CAPITULO 39 -"NOCH PRIZRAK."

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este capítulo contiene temas sensibles como violacion si eres sensible a estos temas se recomienda no leer.

Vladimir.

Catorce años atrás.

Soy un leoncillo feliz, mi padre me adora, mi madre me ama y de grande seré el heredero de la Bratva, ya que según el abuelo, los Romanov venimos de un antiguo Dios muy fuerte, aguerrido y poderoso. De ahí viene el cabello dorado que me llega a los hombros y el respeto de las otras familias que conocen mi origen.

Hoy papá tiene que irse a estudiar su Doctorado y la tía Sasha ya me
advirtió que tardará en volver, ya que debe consolidarse como un hombre de "Negocios". Y no sé qué es eso, pero mi tía dice que toma tiempo. No quiero que se vaya porque no podré ver cómo se prepara para ser el nuevo Boss.

Lo abrazo, él se levanta a acariciar a mi madre y medio toca a Maxi antes
de partir.

Madre está feliz debido a que su familia se ha mudado a nuestras tierras y dice que ya no se sentirá tan sola. Ella me consiente mucho a mí y a mi hermano, pero a mí me da más besos cuando papá no está.

Me baña, me cuida, me defiende y me trata con amor.

Duerme conmigo y en la mañana recojo mis juguetes preparándome para ir a conocer a la familia de madre que nos reciben a Maxi y a mí en la granja con un caluroso abrazo.

«No me gusta como huelen», pero madre se ve dichosa y, por ello, yo
también. El abuelo me da un beso en la boca y los demás tocan mi cabello
diciéndome que soy hermoso.

—Maxi también —digo señalando a mi hermano.

—Pero tú más —insisten y me siento diferente entre ellos que se ven
opacos, sucios y no son como la familia de papá a la que le luce la ropa bonita.

No brillan como yo, no ríen como yo, pero eso no importa porque madre
no deja de verse feliz.

—Ve a las piernas del abuelo —pide y me niego, pero se enoja borrando
la sonrisa—. Ellos también son tus parientes y te quieren como los
Romanov, así que ve.

Hago caso dejando que el abuelo me reciba y éste besa mis mejillas antes
de abrazarme.

—Este será mi nieto favorito —asegura y mamá vuelve a estar feliz
bebiendo con sus hermanos.

—¿Viste Vlad? Serás el consentido aquí también.

Nos quedamos a dormir y al día siguiente la atención sigue más en mi que en Maxi llevándome a jugar a la pelota, a correr, puedo acercarme a las vacas, cabalgar, recoger huevos y me empieza a gustar la familia de mamá, la cual me trae a verlos todos los días.

Juegan conmigo todo el tiempo porque soy el consentido, el favorito de todos. Me preparan comida especial y me acogen como un miembro más en poco tiempo, siendo tan amorosos como mamá.

Pasan muchos días y sigo extrañando a papá, pero la familia de madre compensa su ausencia queriéndome tanto. Me gusta más la granja que la casa donde vivo porque acá mamá es feliz con sus hermanos.

Pasa todo el tiempo tomando cerveza que la ponen alegre, saltando
descalza, mientras cuenta sus hazañas de mujer de la Bratva.

—Hoy te ves muy bonito Vlad con esa túnica dorada —me dice el abuelo.

—Me la envió padre con la tía Sasha —le digo.

Me miro en el espejo paseando las ruedas de mi auto en él y siento que
brillo con el regalo de papá que conoce a mi Dios mitológico favorito
después de él. Maxi llora porque no tiene una túnica y yo me niego a
quitármela en todo el día siendo un niño diferente entre los que juegan
conmigo.

BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora