Capítulo 46

778 16 2
                                    

15 de mayo de 2023
•Narra Vera
Habían pasado varios días desde aquel fatídico 16 de abril que había acabado con la vida de Zen y a mí me había dejado totalmente atónita. Durante estas últimas semanas todos mis amigos habían encontrado más de un momento para demostrarme que estaban ahí, que aquello era real y que ellos nunca se irían. Me cuidaban como a su pequeña, que en realidad lo era junto con Pablo, y me hacían feliz aunque estuviese sumamente triste.

Respecto a mis proyectos en EEUU, había decidido abandonarlos hasta que me encontrase mejor, cosa que no sabía si pasaría. Amaba mi profesión, pero sabía que también podría realizarme aquí y que las puertas de Hollywood nunca se cerrarían, por lo que, cuando me fuese mejor mentalmente cabría la posibilidad de volver a hacer películas allí.

La primera semana después del accidente fue un shock increíble, no creía nada de lo que ocurría, todo me había parecido un sueño y a penas hablaba sobre lo ocurrido. Decidí no abrir ninguna red social ni hablar con nadie, a excepción de Pablo, Timmy y mis amigos, para descansar mi mente de aquellas imágenes que se colaban en mi cabeza cada 2 x 3. La última sensación de Zen apretando mi mano parecía que era real, que a veces podía sentirla y es que, aunque ambas no acabamos muy bien, sé que en el fondo nos quisimos hasta el final.

Actualmente me encontraba en mi piso, al que se habían venido a vivir mi padre, su mujer y mi hermanito. Parecía que en ningún momento podía estar sola, era como si todos pensasen que podía ocurrir algo muy malo si eso pasaba y ya me había fijado más de una vez. Pablo pasaba conmigo la mayor parte del tiempo, pero cuando se iba a entrenar se aseguraba de que antes de que Pedri pasase a buscarlo Sira llegase para estar conmigo, y así todo el tiempo.

Mientras estudio los últimos apuntes de historia para el examen final, ya que en nada tendría selectividad, acomodo mi pierna enyesada como puedo para no estar incómoda.
-Vera-me llama mi hermano-¿Me abres esto por favor?-pregunta extendiéndome la sorpresa de un huevo kinder. Mi hermano no sabía nada sobre el accidente y tampoco sabía que Zen había muerto, incluso algunas veces preguntaba por ella. Al pequeño simplemente le habíamos dicho que me había hecho daño haciendo una película y que por eso tenía la pierna rota, al principio se preocupó mucho, pero en cuanto se dio cuenta de que podía colorear y pintar el yeso a su antojo se le pasó un poco.
-Trae-respondo extendiendo la mano para que me lo de-alaa-se lo doy de vuelta-es un oso, qué guay.
-¿Lo quieres?-pregunta y me saca como siempre una sonrisa.
-No mi amor, todo para ti-contesto.
-¿Para Gavi?-pregunta de nuevo.
-¿Quieres dárselo a Gavi?
-Sí-dice y se pone a jugar un rato con el oso hasta que decide volver a hablar-¿Hoy viene Gavi?-Era sorprendente la cantidad de veces que mi hermano podía llegar a preguntar por el sevillano en un día, la verdad es que se había ganado su corazón, y eso me encantaba.
-Pues no lo sé-respondo-creo que sí. Déjame acabar de estudiar y lo llamo, ¿Vale?
-Vale-asiente bajándose de mi cama para aproximarse hacia mi mesa de estudio-te quiero Vera-dice dándome una caricia en la pierna mala y yéndose corriendo hacia la cocina.
La vida podía ser una mierda, yo podía estar sumamente triste en ocasiones aunque no hubiese un motivo aparente y mi mundo podía venirse abajo de un momento a otro, pero tenía claro que superaría todo lo que fuese tan solo por poder ver crecer y ser feliz a mi hermano.

Una vez termino de estudiar lo que me quedaba me decido a salir de la habitación con las muletas, a las cuales ya me había acostumbrado bastante últimamente, y llego hasta el salón para estar un rato con mi padre, puesto que su mujer todavía estaba trabajando.
-¿Qué haces papi?-pregunto apoyada en el marco de mi puerta.
-Terminando de corregir unos trabajos, 2 minutos y acabo-dice sin despegar la vista del ordenador y yo me tiro en el sofá junto con mi hermano quién estaba viendo un rato la tele.
-Estoy-acaba pronunciando mi padre tras escuchar el sonido del portátil cerrándose y sentándose a nuestro lado-¿Os apetece que vayamos a cenar por ahí?
-Yo quiero ver a Gavi-se adelanta a decir mi hermano antes de que yo pueda pronunciar el nombre de mi novio y esto hace que mi padre ría-papi, quiero ver a Gavi-repite de nuevo sin despegar los ojos de la televisión, que por cierto estaba emitiendo un partido antiguo del Barça a través de Youtube.
-¿Y yo qué Áxel?-le pregunta mi padre.
-Tú vete con mami y yo me quedo con Vera y Gavi-pronuncia está vez apartando por fin la vista de la televisión y pidiéndoselo a mi padre con la mirada.
Mi padre abre los ojos sorprendido y ahora dirige su mirada a mí a lo que yo respondo levantando las manos en forma de inocencia.
-Mamá quería llevaros a la hamburguesería nueva que han abierto en la esquina-intenta convencerlo mi padre pero mi hermano parece ensimismado viendo a Gavi por la tele.
-¡Gavi! ¡Gavi! ¡Ese es Gavi!-grita a la vez que señala al número 6 del Barça-¡Y mira Pedri y Ferrán!-grita ahora señalando al canario y al valenciano.
-No hay manera papá, está más enamorado que yo-pronuncio encogiéndome de hombros.
-Esto es culpa tuya-dice mi padre en broma y ambos reímos.

Never knew I could feel that much - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora