Capitulo #4 "I feel insecure" ( editado)

861 34 5
                                    

Ingrid
Había llegado la hora de marcharnos, podía ver a Billie tensa por irnos, pero seguro que logro tranquilizarla.

-¿Estás lista, amor? -pregunto cerrando la puerta de la casa con llave para asegurarme de no haber olvidado nada dentro.

-Lista -responde, tratando de tomar energía.

Le sonrío para tratar de calmarla y nos metemos en el auto. Largas horas de viaje nos esperan, y aunque ambas estamos un poco nerviosas, confío en que lograremos disfrutar del trayecto.

---------

Habían pasado dos horas metidas en este coche y, aun así, hablábamos para entretenernos entre ambas. El paisaje fuera de la ventana cambiaba lentamente, pero dentro del coche, nuestra conversación mantenía un ritmo constante y alegre.

-¿Quieres un chiste? -le pregunto mientras tomo el volante.

-A ver, demuéstrame que sabes -alza las cejas con humor.

-¿Sabes por qué los limones no contestan nunca? -le pregunto.

-No, dime -sonríe, anticipando la respuesta.

-¡Porque siempre están exprimidos! -me carcajeo mientras ella se ríe, aunque dudo que sea solo por el chiste.

-Estás mal de la cabeza -dice entre risitas.

-Te contaré otro -ella devuelve su mirada a mí, con curiosidad.

-Adelante, señorita Roca -dice con tono gracioso.

Mientras continúo manejando, me esfuerzo por recordar más chistes. Sé que no soy la mejor comediante, pero cualquier cosa que pueda hacer para mantener el ambiente ligero y divertido vale la pena. Le cuento otro chiste sobre un tomate que se queda atrás y se convierte en ketchup, y ella ríe de nuevo, esta vez más fuerte. Su risa es contagiosa, y pronto ambas estamos riendo sin parar.

Me detengo fuera de la casa de mis padres y las risas se han cortado. El rostro nervioso y atemorizado de Billie es evidente.

-Hey, cálmate, mi madre no va a comerte, y a mi papá le caes muy bien, así que con él no hay problemas -le digo, tratando de tranquilizarla. Ella asiente antes de que abra la puerta del auto.

Me dirijo a su lado y abro la suya también. Ella sale y parece temblar.

Tomo sus manos entre las mías y trato de calmarla; parece que funciona por ahora.

Caminamos y llegamos hasta la puerta. Toco el timbre y mi madre aparece en la puerta. Su mirada juzga de inmediato a mi chica y ella vuelve a temblar.

-Buenas tardes, señora Roca -saluda con cortesía.

Mi madre la deja con la palabra en la boca antes de hablarme a mí.

-¡Hija! Hace meses que no nos vemos, te he extrañado. Pasa, pasa, cariño -mi madre se hace a un lado y me invita a entrar.

Jalo a Billie dentro y noto su incomodidad, pero se desvanece después de ver a mi padre, quien la ama.

-¡Señor Roca! -saluda esta vez con menos cortesía.

-¡Mis hijas! -El hombre se dirige a nosotras y nos abraza.

-Hola, papá, ¿cómo has estado? -le saludo.

-Bien, hija, ¿y ustedes cómo van? -El hombre se sienta y nos invita a copiar su acción.

Nos sentamos en el acogedor salón, decorado con fotos familiares y recuerdos de tiempos pasados. Billie sigue nerviosa, sus manos juguetean con los bordes de su camiseta, pero poco a poco parece relajarse. Mi padre empieza a contar historias de mi infancia, haciendo que ambas nos riamos y recordemos momentos felices.
El ambiente se suaviza a medida que la tarde avanza.

MI NOVIA POSESIVA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora