CAPÍTULO XI En verdad me desconciertas

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Todos los demás alumnos de Julia ya se estaban retirando de la sala, después de que llamó a Elena esta se acercó con la misma extraña afabilidad de la última vez en que se vieron a solas, Elena preguntó:

-¿Dígame Profesora Volkova?

-Solo para informarle de la reunión que tenemos programada con el Señor Chernov y los otros seis mentores del Departamento Interino de Piano para reevaluar su nota.

-Cierto, ¿en dónde será la junta?

-En la oficina del rector.

-¿Podría ir con usted de favor para no extraviarme?, no conozco aún todo el Conservatorio.

No muy convencida Julia por el comportamiento inusitado de Elena aceptó por educación.

-Está bien, solo que debo ir primero a mi oficina a dejar algunas cosas, sino le molesta antes de acudir con el director.

-No tengo inconveniente, solo voy por mi portafolio y regreso con usted.

-Bien, la espero.

Elena fue por su portafolio e Ivanna fue a su encuentro.

-¿Qué tal Lena?

-Hola Ivanna, ¿cómo estás?

-A decir verdad no muy bien, después de ese cauteloso desplante que me diste antes de comenzar la clase.

-Mira Ivanna si gustas lo hablamos después con calma, por ahora tengo una reunión con el Señor Chernov, otros profesores del Departamento Interino y Volkova por el puntaje de mi evaluación como recordarás.

-Okey, después me envías mensaje para verte después de tu junta.

-No me despido entonces, en un rato te veo.

Acto seguido Elena alcanza a Julia para dirigirse ambas a la oficina de esta última, al caminar Julia lucha un poco porque casi se le cae una de las carpetas a lo que Elena rápidamente le ayuda a sostenerla, sus miradas se cruzan de cerca, Julia intenta mantenerse centrada y tranquila, por su parte Elena quiere inquietar sus sentidos y su mente.

-Veo que le está costando un poco de trabajo llevar las carpetas Señorita Volkova, ¿la puedo auxiliar?

Aunque no quisiera admitir la ayuda de Elena, a decir verdad si necesitaba una mano.

-Supongo que estaría bien para que no termine de soltar todo lo demás que llevo, se lo agradezco mucho Señorita Katina.

-No tiene nada que agradecer lo hago con gusto.

Elena le sonrío al decir esto, lo que incomodó internamente a Julia pero no debía ser obvia, así continuaron su trayecto, una vez en la puerta Julia abrió y entró.

-Pase por favor Señorita Katina, puede dejar las carpetas sobre mi escritorio, nuevamente gracias por la molestia.

-Le reitero que no tiene por qué agradecer.

-Bueno solo buscaré en mi cajón la copia de su evaluación e iremos de inmediato a la oficina del Señor Chernov.

-Me parece bien.

Julia ya tenía a la mano la evaluación de Elena, así que se dispuso a salir al lado de ella, sin embargo; las dos chocaron por querer cruzar la puerta al mismo tiempo, Julia por perder el equilibrio se dobló el tobillo y casi cae, en un ágil movimiento Elena la sostiene con su brazo izquierdo por la cintura y la atrae hacia ella, la emanación de sus respiraciones agitadas se percibía entre ambas coincidiendo al mismo nivel sus labios por la intensa emoción del probable descenso de Volkova al suelo, y otras sensaciones que todavía se negaban a aceptar. De inmediato se separaron y ladearon sus rostros para no hacer evidente el sonrojo de una ante la otra, y evitar un posible contacto que podría confundirse con un beso consensuado.

La pianista. ПианистDonde viven las historias. Descúbrelo ahora