¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Will se encuentra limpiando su hogar ya que las personas que banalizaron el lugar no solo rompieron las ventanas, y puertas de su hogar. También realizaron otra clase de cosas desagradables que provocan arcadas de asco en él.
Al estar barriendo fragmentos de vidrio de forma concentrada, Will se exalta un poco al escuchar como alguien toca la entrada de la casa.
Cuando levanta la mirada, se da cuenta que se trata de Jack quien tiene el ceño fruncido – Encontramos a Gideon, debes venir a ver la escena.
– ¿Donde?
– En la casa de Chilton, murió hace unas dos horas.
Will sabe que Frederick no es el verdadero responsable pero sabe que debe jugar con esa carta para atrapar al verdadero Ripper – Debo avisarle a mi nuevo jefe que faltare unas horas al trabajo.
– ¿Nuevo jefe? – Pregunta con curiosidad Jack – ¿Quién?
– Robert Cooper.
[ 🗡️ ]
El abogado se encuentra guardando varios papeles en su archivero cuando escucha como alguien entra a su oficina.
– Arrestaron a Frederick Chilton, y ahora se encuentra en el hospital.
Robert gira un poco el cuello ante las pablaras dichas por Will – Disculpa ¿Qué?
– En la tarde arrestaron a Frederick por la evidencia que encontraron en su contra hallada en su casa.
– Eso ya lo sabía, Will.
– Según Alana, él encaja con el perfil del Ripper; el mismo origen médico y psicológico – el adobado asiente ante lo dicho por Will - Y cuando lo estaban interrogando llevaron a Miriam Lass para que lo identificara.
– Carajo – susurra Robert al comprender la situación – Ella lo identifico.
– Y luego tomo el arma del agente que la acompañaba, y le disparó varias veces pero lo llevaron al hospital a tiempo.
Robert se aleja del archivero para ir a tomar asiento en la silla que esta frente a su escritorio, aún sigue procesando toda la información que le dio Will.
El otro se va acercando hasta el escritorio para luego sentarse sobre este, y termina estando cerca del abogado.
– Esto cambia nuestros planes para atrapar a Hannibal.
– De cierta forma, Will – murmura Robert, y ve que el nombrado asiente – ¿Por qué?
– Tengo un plan en mente pero es algo arriesgado.
– ¿Qué tan arriesgado?
– Volveré a tomar terapia con Hannibal Lecter.
Robert al escuchar eso frunce el ceño ante esa idea – Will, eso es volver a la boca del lobo.
– Lo sé – murmura Will – Pero necesito ganarme su confianza de vuelta.
– ¿Por qué?
– Necesitamos estar a la par de él para atraparlo.
– ¿Y la Doctora Bloom? – Pregunta Robert – ¿El agente Crawford? – El abogado se levanta del asiento para quedar frente a Will – ¿No crees que sospecharan?
– Jack, ha comenzado a sospechar de él también.
– Will – susurra el abogado -¿Y si él te descubre?
– No la va hacer – responde el nombrado quien al notar la cercanía entre ambos se acomoda un poco para quedar unos centímetros más cerca de Robert – Me asegurare de que crea en que soy como él.
– Insisto en que tu idea es una locura – dice el abogado – Pero no logare que cambies de idea, ¿verdad?
– Estas en lo correcto – se ríe ligeramente Will – Pero les informare a ustedes de todo lo que suceda con Lecter.
– Por favor – murmura Robert – Will hazlo.
Y sin pensarlo el nombrado agarra suavemente la corbata de Robert para besarlo de forma intensa. El otro se sorprende de la acción de Will pero decide intensificar el beso colocando sus manos en la cintura de Will.
Luego de un par de minutos ambos se alejan por la falta de aire – Robert, yo...
– Will, no arruines el momento – susurra el otro juntando su frente con la del nombrado.
– ¿No te molesta?
– He tenido la idea de besarte desde hace tiempo.
– ¿Desde cuándo?
– El primer día de tu juicio – responde Robert con una sonrisa – Te veías caliente con ese traje – Will se ríe sorprendido de ese hecho – ¿Y tú?
– Cuando me dijiste que rescataste a Winston.
Robert se sonroja ante esa respuesta – Vaya.
– No todo el mundo acogería al perro de una persona acusada de ser un asesino en serie.
– Justificable.
– Además de que llevabas puesto ese traje gris oscuro que resalta tu trasero – murmura Will.
