Miré a mi derecha, todavía tumbada en la cama del hospital, y una enorme sonrisa se formó en mi rostro al ver a Max con nuestra hija recién nacida sobre su pecho. Era increíble la forma en la que él sonreía, incapaz de apartar su mirada de la pequeña mientras yo comía por primera vez después de horas y horas de sufrimiento. Si algo tenía claro después de aquel día, era que aquel era mi segundo y último parto. Había quedado completamente exhausta, aunque por aquella imagen merecía la pena todo el dolor y sufrimiento.
Todo el embarazo había sido así; lleno de amor y con Max disfrutando de cada instante. Y yo me arrepentía una y otra vez de haberle robado aquellos momentos con Fynn, a pesar de que todo había quedado en el pasado.
-Es igualita a ti -susurró Max levantando la mirada, sin dejar de sonreír ni un solo segundo. Y esta vez tenía toda la razón. Mientras que Fynn era una copia exacta de Max, Leslie era exactamente igual a mi. -Es preciosa, igual que tú -murmuró para dejar que la pequeña durmiese mientras succionaba su dedo a modo de chupete. -Estoy tan orgulloso de ti...
Un pequeño sollozo se me escapó de la garganta debido al gran torbellino de hormonas y emociones que tenía en mi interior justo en el mismo instante en el que se abrió la puerta para dejar pasar de Fynn, que venía de la mano de Sophie y Jos, dispuestos a conocer al nuevo miembro de la familia. Entre los abuelos no había una relación perfecta, pero disimulaban cuando se trataba de sus nietos.
-Cariño... -habló Sophie acercándose rápidamente a mi para darme un fuerte abrazo mientras Fynn y Jos avanzaban al sofá en el que se encontraba Max.
Pude ver la mirada de nuestro hijo iluminarse al ver a su hermana por primera vez, sentándose rápidamente en el sofá, justo al lado de su padre para poder mirar a Leslie con más atención.
-¿Quieres cogerla en brazos? -preguntó Max, a lo que Fynn respondió asintiendo varias veces, claramente emocionado. Y, con mucho cuidado, colocó sus bracitos para que Max la dejase en ellos, ayudándole a sostenerla.
Aquel fue el punto de inflexión para mi, porque empecé a llorar a mares mientras Sophie acariciaba mi hombro, en un intento por calmarme. Pero era imposible, porque ante mi tenía aquello con lo que tanto había soñado.
-Es muy pequeña; no va a poder jugar -se quejó Fynn ligeramente, haciendo que yo sonriese entre lágrimas.
-Tienes que darle un tiempo, enano -le respondió Max pasando las manos por el fino cabello de Leslie, que intentaba abrir los ojos a pesar del cansancio. -Estoy seguro de que jugará mucho contigo en cuanto pueda...
-Es que la tía Juls es muy aburrida, y desde que tiene novio ya no viene tanto...
Me mordí el labio inferior intentando ocultar aquella sonrisa que acababa de formarse en mi rostro, porque lo cierto era que tenía razón. Hacía poco tiempo que Juls tenía pareja y, a pesar de visitarnos de vez en cuando, lo hacía con menos frecuencia. Y, aún así, casi todos los días llamaba para hablar con Fynn.
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The Fight | Max Verstappen & Charles Leclerc (Salvation Parte 2)
FanfictionCada guerra es una destrucción del espíritu humano -Henry Miller