pianista. ПианистDonde viven las historias. Descúbrelo ahora