Capitulo #20 "my dark little secret" (Editado)

461 25 3
                                    

Billie 
Es algo por lo que en realidad he estado peleando tanto tiempo y no puedo creer que se fuese en una llamada.

Camino hacia mi auto y lo enciendo, necesito despejar mi mente de esto, tal vez olvidarme un momento de que soy Billie Eilish, necesito un descanso de toda la mierda de ser famosa.

En cómo me he asfixiado en este cochino mundo de fama o sobre todo cómo surgí, de por qué estoy tan alto ahora.

En realidad mi enojo se basa en lo que hice para conseguir este contrato. Si supieras lo que hice, bueno, cómo me vendí o como lo diría yo, un pequeño intercambio...

Mi mente no puede dejar de dar vueltas a esos momentos. Me veo a mí misma, más joven e ingenua, desesperada por alcanzar la fama sin entender del todo el costo real. Ese intercambio, esa noche, siempre pesa sobre mí. Es como una sombra que nunca desaparece, recordándome que mi éxito tiene un precio oscuro. Lo más doloroso es que nunca he podido hablar de esto con nadie, ni siquiera con mi hermano, la persona más cercana a mí.

Flash back

—Por favor, señor Willson, haga lo que quiera, pero esta es la oportunidad que necesito para despegar en el mundo del espectáculo.— No sé cuántas veces le supliqué.

—Ya he hablado contigo, no me convences, no me atraes, no eres influyente en absoluto, simplemente no eres nadie. No me prometes nada y de hecho, si invierto en ti, perderé. Por ahora, solo eres una adolescente de 15 años que toca la guitarra con su hermano y juega por ahí — el señor estaba impaciente con nuestra conversación.

—Por favor, haré lo que sea, solo... ayúdame. — Me rasqué la barbilla, buscando alguna salida.

—Entonces... si lo que quieres es un poco de fama, ¿estarías dispuesta a, pasar una noche conmigo?— Trago fuerte.

—Yo...si.— Me sonríe pícaro y yo me siento asustada.

fin del flash back   

Me sentí asqueada por lo que acababa de ocurrir, pero sabía que era mi única oportunidad de alcanzar la fama. Sentía un nudo en el estómago y un profundo arrepentimiento por haber aceptado esa propuesta tan repugnante, pero necesitaba desesperadamente salir adelante en mi carrera artística.

Pasaron los días y me sentía cada vez más devastada por la experiencia que había vivido con el señor Willson. Me sentía sucia y arrepentida de haber llegado a ese punto por una oportunidad de fama. Me di cuenta de que nunca debí haber aceptado su proposición y que la fama no valía la pérdida de mi dignidad y autoestima.

Decidí alejarme de aquella situación tóxica y buscar otras formas de hacerme un nombre en la industria musical, sin tener que sacrificarme.

Siento las lágrimas correr por mi rostro al recordar esa tarde y el sentimiento de sentirme sucia no tardó en llegar. Un secreto, mi secreto, uno de mis esfuerzos que se esfumó en una llamada telefónica. Limpio mis lágrimas antes de que alguien me vea; Ingrid no sabe esto y aún tengo dudas si debo contarle sobre esto. Como si fuera una señal, mi teléfono suena en tono de llamada. Ingrid.

—¿Hola? —respondí.

—Hola nena, ¿dónde estás? —La escucho algo preocupada.

—Solo dando una vuelta, ya voy a casa. —Dije colgando.

El peso de la culpa me aplasta mientras camino por las calles desiertas. Las luces de los postes parpadean, y en cada sombra siento que mi secreto se hace más grande, más oscuro. ¿Cómo podría decírselo a Ingrid? Su voz, tan llena de cariño y preocupación, merece la verdad, pero el miedo a su reacción me paraliza. ¿Me comprenderá o me juzgará por lo que hice? Esa tarde me parece ahora una cicatriz imborrable, un recordatorio constante de mi fragilidad.

MI NOVIA POSESIVA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora