Capítulo 11

1.5K 45 1
                                    

12 de septiembre de 2022
•Narra Gavi
Volvemos a las 5 de la mañana en el coche a casa, y para mi desgracia tengo a Vera al lado. No la había perdido de vista en toda la noche, por eso pude ver cómo aprovechó para bajar con Eric cuando todo el mundo observó a Ceballos en nuestro reservado. Fue muy lista. Pero no más que yo. Me había tirado a una tía que Pablo Torre había invitado a la fiesta, una amiga suya de 20 años, seguramente con más experiencia que Vera en la cama, pero muy a mi pesar, y aunque me hubiese encantado ya que así me quitaría de la cabeza a Vera, el polvo que eché con esa tía no se puede comparar en nada a un simple beso que me hubiese dado Vera. Ojalá no fuera así, porque ahora mismo la odio. Odiaba el hecho de que me hiciese sentir cosas, odiaba la necesidad de protegerla que me salía de dentro, odiaba el sentimiento de querer estar con ella constantemente y que nadie más la tocase, odiaba como nuestras conversaciones podían durar horas, odiaba como cuando follábamos nuestros cuerpos eran 1 y odiaba el hecho de que me jodiese tanto que se liase con Eric. Me enfadaba que su cuerpo no fuera solo mío, pero tenía que aceptarlo porque ni siquiera éramos algo más que 2 amigos que follaban. 2 amigos que follaban y que solo lo sabían ellos.

Al aparcar Pedri el coche bajamos los 4 en silencio, un silencio sepulcral que da a entender que hay tensión en el ambiente. Me paso la mano por el pelo porque es lo que hago cuando estoy nervioso, y la veo ir a la cocina a por un vaso de agua, por lo que aprovecho y me voy a mi habitación lo antes posible para no tener que verla más. Pedri y Zendaya me siguen y se meten en el cuarto de mi amigo besándose y riendo. Yo me meto en el mío, me pongo ropa cómoda y me tiro en la cama con el móvil porque ni siquiera tengo sueño. Entonces, me meto en instagram y veo que me ha hablado Ana y la chica de la fiesta, por impulso les contesto a las 2 y al momento responden, pero en seguida me aburre la conversación y dejo de contestar. Veo un montón de historias de la fiesta de hoy, entonces me meto en las de mejores amigos de Eric, y veo que subió un selfie con Vera, la ira sube por mi cuerpo y no me aguanto más, tiro el móvil en la cama y me levanto dirigiéndome a la habitación de Vera. Ni siquiera llamo a la puerta, ya me jodería estoy en mi casa, la abro y la cierro detrás de mí. Vera estaba a punto de taparse con el edredón y yo me quedo mirándola fijamente durante 5 segundos y con los brazos cruzados. Ella se destapa y se sienta sobre la cama.
-¿Qué?-Dice de mala gana.
-Eres una calienta pollas y una mentirosa
-¿Qué mierda dices?
-"No me gusta Eric""No me voy a volver a acostar con Eric"Eric me agobia"-Digo imitándola-Y te veo irte con él a solas a la parte de abajo de la discoteca.
-¿Pero tu quién coño te crees que eres?-Dice subiendo la voz y al momento bajándola para que no nos escuchen Pedri y Zendaya-¿Tú te crees, que después de tirarte a la rubia esa y de pasar de mí toda la noche, de verdad me puedes reprochar algo?-Intento hablar pero me interrumpe-No, no, no, ¿Eres mi novio?¿Te he puesto los cuernos?¿Somos algo? Porque si es así me gustaría saberlo, pero que yo sepa no lo somos y me puedo follar a quien quiera.-Termina de decir mientras se levanta y gesticula con los dedos.
-Luego me pasaras una ETS-me mira sorprendida-A saber a cuantos más te habrás follado, en mi cama te metiste a la semana de conocerme-Estoy siendo cruel, y no pienso nada de lo que digo pero en parte es porque estoy muy celoso y enfadado.
-Eres un hijo de puta-Dice más enfadada que yo-Tú eres el que se acuesta con tías la misma noche que las conoce. Tú fuiste el que vino a por mí primero.
-Sí, yo, claro, que lo de meterte en mi cama no tuvo nada que ver.
-Gilipollas de mierda.
-¿Algo más?
-Puto retrasado de los cojones- se acerca a mí-Eres un imbécil. Por lo menos espero que te hayas puesto condón con esa tía y que no la dejases preñada porque no le harías un favor al mundo teniendo un hijo.
-¿Y el tuyo con Eric?¿Cómo se va a llamar?
-Tu puta madre se va a llamar.
-Ahora ya que estás, mañana llamas a Vinicius y te lo follas también.
-No te preocupes lo llamo ahora y le digo que venga.
-Hazlo-le digo desafiante.
-Pablo, no me lié con Eric cuando nos viste bajar-Dice desesperada y con un tono de voz quebradizo y yo empiezo a reír sarcásticamente.
-No, fuisteis a jugar a las casitas-Digo pasándome una mano por el pelo, sonriendo y negando con la cabeza.
-Fui a hablar con él, a decirle que solo quiero ser su amiga, puedes preguntárselo a quien quieras.
Entonces mi corazón se para por un momento pensando en cómo la traté por algo que no pasó.
-En cambio tú te liaste con esa tía porque quisiste, porque te apeteció, aunque estás en tu derecho, al igual que yo también lo estuve de tirarme a Eric después.
Entonces mi cara cambia por completo, me lo estaba confirmando.
-¿Te lo has tirado entonces?
-Sí.
-Perfecto-Digo sonriendo.
-Tú te has tirado a la rubia esa, os vi subir.
-Sí, y me lo he pasado mejor que contigo-Miento.-¿Te lo has tirado por despecho?-Digo haciendo un puchero y me río.
-Te estás comportando como un niño pequeño.
-No, tú eres la niña tirándote a alguien por venganza, ¿Qué pasará cuando mañana te vuelva a hablar eh? ¿Te esconderás en mi habitación esperando a que yo llegue otra vez?
-Si me vuelve a hablar, quedaré con él, al menos no es un inmaduro de mierda que se monta paranoias en la cabeza y me echa en cara cosas que él mismo hace. Él al menos no me llama puta.
-No vayas por ahí, yo no te he llamado puta.
-Lo has insinuado.
-No quería decir eso-Me acerco un poco a ella-Estaba enfadado.
-¿Ah que ya no lo estás-Pregunta sorprendida.
-No deberíamos enfadarnos, no somos nada.-Digo indiferente.
-No te preocupes que eso está claro.
-Puta inmadura-le digo alzando un poco la voz aunque no viene a cuento.
-Eres un mierdas, no voy a volver a follar contigo en la vida-Responde acercándose y gesticulando mucho con los brazos.
-¿Tienes a otro que consiga que te corras?-la miro tentándola.
-Cállate-Dice enfadada pero asomando una sonrisa.-No voy a follar contigo Pablo. Me acabas de hablar como a una mierda y me has hecho sentir fatal, cuando en realidad, si alguien tuviese que estar enfadada en ese caso sería yo. Desde que llegamos a la fiesta pasaste de mí y te fuiste con esas tías que ni conocías-Entonces la interrumpo mientras ella apoya su cuerpo contra el escritorio de la habitación.
-A tí tampoco te conocía.
-¿Y qué me quieres decir con eso?
-Pues que no tiene que ver el tiempo para conectar con alguien.
-Se os veía muy conectados, sí. Vuestra mejor conversación sería sobre la Isla de las Tentaciones.
-Ahora eres tú la celosa-La señalo con el dedo y sonrío como si hubiese ganado la partida.
-Sí-Dice ella y me toma desprevenido.-Sí, me he celado, te he visto subir con ella para follártela y me he celado, me he tirado a Eric porque a esas habitaciones solo te dejan subir si llevas una pareja, subí con él para seguirte y os vi en el jacuzzi. Me tiré a Eric después por celos y por rabia.
-Oh-digo provocador y con una sonrisa mostrando mis dientes-te celaste de que otra me la chupase-me acerco a ella y pongo una mano sobre su cara.
-No estoy jugando-dice-Tengo más amor propio que esto-aparta mi mano de su cara.
-Vale-le digo dándome la vuelta, y cuando la discusión parece que se va acabar, ella suelta lo mismo que él otro día mientras dormía en mi cama.
-No te vayas-suspira-Quédate, no te vayas.
Entonces, después de esta discusión, en la que me doy cuenta de que yo pensé que ella se iba a liar con Eric y por eso me líe con la rubia, ella se lío con Eric por la misma razón. Pero a ambos nos había dolido. Sentía dolor y me sentí traicionado en el momento. Por primera vez en mi vida. Estaba acostumbrado a no saber contener mis emociones y sentimientos, pero en el fútbol, esto era distinto, muy distinto.
-Yo he pensado que tu te habías liado con Eric, por eso me he follado a esa chica-Confieso.
-Yo me follé a Eric por ver como te liabas con ella-Dice ella.
Entonces ambos empezamos a reír, como si la conversación no hubiera significado nada para nosotros, como si lo hubiésemos olvidado en un segundo, el segundo en el que escuchamos nuestras risas y nuestras miradas conectan dándonos cuenta del estúpido malentendido.
Yo me acerco más a ella y ella acepta mi contacto, pero reímos tanto que tengo que taparle la boca para que Pedri y Zendaya no nos escuchen, entonces ambos caemos al suelo y reímos aún más. Nuestros ojos se encuentran y no me atrevo a articular palabra.
Cuando paramos de reír es ella quien empieza la conversación.
-Si lo piensas bien, nos hemos enfadado porque nos hemos liado con otros, parecemos una pareja.-Suelta con total sinceridad.
-Me lo paso muy bien contigo.
-Y yo-Responde al momento.
-No es algo como que sienta que puedo controlar-le digo.-Es difícil de explicar. Pero una relación ahora no sería lo que nos conviene ¿no? En estos puntos de nuestra carrera, a parte con toda la prensa encima-Noto decepción en su mirada, no es algo que no me plantease, pero me asustaba mucho el hecho de quererla y que se fuese. Además mi prioridad es el fútbol, pero la quiero, mi mente me dice que no, pero algo dentro de mí me dice que sí.
-¿Quién ha hablado de una relación?No serás tú el que se monta películas-Dice sonriendo.
-Vale, vale, mucha intensidad por hoy.
-¿Amigos?
-¿Que follan?
-Pablo-dice mientras me da un golpe en el hombro.
-Solo ofrezco opciones.-Digo levantando las manos.
-Me pones mucho-dice-y ahora mismo tengo ganas de chupártela-entonces mi miembro comienza a encenderse-Pero sí de verdad somos amigos, no creo que sea bueno estropearlo echando 4 polvos y luego discutiendo como hoy, además lo que tú dices, cada uno está centrado en su carrera.
-Quiero ser tú amigo-Le digo. Aunque mi cabeza da vueltas ante el hecho de no volver a besarla, a tocarla o a follarla. Sin embargo quizás es lo bueno para mantenernos en la vida del otro.
-Yo también-habla-Eres la persona más graciosa y que más me hace reír del mundo, se acerca más a mí apoyando su cabeza en mi hombro.
Yo la miro girando la cara, nuestras respiraciones se juntan y puedo notar como nuestros corazones van al unísono, entonces todas sus anteriores palabras dejan de tener sentido para mí cuando estallo mis labios contra los suyo y meto mi lengua tímidamente  en su boca, ella no se aparta, es más, sigue el beso, hasta tal punto que llego a escuchar un cierto gemido.
-A la mierda-dice-Lo de ser amigos lo dejamos para mañana.
-Vale-le digo besándole el cuello y tocándole el culo por fuera de mi pantalón de fútbol, ya que no tenía otra cosa para dormir.
-Pero enserio-dice-Hoy fóllame pero a partir de mañana nada.
-Disfrútalo hoy porque esto es producto exclusivo de Sevilla.
-Lo mismo te digo Gavira.
Empiezo a besarla como si se me fuera la vida en ello, porque sé que es la última vez que lo voy a hacer, y aunque estoy muy cachondo, un sentimiento de tristeza me recorre el cuerpo entero. Vera enreda sus piernas en mi cintura y me la llevo hasta la cama donde caigo sobre ella. Mi corazón va a explotar ahora mismo, no había nada comparado a esto, lo de la rubia, no significaba nada en comparación. Vera me besa mientras le trato de quitar mis pantalones, y luego paso a los que llevo yo puestos, entonces se quita la camiseta quedando tan solo en tanga. Yo me quito la mía y me relamo la boca mientras ella me mira deseosa esperándome.
Entonces comienzo a besarla más fuerte que antes, nos besamos como si nos quisiésemos meter en la piel del otro. Paso mis besos al cuello y luego voy bajando por su abdomen, hasta llegar a sus muslos. Comienzo a besarlos y levanto la mirada para ver su aprobación, ya que hasta ahora nunca me había dejado darle placer de esta manera. Mis besos llegan a su humedad, primero por fuera del tanga, y puedo oír como ahoga sus gemidos y como araña mis brazos que siguen manoseando sus pechos desnudos. Me deshago de sus bragas y comienzo mi trabajo. Paso mi lengua por toda su intimidad hasta llegar a su clítoris, el cual empiezo a succionar con suavidad y Vera comienza a no poder reprimir el sonido por lo que se pone un cojín en la boca. Cuando noto que ya podría correrse decido parar para besarla y seguir. Se quita el cojín de la cara y la puedo ver toda roja y con una lágrima asomando su mejilla por el placer. Entonces se pone de rodillas en el suelo y me sujeta por los muslos. Rápido la agarro del pelo y me la comienza a chupar. Esta vez no es como las anteriores, va más rápido que nunca, como si lo necesitase todo de mí.
-Eres mía-Suelto por impulso.-Eres mía joder-Digo levantándola del suelo porque siento que me voy a correr.
La tiro en la cama y me echo encima, entonces me quito los bóxers y ella se quita las bragas. Le meto solo la punta y de repente recuerdo que tenemos que ponernos el condón. La miro preocupado y ella habla al momento.
-Tomo la píldora-me dice tan tranquila-no pasa nada.
-¿Por qué no me lo habías dicho hasta ahora?Podríamos haberlo hecho así antes.
-Porque no soy de hacerlo con cualquiera sin condón aunque tome la píldora, solo lo hago si estoy con alguien durante mucho tiempo.
-¿Y qué excepción es esta?
-¿Es nuestra última vez no?
Entonces no lo dudo ni un segundo y entro en ella. Entro fuerte desde un principio y la sensación es 1000 veces mejor que con el condón. Siento que ahora sí estamos completamente unidos. Mis embestidas son cada vez más fuertes y ella me clava las uñas en la espalda mientras ahoga gritos para que nuestros amigos no la escuchen. Yo también lo intento aunque mi respiración es tan fuerte que a veces se me escapa algún gemido.
-Joder-dice-Sigue, más fuerte-Me pide.
Entonces no me lo pienso y la embisto cada vez más fuerte, mientras veo como la segunda lágrima cae de su ojo del goce y del disfrute.
-Dios Pablo, que bien lo haces.
-Eres mía-Vuelvo a repetir por impulso.-¿Eric sabe hacerte esto?
-No-sigue gimiendo-solo tú Pablo.
-¿Eres mía?-Le agarro del cuello mientras la sigo embistiendo fuertemente.
-Sólo tuya.
Todo mi cuerpo se estremece cuando dice eso, y me corro, al mismo tiempo puedo notar que ella también lo hace. Hemos llegado a la vez en nuestra última vez haciéndolo. Será un buen recuerdo.
Vera me mira como hablándome con la mirada, y de repente veo sus piernas, temblando a más no poder.
-Voy a por agua-Miro su cuerpo desnudo de nuevo-Te la traigo -Digo mientras me pongo mis bóxers y bajo a por agua.
En la cocina cojo una botella fría de la nevera y subo rápidamente. Vera solo tiene puestas las bragas, el resto de su cuerpo sigue desnudo, al igual que yo, solo los bóxers. Le paso la botella y ella bebe, aunque se le caen algunas gotas por el cuerpo, rozando sus pechos, y me vuelvo a poner cachondo.
-Duerme aquí-Me dice.-Como amigos.-Me mira y sonríe de forma pícara.
Me echo en el lado derecho de la cama y ella nos tapa a ambos con el edredón. Sin embargo al momento nos reímos y nos destapamos por el calor. Se pone de lado mirando hacia mí y yo imito su gesto.
-¿Qué?-le digo.
-Nada.
-¿Tu te crees que podemos ser amigos si dormimos desnudos en la misma cama?
-Si quieres me pongo tu camiseta.
-No hace falta.
-El mejor último polvo de mi vida-Dice ella mientras apaga la luz estirando el brazo izquierdo.
-Te has corrido de nuevo-Digo yo.
-Sí.
-¿Te habías corrido alguna vez?
-¿Si somos amigos tengo que ser sincera no?
-Sí.
-Me corrí por primera vez contigo.
-Me siento satisfecho entonces.
-Puedes decir que me quitaste la virginidad en eso.
Entonces los dos reímos y aunque no la veo porque la luz está apagada, puedo notar como me mira.
Hablamos un rato y llega un momento en el que ella deja de contestar, por lo que puedo asumir que se durmió.
Otra vez ese sentimiento de tristeza me invade el cuerpo cuando me doy cuenta de que será la última vez que haga esto con ella.

Never knew I could feel that much - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora