Never knew I could feel that much - Pablo Gavi

Capítulo 45

~16 de abril de 2023~
•Narra Gavi
Mientras espero a que Pedri suba al coche para que me pueda llevar hasta el aeropuerto de Barcelona, observo mi chat con Vera, ningún mensaje desde ayer por la noche.
En un día era su cumpleaños y yo había decidido ir a verla por sorpresa. No se lo comenté a Xavi ni a nadie del equipo salvo a mis amigos y a mi familia porque tendría que perderme el entrenamiento del lunes para hacerlo, pero la verdad es que tenía tantas ganas de verla que no pude evitar coger ese vuelo. Por un lado me sentía muy mal por perderme un entrenamiento, sobre todo cuando estábamos primeros en liga y así había que seguir, sin embargo el lunes era día de gimnasio, por lo que me venía de lujo. Quería verla y estar con ella, llevábamos ya 1 mes separados y aunque ambos estuviésemos siempre ocupados era imposible no echarnos de menos. Mis noches habían vuelto a ser las de antes, Pedri y yo jugando al fifa hasta las tantas, y no miento cuando digo que me lo pasaba genial, pero la verdad es que tanto el canario como yo extrañábamos los comentarios absurdos que hacía la gallega cuando jugábamos los 3.

Últimamente Vera y yo hablábamos a todas horas, sin embargo yo seguía preocupado por la conversación que había tenido con Timmy hace 15 días. Vera no me comentaba nada sobre su ansiedad, sobre su relación con la comida o sobre como se sentía en relación a la película que estaba haciendo, es como si sus sentimientos hacia algo que no fuese yo se hubiesen apagado, y yo, sabía que estaba mal. Desde que Timmy me dijo que a penas comía mi mente no paró de darle vueltas, sin embargo, no podía hacer nada porque yo no estaba allí, y sabía que si le sacaba ese tema por teléfono la destrozaría todavía más, por eso necesitaba verla. No sabía hasta que punto era capaz de estar allí, tan lejos y sola, sin su familia, sin mí, sin Sira o sin ninguno de los demás y tampoco sabía hasta que punto su cabeza aguantaría.

-¿Listo?-me pregunta Pedri abriendo la puerta del piloto.
-Me vengo en 2 días, solo tengo que llevar el cargador-comento enseñándole la pequeña bolsa del Barça que llevaba para pasar esas 24 horas con Vera más las 12 y 12 horas en avión.
-Sí que estás enamorado Gavi-dice cerrando la
puerta y metiendo la llave en el contacto y yo lo
miro orgulloso.
-Calla anda-digo soltando una risa de enamorado porque en verdad lo estaba-y arranca que aún pierdo el vuelo.

Durante el camino Pedri me habla sobre una chica con la que está hablando últimamente pero en lo único que puedo pensar yo es en cómo coño voy a hablar en inglés con un taxista para que entienda a qué dirección quiero ir.
-Pero creo que al final no me atrae-dice mientras miro mi móvil-¿Me estás escuchando?
-Que no te atrae, ¿No?
-¿Que no me atrae quién?
-Pues la Lorena esa-contesto desviando ya la vista del teléfono.
-Qué raro, me estabas escuchando-dice con una sonrisa.
-Soy capaz de hacer 2 cosas a la vez, chaval.
-¿Te has enterado de lo de Sira y Ferrán?-me pregunta captando completamente mi atención.
-¿De qué?-pregunto desconcertado sin saber nada.
-Pues que llevan mal un tiempo-dice Pedri-van a irse de vacaciones en una semana, cuando descansemos, pero según Ferrán si esas vacaciones no les funcionan-hace un gesto de decepción con la boca.
-Esos llevan así 2 años, no van a dejarlo-acabo por concluir.
-Yo he visto a Ferri raro, no sé, si cortan todo sería muy incómodo-dice el canario.
-¿Por?-pregunto incrédulo.
-Hombre, dudo que Sira siguiese viniendo con nosotros a los sitios, y Vera más de lo mismo.
-¿Qué dices? Vera es mi novia-respondo indignado.
-Ya lo sé tonto, pero Sira es su mejor amiga, no estoy diciendo que te vaya a dejar si ellos lo dejan, pero supongo que ya no estaría tanto con nosotros.
-Eso no tiene que ver, Vera es amiga vuestra, y de Ferrán, no iba a dejar de estar con nosotros por Sira, repartiría el tiempo, vamos, digo yo.
-Vale, vale, solo era un pensamiento, no te enfades Gavira-comenta dándome unas palmaditas en la espalda.

Una vez Pedri aparca en la terminal 2, me despido de él con un abrazo.
-¡Suerte Romeo!-me grita bajando la ventanilla y yo le saco el dedo de en medio.