Capítulo 12

1.4K 35 0
                                    

26 de noviembre de 2022
•Narra Vera
Habían pasado 2 meses desde la última vez que follé con Gavi, 2 meses desde aquella noche en la que eché el mejor polvo de mi vida y mantuvimos una conversación sobre por qué no deberíamos seguir follando, 2 meses desde que discutimos porque ambos nos celamos de vernos con otras personas.
A pesar de que ya no follábamos, de que solo éramos 2 amigos que una vez se habían acostado, mi cuerpo entero se estremecía si él estaba cerca. Intentaba no pensarlo, intentaba centrarme en mi trabajo, en mis estudios y en disfrutar de la vida. Habíamos dejado de hacer lo que hacíamos con la excusa de la amistad, que por su parte sería cierta, pero la verdad es que a mí me asustaba parecer débil y la idea de quererlo, por eso ni siquiera lo intentaba, aunque también daba por sentado el hecho de que él no sentía lo que yo sentía, y que simplemente le gustaba follar conmigo porque nuestros cuerpos se combinaban muy bien.

Ahora mismo me encontraba en casa de Eric, con él, ya que desde entonces habíamos empezado hablar y estábamos quedando. Eric me hacía sentir genial y me hacía olvidar mis posibles sentimientos hacia Gavi. Sentimientos que sabía que de un momento a otro se irían. Con Eric me lo pasaba muy bien, era divertido, follaba bien, teníamos buenas conversaciones y hacíamos cosas interesantes. Todo era de color de rosa, me miraba como si fuese digna de estar expuesta en un museo, y a decir verdad cada vez me gustaba más su compañía. No éramos nada, pero follábamos y quedábamos mucho, hasta tal punto que él ya se había quedado a dormir en mi piso varias veces, al igual que yo en su casa.
Por otro lado, durante estos 2 meses había llegado toda mi familia, incluido mi pequeño hermanito de 3 años de quien no me había separado desde que llegó, era la persona más importante en mi vida.
Zendaya había decidido alargar su visita hasta enero, y su relación con Pedri sólo había cambiado en el hecho de que ya la habían formalizado, ya eran una pareja pública y podían pasear cogidos de la mano por la calle. En cuanto a mi trabajo, habíamos avanzado mucho y cada vez me iba amoldando más a mi personaje, al igual que al resto del elenco.
Por otra parte, Pablo y yo, desde nuestro último polvo habíamos coincidido y quedado con Pedri, Zendaya y los demás, pero no era lo mismo. Nuestras conversaciones más largas estando solos no habrían superado los 15 minutos desde entonces, a parte de que el hecho de que yo de alguna forma estuviese con Eric hacía las cosas mucho más incómodas, ya que nadie sabía que en algún momento de nuestra vida nos habíamos acostado, solo él y yo. Pablo se acostaba con chicas nuevas en cada fiesta a la que íbamos, a parte de que muchas veces había venido a ellas con Ana. Yo intentaba con todas mis fuerzas que Ana me cayese bien, pero no sé por qué me era imposible por lo que siempre tenía que fingir. Ella era maja y muy agradable pero no acababa de convencerme.

-¿Te vistes y vamos a cenar?-me pregunta Eric girando su cabeza hacia mí, que estoy tumbada en la cama a su lado mientras el tiene el ordenador encima.-Han dicho que como mañana se van ya a Qatar que vayamos con ellos.-Comenta mientras me enseña un mensaje de wasap que le ha mandado Pedri.
-Sí, me lo ha dicho Zen-Doy un suspiro y me estiro en la cama mientras Eric aparta el ordenador y me acaricia la cabeza.
-¿Entonces?Aunque si prefieres nos podemos quedar aquí-Habla mientras comienza a dar pequeños besos por toda mi cara.
Entonces me besa en los labios y el beso se comienza a intensificar, hasta tal punto que acabo sin camiseta.
-Vamos a cenar-le digo apartándolo un poco.
-¿Segura?Mira que yo me voy pasado mañana a Qatar-me mira pícaro-Y este cuerpo es objeto de deseo-Comienza a reírse.
-Ya te lo he dicho, si te apetece liarte con alguien hazlo, no me va a molestar-Comento volviéndome a poner la camiseta.
-Pero tú-Dice tirándose encima de mí.-Ni se te ocurra hacerlo a tí porque te mato-Comienza a hacerme cosquillas-¿Cómo me voy a liar con otra?-pregunta mientras yo no paro de reír-¿Qué otra mujer es mejor que tú?, nadie-Se contesta a sí mismo.

Y ahí estaba otra vez, Eric y su manía de ser perfectamente perfecto, de hacerme sentir querida con palabras y con actos. Yo estaba a gusto a su lado, por supuesto sabía que no estaba tan enamorada como él, ni siquiera estaba enamorada, pero me gustaba y dejaría que esto siguiese fluyendo.

Never knew I could feel that much - Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora