CAPITULO 32- "LUCES, CAMARAS Y ACCION."

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Ilenko

Ver y no tocar aumenta la ansiedad y tengo un horrible cosquilleo en la
piel, en los dedos y en la boca, «Siempre he tocado lo que quiero». Puedo decir que soy un hombre el cual ha cumplido todas sus fantasías, desde la más turbia a la más sutil, pero ahora...

¿Qué me falta?

Salivo con la mujer que yace a mi lado con el león sobre las piernas y
este conflicto me hostiga porque ya la tomé, ya la follé, pero siento que
tengo más hambre y eso... eso es peligroso cuando aparte de ser el enemigo es una cría que tiene la mitad de mi edad.

La situación no se me puede salir de las manos teniendo las cosas claras.
El vehículo se detiene y me adelanto al ascensor con grandes zancadas. No me habla, no le hablo y no sé porqué no le coso el antifaz en la cara y así me evito todo este estrés.

Busco la licorera cuando las puertas se abren y me sirvo un coñac el cual
abarca la mitad del vaso. Lo de Vladimir es otra cosa que me tiene con rabia, ahora está peor de dañado que antes, «En el fondo todos lo
estamos», y a mi primogénito la pataleta le salió cara porque yo no sé
perder y los otros tampoco, por ello me les burlo.

Christopher Morgan envió a Emma James para que me matara y le voy a
demostrar como me limpio el culo con su maldito plan de porquería. «Detesto a ese imbécil y que crea que lo único bueno lo tiene él». Bebo dos tragos más antes de moverme al pasillo donde ella tiene la puerta abierta quitándose las medias en la cama, dejo de moverme cuando
las desliza por sus muslos como si no quisiera dañarlas mostrando las
piernas largas y bien cuidadas que...

«No me gusta, es una herramienta de negocio y la ficha principal de una
venganza». Avanzo a mi alcoba con la cabeza ardiendo. Quiero
contrarrestar lo que acabo de ver con la imagen de cómo se veía después del accidente.

El juego del desmembrado es un método de tortura psicológica que se usa en la Bratva y consiste en hacerle creer a la víctima que perdió una parte de su cuerpo suministrándole un componente el cual quita todo tipo de sensibilidad.

Inmoviliza, hincha, enegrece y aumenta la hormona del miedo
acorralando a la persona, ya que el cerebro se lo cree.

Y es tan eficaz que altera las glándulas sudoríparas y entre más llora o patalea la víctima más se siente el hedor que desprende y eso le hace creer pensar que se está pudriendo sin ser así. No saben que entre más patalean, sudan y lloran más aumenta el mal olor.

Hay gente que enloquece, otros se suicidan cuando la pierna, brazo o lo
que sea tomó un tono nefasto. Suplican que se les corte para luego
confesarles que era una mentira y que cayeron en la trampa al suplicar que se les mutilara.

La tortura concluye por dos motivos; porque la víctima cae en la jugada o
porque el victimario suministra, «Rara vez pasa», el componente que
absorbe el primer veneno logrando que la extremidad vuelva a ser la misma de antes en cuestion de horas.

Nadie se venga y tortura como yo porque amo jugar con los miedos de la gente. Me lanzo a la cama en boxer y el león da un salto ubicándose a mis pies.

Emma James patinando alimenta mi delirio sexoso solo con verla saltar,
girar o flexionarse. «No voy a negar eso», sería mentirme a mi mismo. Paso la mano por el miembro endurecido. Si no la repudió el patinaje, yo tampoco ¿O con qué voy a entretenerme mientras la tengo?

He tenido mucho estrés y algo de provecho tengo que sacarle a esto y, por ende, me quedaré con los mejores espectáculos antes de matarla.

Cierro los párpados metiendo la mano bajo la tela. Tengo el falo caliente y abro las piernas recordando la presentación. «Perra maldita, lo hizo tan bien», está a unos cuantos pasos y por mi reputación, estatus y rol tengo que
mantenerme aquí, porque si la tomo no la suelto.

BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora