Capitulo 12

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"Ojala pudiera regresar en el
tiempo y cambiar de
lugar contigo...✨️

Felix soltó un suspiro de tranquilidad cuando por fin su hermano decidió irse y darle espacio a él y, a Hyunjin

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Felix soltó un suspiro de tranquilidad cuando por fin su hermano decidió irse y darle espacio a él y, a Hyunjin.

Necesitaba tiempo a solas con Hyunjin, pero Minho y Jisung no se querían ir, querían quedarse ahí con ellos, Minho  decía que se sentía culpable por haberlos golpeado y haber asustado a Anelis y que se encargaría de concentirlos pero no se daba cuenta que lo que ellos realmente querían era privacidad, Felix necesitaba hablar con Hyunjin, ambos se necesitaban.

—¿Quieres café?— Pregunto Hyunjin, caminando hacía la cocina.

—Espera, Jinnie, yo voy, tú puedes hacerte daño— Gritó Felix y Hyunjin se quedo quieto, agacho su cabeza sintiendose un inútil frente a Felix.

—Puedo hacerlo Lix, es mi casa y ya se donde queda todo, he sobrevivido sólo durante un año, no soy un inútil como piensas, Felix, estoy ciego no inválido—

—No dije que fueras inútil, solo dije que puedes hacerte daño, soy tu ángel guardián y mi deber es cuidarte Jinnie—  Las lágrimas inundaron los ojos de Hyunjin, quien aún le daba la espalda a su pequeño ángel, pues no pensó que al llamar a Felix "su ángel" esté realmente se convertiría en uno.

—L-lo siento, Lix— Soltó en un sollozo y giro sobre sus talones dejando ver su rostro mojado por las lágrimas y su nariz roja.

—¿Por que te disculpas, cariño?— Felix se acercó a él y rodeó el delgado cuerpo de Hyunjin, con sus brazos, apoyando su cabeza en el pecho de su humano, sintiedo un nudo formarse en su garganta, le dolía ver de esa manera a Hyunjin, él quería verlo sonreír de la misma manera que lo hacía cuando no era un ángel.

—Yo-yo, no pude protegerte— Hyunjin rompió en llanto —Minho tiene razón, debí haber sido yo él que muriera y no tú, yo debía protegerte pero me quedé paralizado y no pude hacer nada, Lix, perdóname por favor— Felix acarició la espalda de Hyunjin, con sus manos.

—No fue tú culpa Hyunjin, por favor no te culpes, nadie sabe el momento en que morirá y ese día a ti aún no te tocaba y, ¿Y sabes por qué?— El ángel deshizo el abrazo y ahora se encargaba de limpiar las lágrimas de Hyunjin, con sus pulgares.

—¿Por qué?— Preguntó Hyunjin, Felix le sonrió aunque Hyunjin no pudo verlo.

—Por qué mi destino era cuidarte, tú siempre me protegias, Jinnie, y ahora es el momento de que se inviertan los papeles y yo cuide de ti, no se que pasara en el futuro, a lo mejor recuperarás la vista y mi misión termine y regrese al cielo, a lo mejor me concedan un deseo y pida estar contigo y Anelis, a lo mejor te canses de estar todo el tiempo conmigo y...

Fue callado por los labios de Hyunjin,  forjando un beso necesitado, Hyunjin, coloco sus manos alrededor de la cintura de Felix, y Felix coloco sus brazos  alrededor del cuello de Hyunjin, sus respiraciones estaban agitadas y Hyunjin no supo en qué momento Felix había extendido sus alas y lo hizo flotar.

—Me encantaría verte, seguramente te ves precioso con esas alas— Dijo Hyunjin una vez que se separo del los dulces labios de su ángel pero sus frentes aún seguian unidas y ambos podían sentir su respiración chocar.

—Y lo harás, Jinnie, podrás verme, encontraremos un donador de córneas y entonces recuperarás la vista, volveremos a hacer música juntos, adoptaremos oficialmente a Anelis y seremos la familia que siempre quisimos.—

—Tengo miedo Lix— Musitó.

—¿Miedo a qué? Dime y yo haré que desaparezca, ahuyentaré a los monstruos que te atormentan—

—Los monstruos ya no me asustan más pero tengo miedo a que todo esto sea un sueño, Miedo a que seas solo un producto de mi imaginación y que en el momento que tome mis pastillas para depresión, tú desaparezcas—

—Hey, no digas eso Jinnie, estoy aquí, puedes sentirme, estoy aquí junto a ti y no te dejaré nunca más, tócame Hyunjin, sienteme, soy tan real como el tonto café amargo que tanto disfrutas—
Esas últimas palabras hicieron reír a Hyunjin.

—Esa sonrisa, esa es la que quiero ver en ti, no quiero que llores porque entonces yo lloraré contigo también y recuerdo perfectamente que odias verme llorar—

—No, no por favor, no quiero que llores, tus ojos son tan hermosos que odiaría que se llenen de lágrimas por mi culpa—

—Entonces deja de ser un bebé llorón y abrázame—

Ambos se abrazaron una vez más, sintiendo el latir de sus corazones acelerados y el calor que sus cuerpos unidados emanaban, sintiendo la calidez que ambos creían perdida, por que no importa si la vida o la muerte quiera separarlos ellos siempre encontran una manera de volverse a encontrar, ya sea en un universo paralelo o en cualquier otro lugar.

La melodía del ángel (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora