La maquillista de Michael Jackson (CONCLUIDA)

Capítulo 5

- Con mucho gusto señor Jackson. - Le dije sonriendo.

- Ay, pero no me diga señor Jackson, solo Michael, o Mike como mejor te guste.

- Entonces usted no me diga señorita Hunter, sino Emma o Emmi. - Lo mire a los ojos mientras le dedique una sonrisa.

- Muy bien Emmi, ¿amigos? - Me dijo estirando su mano.

- ¡Amigos! - Le dije estrechando su mano. Si les pudiera describir lo que sentí cuando ambos nos tocamos, no me lo van a creer; sentí como una corriente eléctrica pasaba por mi cuerpo, creo que él sintió lo mismo porque me miró rápidamente, yo no supe que decir.

- ¿Sentiste eso? - Me preguntó rápidamente

- Una corriente eléctrica? Sí. - Dije asintiendo.

- Jamás me había pasado y se siente extraño, oye eres un poste de luz. - Me dijo bromista.

- Ay no, el único poste eres tú, eres más alto que yo. - Le dije riendo y ahí estábamos los 2 riéndonos del uno a otro a las 4:30 am esperando a que Will llegara pasados los minutos por fin llegó y emprendimos hacia las cabañas.

- Y por qué decidieron que serían las grabaciones aquí? - Pregunté tímidamente.

- Pues se me vinieron varias ideas a la cabeza para diferentes clips, pero creo solamente 2 grabaremos aquí, aunque apesar de que nos quedaremos en las cabañas igual tendríamos un pequeño viaje de unos minutos. - Me comentó feliz.

- Tienes mucha imaginación para crear, puedo saber el nombre de las canciones? - Comenté feliz.

- Por supuesto, estaba esperando que lo preguntaras. - Dijo mostrando una sonrisa - Black Or White tenemos una parte grabada y nos falta aún In The Closet.

- In the closet? Será algo de miedo? - Comenté confundida.

- Yo diría que es lo contrario. - Dijo riéndose. - Es algo más sensual, no se si conozcas a Naomi Campbell.

- Claro! Me a tocado trabajar con ella, super linda que es. - Dije recordando, no la verdad de linda no tenia nada, era super sangrona y mandona, me cayó super mal, pero debía fingir que era la mejor.

- Me da gusto que ya la conozcas, pues ella será de ayuda en mi video, estaba pensando en otras chicas pero creo que ella es la indicada. - Me decía mientras acomodaba sus rizos.

- Muy bien, eso suena interesante. ¿Y qué hay de Black or White? - me atreví a decir.

- Oh, bueno, Black or White nada que ver con In the closet. - Dijo riendo - Es más bien una canción que explica que no importa si eres negro o blanco, todos merecemos igualdad y respeto y personalmente así como seas te querré, ¿me explico? - Dijo alzando una ceja.

- Lo haces muy bien. De verdad admiro lo que haces, me encanta! - Dije sonriendo. JODER, porque nunca me miraba cuando yo sonreía, siempre desviaba su mirada.

- Muchas gracias Emmi, espero así sea siempre, sino Dios no te dará más dinero. - Comentaba riéndose de sí mismo.

- Michael - Le dije riendo. - Vaya que sí te pasaste.

- Will, adivina que bobada dije ayer. - Dijo mirando a Will por el retrovisor.

- ¿Qué fue lo que pasó señor? - Dijo mostrando su sonrisa con unos dientes perfectos en blanco.

- Oh vamos Emmi, cuéntale que me da vergüenza nomas de recordarlo. - Dijo tapándose la cara con sus manos.

- Ayer estábamos charlando y se le ocurre decir "A quien madruga, Dios le da más dinero" - Dije para después reír.

- No puede ser que usted haya dicho eso, señor Jackson. - Dijo Will mientras se reía.

- Ni yo me lo puedo creer, me avergüenzo a decir verdad pero es un momento que siempre recordaré. - Dijo mientras los 3 nos reíamos.

Así fuimos todo el camino, incluíamos a Will en las platicas, Michael me platicaba un poco sobre su nuevo álbum, me dijo que se llamaba Dangerous, agradecía su confianza, de alguna manera nos sentíamos cómodos hablando ambos de cualquier cosa, conectabamos mucho.

- Por fin llegamos señores - comentaba Will abriendo la puerta del auto.

- Espera Will, yo voy. Emma, espera. - Me decía Michael bajando rápido del auto para después rodearlo y abrir él mi puerta.

- Bienvenida señorita Hunter - Me extendía su mano para ayudarme a bajar.

- Muchas gracias señor Jackson - Le decía mientras agarraba su mano para bajar. - Wow es un lugar realmente bello. - Le decía viéndo al rededor.

- Acompáñame para darle un pequeño tour- Decía poniéndome su brazo para que entrelazemos estos.

- Con gusto - Tomaba su brazo.

- Will, te molesta si nos alejamos para darle un tour? ¿No te pierdes? - Decía Michael volteandolo a ver burlón.

- Claro que no señor Jackson, adelante, es imposible perderme. - Decía riendo, yo nomas no entendía porque se reían.

- Will una vez se perdió en este lugar, tardamos como una hora en encontrarlo. - Dijo de repente mientras me miraba.

- En serio Will se perdió en este lugar? Vaya, yo me perdería pero por cuenta propia. - Le dije soltando una risa.

- ¿Te perderías conmigo un rato? - Me dijo de repente y yo más helada no podía estar.

- Sino me secuestras, con gusto. - Le dije riendo.

- Podré ser lo que quieras pero secuestrador, jamás. - Dijo uniéndose a mi risa.

- Vaya, eso me deja más tranquila. - Contesté sonriendo.

- Bueno, entonces no se diga más y vámonos. Will, podrías decirle a Frank que regresamos en  un poco? -Le gritaba al chico alto y fornido que sacaba mis maletas del auto sin mayor dificultad.

- Claro que sí señor Jackson, yo le aviso. Que se diviertan. - Respondía gritando y Michael le devolvió una sonrisa.

- A donde es que vamos? - Le comenté emocionada.

- Vamos a un lugar que es mi favorito. - Me dijo mientras caminábamos viendo el paisaje.

- Me interesa conocer el lugar favorito del señor Jackson. - Respondí

- Señor Jackson, me hace sentir viejo. - Decía soltando una pequeña risa.

- Pues no lo eres, pero es una manera de hablar con respeto. - Le dije guiñando mi ojo.

- Lo sé. - Decía riendo un poco. - ¿Qué hay de ti? Cuéntame sobre ti, solo se que vives en Beverly Hills. - Decía volteando a verme.

- Bueno, pues yo nací en París, Francia, tengo 2 hermanos, los cuales viven aquí en L.A y mis padres allá en París. - Le dije sonriendo y rápido desvío su mirada, como era costumbre.

- Ya decia yo. - Dijo sonriendo.

- ¿Qué cosa? - Le dije confundida.

- Eres muy amable, divertida y linda. - Me dijo sincero. - Cuando he ido por allá siempre son muy amables.

- Oh, muchas gracias. - Le dije mientras sentía que mis mejillas se ruborizaban.