CAPÍTULO XX Un rato de diversión y discusiones

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Anton ya estaba por arrancar, había encendido el motor a lo que le preguntó a Julia lo siguiente:

-¿Lista?

-Sí estoy lista para esta aventura, sorpréndeme, jajaja.

-Bien sujétate fuerte aquí vamos.

La moto se fue a la velocidad máxima establecida para esas calles de Moscú, ya les estaban entregando las llaves de los autos a Elena y a Alina, antes de abordar cada una al suyo Alina le hizo un comentario a Elena:

-Oye no habías dicho que tu Profesora era demasiado conservadora no sólo en su comportamiento sino en su atuendo, porque lo que contemplé es todo lo opuesto, más bien se veía muy sexy.

-¡Por dios Alina!, no lo entiendo, es una persona con muchos enigmas a su alrededor, en el Conservatorio así viste, supongo que su objetivo es lucir mayor ante los alumnos, pero ahora que está en plan social porta un outfit muy distinto, hasta me hace parecer como una mentirosa ante ti, es toda una dualidad esa mujer.

-Yo diría más bien como una bufona jajajaja, no te creas bromeo, vaya es todo un misterio Julia Volkova.

-Jajajaja, Alina qué graciosa eres.

- En fin Elena me despido, te veo después en el despacho, cuídate.

-Tú también ve con cuidado Alina, hasta pronto.

Dentro del restaurante estaban Dmitry y Kamila aun degustando el vino y lo que les sirvieron de postre, por la ventanilla Dima visualizó a Julia acomodándose con la ayuda de Anton, y casi se atraganta, Kamila le preguntó si se encontraba bien.

-¿Qué sucede, estás bien?

-Kamila no me habías dicho que ese tipo se llevaría a Julia en motocicleta.

-¿¡Ah te refieres a eso!? Y qué tiene de trágico, además ella se ve muy entusiasmada.

-¡Cómo puedes decir eso!, te imaginas si llegan a tener algún contratiempo, qué explicación le voy a rendir a su padre y a su abuela.

-Dima por todos los cielos pareces señora melodramática, no es que vayan a morir precisamente hoy en su primera cita como si fuera parte de una película romántica, exageras demasiado, además me siento muy feliz porque por fin Julia se ve relajada y pasándola bien, y ya basta de intentar boicotear su salida, deberías de enfocarte en nosotros.

-Está bien, solo espero que sea prudente al manejar esa cosa.

-En verdad ¿te estás escuchando?, semejas a una persona anticuada y de muy avanzada edad que no comprende la evolución de los nuevos tiempos.

-Ay Kamila eres imposible mejor continuemos con el postre.

Mientras tanto Anton le estaba dando un tour a Julia por Moscú pasaron por la Catedral de San Basilio, Anillo del Bulevar, El Mausoleo de Lenin, La Fuente de la Amistad de las Naciones impresionaba por su belleza arquitectónica y escultural, cada monumento contenía tanta historia y eventos que cambiaron el rumbo de toda una Nación, usos y costumbres de un largo zarismo que cayó en decadencia y fue destruida en manos de los bolcheviques para dar paso al leninismo el cual fue preludio del comunismo, en cada una hacían breves paradas y recorridos, como Anton llevaba consigo su cámara profesional capturaba las mejores vistas obviamente Julia también se hacía partícipe, ella realmente estaba disfrutando el momento.

En la Majestuosa Ciudad de Moscú estaba por entrar el resplandor del ocaso que anunciaba la agonía del día, decidieron visitar La Reserva y Museo de Historia y Arquitectura de Kolomenskoye, situado a la orilla del río de Moscú, al sureste del Kremlin, Patrimonio de la Humanidad con más de 350 hectáreas de bosques antiguos, era la residencia de verano de los grandes Zares, con hermosas iglesias y el Palacio construido por el Zar Aleksey, entre juegos y risas admiraban todo el paisaje y aspiraban todo ese aroma natural (sui generis) que destilaban las plantas y árboles, entre dulce, cítrico y con ese toque de frescura característico de las zonas boscosas, era un aliento de vida sin lugar a dudas que proporcionaba al ser la beatitud anhelada.

La pianista. ПианистDonde viven las historias. Descúbrelo ahora