Capítulo 11.

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- No se preocupe, lo pude notar cuando abrió esa puerta. - Dijo riendo, Dios, amaba su risa.

- Como es eso Maria? - Dije con una mano en mi cintura.

- Ay señorita, es que también usted, un día me va venir matando de sorpresas, imagínese un día esta trabajando tranquilamente y repente tocan el timbre y tiene a Michael Jackson el rey del pop enfrente de la puerta y de usted, yo me desmayaría. - Dijo ahora ella poniendo sus manos en la cintura y no pudimos evitar reír.

- Ay, usted si que me hace reír. - Dijo Michael. - Pero por que no está desmayada?

- Michael! - Le dije riendo. - Ni le digas porque ahorita va estar en el piso.

- Ay señorita como cree, primero los atiendo a ustedes y después me desmayo. - Dijo riendo.

- Oh, Mike, te presento a Maria, Maria te presento a Michael. - Les dije viéndolos.

- Mucho gusto Maria. - Dijo dándole un cálido abrazo.

- El gusto créame que es todo mío. - Dijo respondiendole el abrazo.

- Si te creo Maria. - Dije riendo de nuevo.

- Me imagino que él es su cita. - Decía Maria mientras Michael y yo nos poniamos rojos.

- Ah, si, perdón tampoco por avisar que él vendría. - Le dije tratando de dejar de estar nerviosa.

- Esas sorpresas si me gustan. Pero dígame joven Michael, le ofrezco algo para tomar?

- No, muchas gracias, así estoy bien. - Le contestó Michael sonriendo.

- Bueno, entonces los dejo, tengo trabajo que hacer. - Dijo Maria abandonando el living.

- Señorita Hunter, sería tan amable de acompañarme al coche para poder llegar a nuestra cita? - Dijo colocando su brazo.

- Oh, claro que si señor Jackson, me encantaría. - Respondí tomando su brazo para después salir de casa y subirnos al auto.

- La señora Maria es bastante cómica. - Decía Michael viendo hacia enfrente.

- Créeme que con Maria en casa jamas me podría aburrir, es como mi segunda madre. - Miraba por la ventana cada uno de los coches. - Ella no sabía que estoy trabajando para ti me imagino que la tomó por sorpresa.

- Si hubieras visto su cara de shock cuando me abrió la puerta, hubieras querido grabar ese momento. - Dijo riendo.

- Me la puedo imaginar, el día que Elizabeth Taylor cruzó esa puerta para llevarme una invitación personalmente para un evento, casi se me desmaya, fue la última vez que la miré pálida de emoción. - Dije riendo también.

- ¿Elizabeth Taylor? ¿La conoces? - Dijo queriendo sacar más platica.

- No te hagas, si ella me recomendó con Frank. - Voltee a verlo y él sonrió.

- Lo sé, Liz es de mis mejores amigas, bueno, es la única a decir verdad, aparte de ti. - Aclaró.

- Liz es la persona más amable que he conocido en mi vida, bueno en mi mundo de conocer famosos. - Dije sonriendo, en verdad, Liz es un amor.

- Oye, y yo donde quedo. - Me decía sonando triste

- Por favor Michael, no hace falta que te lo diga.

- Lo sé, pero me encanta que lo repitas.
Reímos. Así estábamos todo el camino hasta que llegamos a un restaurante con vista a la playa, era precioso, jamás había ido a ese lugar.

- Dios, que buen lugar. - Dije mientras él me acomodaba la silla para sentarme. - Gracias- Le sonreí.

- Quise que fuera algo que te podría gustar. - Se sentó. - Quería que estuviéramos aquí, nosotros dos, compartiendo una cena deliciosa para poder unir nuestra amistad aun más. - Me sonreía.

La maquillista de Michael Jackson (CONCLUIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora