Capitulo 22

306 25 2
                                    


(Narrado por Billie)

Ingrid estaba en el asiento trasero de mi vehículo mientras conducía a casa, aunque ocasionalmente miraba hacia atrás para asegurarme de que ella estuviera bien.

Aparqué el automóvil frente a mi casa, abrí la puerta y, con el mayor esfuerzo posible, cargué a Ingrid en mis brazos, no soy especialmente fuerte, y la pobre casi se iba arrastrando.

Con una mano toqué la puerta y con el brazo sostuve a la mujer en estado de ebriedad. 

Dejé a Ingrid en el sofá mientras le preparaba una taza de té. La escuché murmurar y parecía que estaba cantando.

Me senté a su lado y coloqué la taza de té en la mesa auxiliar. Toqué su frente para verificar si tenía fiebre, ya que la conozco bien y sé que cuando bebe mucho, suele enfermarse de gripe y fiebre.

—Quédate quieta, voy a ver si tienes fiebre —le dije a Ingrid, quien no dejaba de moverse.

—Te quiero, ¿sabes? Te quiero mucho, mucho —dijo en un delirio mientras yo la cuidaba.

—Lo sé, siempre lo he sabido. Yo te amo mucho más —respondí, tratando de calmar su ansiedad.

—¿Entonces, por qué me ignoras? ¿La quieres más a ella? —Negué con la cabeza a todas sus preguntas.

—Te quiero y te amo solo a ti. Ella es mi amiga, pero tú eres mi novia y la mujer de la que me enamoré —dije mientras le besaba la cabeza con ternura.

—¿Estás segura? ¿Jamás me cambiarías por ella? —volvió a preguntar. Negué nuevamente.

—Te lo prometo, nunca te dejaré —le aseguré solemnemente.

Ella no respondió y la vi quedarse dormida. Tenía que dejarla descansar, realmente ha estado mal, y todo es por mi culpa. ¿Por qué soy tan tonta?

La ayudé a recostarse en el sofá, acomodando su cabeza en mis piernas mientras acariciaba su cabello, pensando en qué debía hacer.

---

Dormí realmente mal. Dormir sentada no es una posición cómoda, siento dolor en la nuca y en la espalda, pero vale la pena no dormir lejos de ella, sabiendo todas las inseguridades que le he generado.

¿Cómo pude hacerla sentir así, y cuánto tiempo lo ocultó? Esto solo demuestra que he sido realmente estúpida. Ella siempre ha hecho lo mejor por ambas.

Hoy tomaré la iniciativa. La llevaré al cine, como ella quería, solo nosotras dos. Conozco perfectamente sus gustos y no la obligaré a ver una película cliché de adolescentes enamorados. Sé que le gusta la acción, los superhéroes y las cosas locas y fuera de lo común.

Veo a mi novia aún dormida en mi regazo. Parecía tan plácida que tal vez ha olvidado el terror y la ansiedad en la que la sumí. Ojalá que sea así, porque cargaré con esta culpa hasta que me muera si ella sigue pensando de esa manera.

Ella finalmente abre sus ojos y me mira fijamente.

—¡Dios, este dolor de cabeza me va a matar! —se queja.

—Si no hubieses tomado tanto, no estarías así —recordé sus actos.

—Bueno, no estaba del todo bien. ¿Me perdonas por haberte hecho una escena? No sé qué me pasó, pero discúlpame, sigamos como antes —negué, debíamos hablar seriamente sobre esta situación.

—Creo que deberíamos hablar. Yo también debería pedirte perdón; debí darme cuenta cuando querías hablar conmigo, cuando necesitabas mi atención, y estuve mal. En serio, quiero que me perdones. Entiendo por qué te emborrachaste, y fue mi culpa. Debo compensarte —ella tomó mis manos entre las suyas, mirándome nuevamente.

—Te perdono y espero que tú también me perdones a mí. Me he comportado de manera inmadura, haciendo berrinches todo el tiempo, así que discúlpame —se lamenta.

—Bien, dejemos este tema. ¿Qué te parece si vamos al cine esta noche? Hace mucho que no salimos —propuse.

—¡Guau, qué original eres! —se burla, ya que ella había propuesto lo mismo antes.

—Lo sé, no hay nadie como yo— respondí, siguiendo su juego.

Escuchamos pasos acercarse y miramos en esa dirección; era Jazmín. La sonrisa en el rostro de Ingrid desapareció. Sabía que esta vez pondría límites.

—Buenos días, niña. ¿Cómo has dormido?—me saludó, abrazándome e ignorando la presencia de Ingrid.

—Realmente mal. Dormí aquí sentada y me duelen todos los huesos—respondí, alejándome de la rubia.

—Podría darte un masaje—dijo la rubia, guiñándome un ojo con diversión.

—No te preocupes, para eso tengo novia—contesté con la misma diversión, aunque esta vez no le gustó a Jazmín.

—Vamos a preparar el desayuno—cambió de tema rápidamente.

—Vamos—respondí, tomando a Ingrid y llevándola conmigo.

—Lo aprecio mucho, amor, pero realmente no me siento bien. Juro que si veo comida, vomitaré—dijo Ingrid, besando mis labios antes de retirarse.

Me dejó como una adolescente enamorada, con las mejillas rojas por su beso, algo que hacía tiempo no sucedía, y si nuevamente por mi culpa.

---

Eran las cinco de la tarde e Ingrid y yo nos estábamos preparando para asistir al cine.

—¿Estás lista? —me preguntó Ingrid mientras yo retocaba mi maquillaje.

—Sí, ya casi termino. Espérame abajo —respondí, aplicándome el rímel.

Oí sus pasos alejándose, indicando que Ingrid estaba bajando las escaleras.

Di los últimos toques a mi maquillaje, guardé mis cosas en la cosmetiquera y la seguí.

—¡Jazmín! —grité para saber dónde estaba.

La mirada de Ingrid se enfocó en mí con el ceño fruncido.

—¿Qué sucede? —preguntó Jazmín, apareciendo.

—Nada, solo quería avisarte que Ingrid y yo vamos al cine. Volveremos más tarde —le informé por si nos buscaba.

—¿No dijiste ayer que me llevarías? —reclamó Jazmín.

—Sí, pero hoy no. Otro día. Ingrid y yo saldremos solo nosotras dos, es una cita. Después podemos ir todas —aclaré.

—Bien —respondió cortante.

—Bueno, adiós —dije, saliendo de la casa y subiéndome al auto.

Ingrid conduciría; es realmente buena en eso. En cambio, yo tengo un estilo de conducción algo temerario que atrae la atención de los agentes de tránsito. He pagado muchas multas, pero, ¿qué puedo hacer? Aprobé mi clase y tengo licencia.

—¿Qué veremos? —preguntó Ingrid.

—Es una sorpresa. Quiero ver si conozco tus gustos —respondí.

—Sé que me conoces, solo dime ya —dijo ansiosa.

—¿No puedes esperar? Solo estamos a dos cuadras —recordé.

—Está bien —respondió, continuando la conducción mientras yo miraba por la ventana el camino recorrido.

Estoy tan feliz de que todo vuelva a ser como antes, solo ella y yo. Sé que fue mi culpa, pero estoy contenta de haberlo solucionado.


Me desaparezco y vuelvo cuando quiero, lo siento tanto pero estoy en semana de a nivelacion en mi colegio y estamos todos locos, bueno gracias, voten--




MI NOVIA POSESIVA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora