Julia se quedó pasmada por tal osadía de Ivanna, sin embargo; al sentir el cálido sabor de sus labios la hizo revivir sucesos de antaño, entonces empezó a relajarse cerró sus ojos y se dejó seducir por el arrebato de ella, la tomó de la cintura con posesión para estrujarla contra su cuerpo y movió sus labios y lengua en correspondencia a aquél beso, primero de manera suave explorando el terreno y poco a poco con más profundidad y pasión, era como un dulce suculento que te genera una sensación placentera al primer contacto y después deseas probar ávidamente más porque te encantó ese sabor, Ivanna nunca se imaginó que al final su Profesora con ese aspecto tan conservador y serio besara tan salvaje y deliciosamente, y además cayera en su juego, Ivanna fascinada quiso continuar sin pensar más que en el beso que ella misma incitó.
Las dos lentamente disminuyeron sus movimientos frenéticos y después que la consciencia de cada una se hiciera presente y se percataran de lo que habían hecho se contemplaron avergonzadas y desconcertadas, mientras tanto Elena no podía explicar los sentimientos que tenía en ese preciso momento, no sabía si estaba consternada, molesta o ambas por la rabieta de Ivanna o por la pasividad inicial de Julia, o en su defecto por ceder al final a las estupideces de Ivanna, era algo paradójico que a ella la evitara por las cuestiones morales y pregonara los principios de Profesora a Alumna, y ahora parecía una adolescente totalmente hormonal.
Ivanna después de mirar a Julia lo único que hizo mecánicamente fue marcharse apresuradamente sin decir nada, el cuerpo de Julia permaneció como si no tuviera vida, completamente absorta solo atinó a decir en voz baja:
-Sus labios tienen un dulce sabor a cereza.
Elena sin ocultar su enojo le respondió:
-Sí, eso ya lo sé.
Julia aún ensimismada enunció las últimas palabras antes de retirarse también de la sala:
-Sabe debería colocarse una compresa de hielo en la mejilla al llegar a casa antes de que empeore la inflamación, creo que debo darme prisa tengo una reunión, con permiso.
Y sin más Julia también se esfumó de esa escena un tanto extraña, Elena azotó su portafolio a uno de los asientos del anfiteatro, solo bufó por lo abrumada que se sentía, una vez que llegó a su auto respondió el mensaje de Alina:
-"Hola Alina siento no haber contestado en tiempo tu mensaje, tuve un percance por esta ocasión no podré ir a Kolomna, nuevamente me disculpo".
-"No te preocupes será para otro día, cuídate nos vemos después"
-"Sí, tú también cuídate, adiós".
Manejo hasta su departamento y con lo que no contaba es que al abrir la puerta se apreciaba un delicioso aroma a pelmeni lo que significaba que su madre ya estaba de vuelta de su largo viaje, Inessa salió de la cocina en cuanto escuchó el ruido de la puerta para encontrarse con su única y algo especial hija y la saludó:
-Lena cariño ¿cómo has estado estas semanas?, ¡aaaaaah! por lo que puedo notar no muy bien ¿cierto?, por qué traes la mejilla enrojecida, no me digas nada lo más seguro que por algún lío de faldas, supongo que debo de traerte algo de hielo.
-Mamá por todos los cielos por qué siempre haces conjeturas qué tal si fue en una audiencia o por una disputa entre compañeros, qué se yo.
-Ay Elena como si no te conociera, ya te he sugerido miles de veces que dejes de enredarte de esa forma con las chicas, quieres acapararlas a todas como si no existiera un mañana y eso por obvias razones te ha traído consecuencias.
-Madre hoy no ha sido un día muy gratificante así que no quiero entrar en detalles, me siento agotada y no solo físicamente, así que solo quisiera degustar el rico pelmeni y descansar.
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La pianista. Пианист
FanfictionLa frialdad matizan el rostro de una joven con enorme carisma y potencial, sin embargo; su mirada expresa honestidad, soledad y un amor intenso que intenta ocultar en el abismo que ella misma construyó hace tiempo, varias circunstancias que la orill...