Capítulo 19

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—Entonces...¿que opinas?—le pregunté al rubio frente a mí.

—Pues..—miró al horizonte y pensó su respuesta—creo que tu caso es bastante complejo , digo, fingir estar muerta para todos excepto para un grupo bastante restringido de personas a las que visitas una vez al año y luego ir a reclamar una mafia directamente conectada contigo—alzó una ceja y me miró con expresión cínica —, estás muy jodida—y comenzó a reír.

—¡Eros!—le grité para llamar su atención y él con casi lágrimas en los ojos continuó riendo.

—¿Se están llevando bien ustedes?—la voz grave y baja de Kian se hizo presente .

—Pues no hay avances , tu amigo es un bufón, le acabo de contar mi historia y se ríe—miré al horizonte con molestia .

—No te enfades, suele ser así hasta que lo amenazas con un rifle—y el eludido rió aún más.

—De acuerdo..—dijo Eros entre jadeos—no me reiré más, pero me cabas de contar una telenovela mi querida Helena.

Y tal vez estén algo confundidos, pues habían pasado tres meses desde que estuve en quella sala y efectivamente Cassian hizo todos lo que prometió, al parecer su interés por el puesto más alto en la mafia italiana era nulo, estaba decidida a levantar eso, porque estaba enamorada de Kian y  ya mi vida nunca más iba a ser normal, por lo que tener algo para ocuparme no parecía mala idea y........por mi padre.

Kian me ayudó por lapsus de tiempo y poco a poco levantaba las cosas, aunque muchas personas estuvieron en desacuerdo tuvieron que aceptar o les volaría la cabeza, ya no tenía miedo, me había sometido a un entrenamiento y sabía que no debía dudar de si galar o no el gatillo, porque nadie dudaría conmigo, al contrario, tenía que estar más que decidida.

Y lo admito, fueron meses duros, aún lo son y cabe destacar que hoy es mi primer descanso, la primera vez que me siento en la terraza a tomar una margarita después de que todas esas responsabilidades recalleron sobre mí.

Hace poco también había tomado una importante decisión, viajaría a Asia para visitar a mi amigo, el que está internado mayormente por mi culpa, Kian repetía que no era mi culpa, pero en parte si lo era y eso no era un secreto para nadie.

Pero me hice un espacio en mi apretada agenda—que de verdad estaba apretada—para ir a verlo, era lo menos que podía hacer, ir a verlo y pedirle disculpas y ....tal vez .....quitarle la preocupación sobre que pasaría conmigo.

También iba a ir pronto a Canadá otra vez, estar en Londres no era algo que quisiéramos ni Kian ni yo, de echo estaba demasiado aislado y en territorio enemigo, por lo que viajariamos a Canadá a ver a nuestros amigos y familia y después hacia Italia para encargarnos de mis asuntos .

Kian era un gran apoyo en estos momentos y Eros también nos estaba ayudando, él es el mejor amigo de Kian, según me contó es alemán y un experto en los negocios ilícitos, no es que fuera algo de lo que sentirse orgulloso pero en estos momentos necesitaba mucho su ayuda, aparte de eso, Eros es líder de todos los "ejércitos"—por así decir—que poseía Kian, un francotirador talentoso y un espía silencioso, sin duda un arma valiosa que poseía la mafia canadiense.

Pues la verdad aparte de toda su reputación de criminal era una buena persona—en el sentido de la personalidad porque estaba algo demente—, agradable y chistoso, pero estoy segura que en relaciones es igual de demente que Kian o puede que incluso peor, nos conocemos hace unos meses pero puedo afirmar que le falta un tornillo.

Así que esta es mi vida ahora , encargarme de esas cosas complicadas y peligrosas, aunque dicen que la adrenalina de una relación es el peligro.

(***)

Una Mentira Mortal [COMPLETA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora