Capitulo #5 "evening" (editado)

897 34 0
                                    

Billie
Estaba exhausta y saber que tendría que pasar la noche aquí no me agradaba tanto. El padre de Ingrid me saca de mis pensamientos.

-Sabes que escuché una de tus canciones -sonríe, intentando entablar una conversación animada.

-¿Ah sí? ¿Cuál escuchó, señor Roberto? -pregunto, tratando de mantener el tono ligero.

-Esa que dice 'Bad guy' -responde él. Me río con cierta vergüenza.

-¿En serio escuchó eso, señor Roberto? -digo entre carcajadas.

-¡Claro que sí! Es muy buena. Voy a escuchar más música tuya para que la próxima vez que vengas, cantemos, ¿te parece? -me derrito de la ternura de este hombre.

Giro mi cabeza para ver a Ingrid, quien nos sonríe con complicidad.

-Claro que sí, señor Roberto, la que usted guste -respondo, devolviéndole la mirada.

La atmósfera se relaja un poco más y la tensión inicial parece disiparse. Mi corazón se siente más ligero al ser aceptada de esta manera por la familia de Ingrid. Decidimos continuar charlando animadamente, compartiendo anécdotas y risas mientras el tiempo pasa sin que nos demos cuenta.

Después de un rato, mi cansancio empieza a ceder ante la calidez del momento. Agradezco silenciosamente que Ingrid esté a mi lado, apoyándome y ayudándome a sentirme cómoda en este nuevo entorno. Mientras la noche avanza, pienso en cómo podría ser el futuro con ella, con su familia.

- Oye, vamos a dormir ya, mi mamá ya nos dio una habitación -me habla Ingrid, interrumpiendo el momento de despedida con su padre.

-Bien, adiós, señor Roberto -me despido con una sonrisa, agradecida por la calidez con la que fui recibida, y camino junto a Ingrid, quien me guía hacia la habitación.

Su madre me mira mal cuando entro en la habitación, sus ojos fríos y evaluadores haciendo que me sienta incómoda de inmediato. Siento la tensión en el ambiente y me pregunto qué habrá hecho para que su actitud hacia mí se así todo el tiempo,no considero haber sido grosera,tal vez la señor Elena solo sea de humor pesado. Trato de ignorar su mirada y me concentro en seguir a Ingrid, quien parece no notar la hostilidad de su madre.

La habitación es acogedora, tal como había imaginado. El ambiente está impregnado con el mismo cuidado y atención a los detalles que he notado en el resto de la casa. Ingrid cierra la puerta detrás de nosotras y me sonríe con dulzura.

-Espero que te sientas cómoda aquí. Mi mamá puede ser un poco difícil al principio, pero en el fondo solo quiere lo mejor para mí -me dice, tratando de explicar la situación.

Asiento con comprensión, aunque todavía me siento desconcertada por la recepción de su madre. Decido no darle más importancia por ahora y me acerco a Ingrid para darle un abrazo reconfortante.

-Gracias por traerme aquí. Aprecio mucho todo lo que has hecho por mí hoy -le digo sinceramente, sintiendo la calidez de su abrazo correspondido.

Nos sentamos juntas en la cama, compartiendo un momento de tranquilidad después de un día lleno de emociones. A medida que nos relajamos, nuestras conversaciones se vuelven más íntimas y cercanas, profundizando nuestra conexión y fortaleciendo nuestra relación. Estoy agradecida por este tiempo juntas y espero con ansias lo que el futuro nos deparará.


Ingrid
A

mbas ya estábamos recostadas sobre la cama, yo me sentía cansada y podría dormirme en cualquier momento, pero noto a Billie algo tensa a mi lado.

-¿Pasa algo? ¿Quieres irte? -le pregunto, preocupada por su incomodidad.

-¿Por qué le caigo tan mal a tu madre? -pregunta ella, haciendo que mi corazón se oprima.

-No es tu culpa, ella es un poco difícil -le aseguro, acariciándole la mejilla con ternura.

-¿Segura? -asiente, besando mi nariz con suavidad.

Beso su mejilla y continúo, sintiendo el peso de sus emociones en el aire.

-Billie, sé que puede ser abrumador estar aquí. Mi familia puede ser complicada, pero no quiero que te sientas incómoda o no querida. Eres importante para mí y quiero que te sientas bienvenida aquí -le digo sinceramente, buscando reconfortarla.

Ella me sonríe débilmente y suspira, apoyando su cabeza en mi hombro.

-Gracias, Ingrid. Me alegra estar contigo, realmente lo estoy -dice, su voz llena de gratitud y afecto.

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la calma y la cercanía. Me siento agradecida de tenerla a mi lado, compartiendo estos momentos íntimos que fortalecen nuestra relación.

-Oye, ¿quieres que hable con mi madre mañana? Aclarar las cosas, tal vez explicarle más sobre nosotras -le ofrezco, sintiendo la necesidad de resolver cualquier malentendido.

Ella asiente lentamente y me da un beso en la mejilla.

-Gracias, Ingrid. Eres increíble -me dice, sus palabras llenas de confianza y amor.

Nos abrazamos con más fuerza, encontrando consuelo y esperanza en el afecto mutuo. Sé que mañana será un nuevo día para abordar cualquier preocupación y seguir construyendo nuestro camino juntas. Aunque el cansancio me pesa, la presencia cálida de Billie me llena de energía y me hace sentir protegida.

Siento mis ojos cerrarse poco a poco, dejándome llevar por el suave vaivén de nuestras respiraciones sincronizadas. El peso del día se disuelve lentamente mientras me dejo envolver por el confort de su abrazo. El calor de su cuerpo contra el mío es reconfortante, como un refugio seguro en medio de la noche.

Sin embargo, justo cuando me estoy sumergiendo en un sueño reparador, Billie se mueve sobre mí, sacudiéndome suavemente despierta. Mis ojos se abren de golpe, sintiendo una mezcla de sorpresa y ternura por su acción.

Mis ojos se encuentran rojos por el sueño acumulado durante el día. Aunque me siento agotada, la calidez de Billie acurrucándose sobre mí me da energía renovada. Aún sintiéndome adormilada, me esfuerzo por mantenerme despierta, queriendo disfrutar de cada momento junto a ella.

Ella se removía arriba provocando el deseo no solo de dormir con ella, sino de entregarse completamente a la pasión que encendía entre ambas , sintiendo cómo cada movimiento aviva la llama de la lujuria. Sus movimientos eran un desafío irresistible, una invitación a desatar los deseos más profundos y salvajes. Aunque estaba realmente cansado, la provocación se volvía irresistible, amenazando con hacer imposible resistirse.

-No - responde ella con una risa burlona, intensificando sus movimientos sobre mi Con un movimiento rápido yo la coloca debajo de mi y su mirada la enfrento con determinación.

-Quédate quieta, o ¿quieres que todos escuchen cómo te tomo tan bien- Se queda callada por unos momentos antes de volver a trepar encima mío.

No aprende.


MI NOVIA POSESIVA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora