Kat
Volvimos al campamento con dirección al comedor. Me apoyé en la mano de Nico durante el trayecto pero no porque quisiera alardear acerca de nuestra realmente "nueva" relación, si no, porque me sentía mareada luego de lo que acababa de ocurrir: Nico. Yo. Beso. Novios. Todo pasó tan repentinamente que me daban ganas de vomitar. Jamás me imaginaba en una situación así... Bueno, por lo menos, en una situación donde los sentimientos fueran reales.
Me alegraba de no haber hecho aquella apuesta con Jason, "veinte dracmas a que comienzas a salir con Di Angelo". La habría perdido. Pero cumplí con nuestro acuerdo: Intentar salir con Nico.
Encontramos "nuestra" mesa sin muchos problemas: Era la que más escándalo estaba formando en el comedor con voces demasiado altas, carcajadas descontroladas, chistes estúpidos, el chocar de los platos... Detuvimos nuestro andar por la sorpresa.
Golpeé mi frente con la palma de mi mano libre provocando que Nico exhalara divertido.
—Me dan pena ajena —aseguré elevando mi cabeza y sonriendo de lado.
—Imagínate convivir con ellos todos los veranos —se lamentó Nico reanudando nuestro caminar.
Tan pronto como nos sentamos en la mesa, todos los chicos pararon de hablar dejando un silencio hueco bastante notorio. Clavaron sus miradas penetrantes en nosotros dándoles un aspecto espeluznante. Me removí incómoda en mi asiento mientras que Nico, por el contrario, ignoró olímpicamente todas las reacciones y comenzó a comer de forma pacífica el plato que un aurae dejó frente a él, como si estuviera acostumbrado a ello.
—¿No hay algo que quieras decir? —preguntó Hazel rompiendo el silencio como una madre riñendo a su hijo.
—No —respondió Nico seco sin siquiera mirarle a los ojos.
—Oh, ¿en serio? —continuó Piper escéptica. A esas alturas los chicos estaban poniéndome los pelos de punta: «Paren, por favor» repetía mentalmente.
—Porque a mi me huele a que tienes una nueva novia —saltó Leo sonriendo más de lo normal. Su comentario me dejó sin palabras. «Demonios».
Nico los miró fulminante, pero fue allí cuando se dio cuenta de que ya todos sabían sobre lo nuestro. Me sorprendí por la facilidad con la que descifraron lo que había sucedido hace poco tiempo. «¿Qué clase de poderes tenían?» pregunté en mi mente. Enseguida recordé la actitud de Piper el día del combate contra Percy, cuando sonrió sádicamente y comenzó a susurrar cosas en el oído de Hazel al ver mi mano en el pecho del hijo de Plutón.
Maldije en latín por lo bajo. Jason pareció notarlo por lo que frunció el ceño y pateó mi pierna por debajo de la mesa. Le lancé una mirada fulminante la cual respondió sonriendo socarrón.
—Pues... —comencé titubeante sin saber muy bien que decir.
—¡Dilo sin preámbulos, chica! —exclamó Percy eufórico.
—Nico y yo somos novios —murmuré viendo a Nico de reojo con sus dientes apretados al igual que sus manos con los nudillos más blancos de lo que ya eran. Mantuvo su vista firme en su hamburguesa.
—¿Ves? —exclamó Annabeth sonriente—. No era tan difícil.
—Si, como digas —cortó Nico. Resulta increíble la forma como cambia su forma de actuar cuando está conmigo y cuando está con ellos. Casi parecía otra persona.
—¿Qué decían sobre que no se gustaban y esas tonterías? —Hazel no paraba de mostrar una sonrisa de oreja a oreja.
—Ahora no pueden refutarlo—apoyó Jason mostrando la lengua mientras se cruzaba de brazos.
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No Todos Los Hijos de Hermes Sonríen (Nico di Angelo)
Fanfic¿Quiénes son los hijos de Hermes para ti? ¿Bromistas innatos? ¿Ladrones Profesionales? ¿Extras? Travis y Connor se han encargado de darnos a cada uno nuestros propios estereotipos. Pero, ¿Qué ocurre cuando alguien desmiente esa máscara que llevan l...