XX.

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Me temblaban las manos mientras estaba sentada en una de las sillas de la sala de espera del hospital

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Me temblaban las manos mientras estaba sentada en una de las sillas de la sala de espera del hospital. Nadie había salido a decirnos nada; ni a mi ni a Mattia, que éramos los únicos en aquel lugar. El equipo había llamado a los padres y la hermana de Max, que ya habían tomado un avión con destino a Italia.

-¿Por qué no nos dicen nada? -susurré a mi acompañante, que me abrazó con más fuerza contra su pecho. Ni siquiera era capaz ya de llorar. Simplemente estaba en shock, sin reaccionar.

-Estarán haciéndole pruebas, bella. Seguro que todo está bien -me respondió Mattia intentando tranquilizarme.

-Cuando lo sacaron del coche... estaba inconsciente -murmuré aferrándome a su camiseta, buscando un refugio. -No se movía... -mi voz se entrecortó y sentí que volvía a faltarme el aire.

-Ya está, bella; ya está -la mano de Mattia comenzó a acariciar mi cabello en un intento por calmarme, aunque era una tarea realmente difícil. -Seguro que saldrán a hablar con nosotros dentro de poco...

Ni siquiera le dio tiempo a terminar la frase cuando un médico entró a la sala de espera con rostro preocupado y entre suspiros. Nos miró a mi y a Mattia, pues éramos los únicos en aquel lugar. Y tanto él como yo nos pusimos en pie rápidamente.

Sentí como el corazón se me salía del pecho mientras esperaba a que me diese buenas noticias; un poco de esperanza después de aquel momento de tensión vivido en el circuito. Tan solo quería que estuviese bien; volver a casa con él y con Fynn. Estar en familia. Tan solo eso.

-¿Cómo está? -preguntó Mattia al ver que yo era incapaz de reaccionar.

-Está en coma inducido -respondió rápidamente el doctor. -Hemos tenido que hacerlo debido al traumatismo craneoencefálico severo con el que ingresó. No teníamos otra opción...

El médico seguía hablando, pero mi mente ya había empezado a viajar muy lejos de allí. Traumatismo craneoencefálico severo. Coma inducido. Coma... ¿En qué momento habían dado nuestras vidas un vuelco de semejante calibre?

Me aferré al brazo de Mattia mientras mis lágrimas corrían por las mejillas, mientras sentía cómo mis piernas se volvían cada vez más débiles, cómo las rodillas me empezaban a fallar mientras tenía la sensación de que todo daba vueltas a mi alrededor.

-Max no puede estar en coma... -susurré mirando a Mattia, que tomó mi cuerpo cuando sentí que se daba por vencido. Lo hizo ayudándome a sentarme en una de las sillas mientras el médico le ayudaba y nos miraba con preocupación.

¿Cómo iba a estar Max en coma? ¿Cómo iba a estar Max mal? Él siempre había sido el que había tirado de todo el mundo, el que había apoyado a las personas que tenía a su alrededor. Él siempre había sido la fuerza que nos impulsaba a los demás a seguir.

Pero esta vez era diferente. Esta vez él nos necesitaba, y no había nada que me diese más miedo que enfrentarme a aquella nueva realidad.

Los hospitales siempre me habían puesto el vello de punta. Entrar en uno me recordaba a todo lo malo; a lo que había vivido con mi hermano. Pero esta vez había una gran diferencia: Max no estaba allí para apoyarme. Esta vez tenía que ser yo la que lo hiciese.

The Fight | Max Verstappen & Charles Leclerc (Salvation Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora