CAPÍTULO 5: AGRADECIMIENTOS

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Entraron en la casa y Xie Lian cogió dos cuencos para poner la comida que había preparado. Estaba algo fría así que la recalentó en la olla durante unos minutos.
Ya con la comida caliente, la terminó de servir y empezaron a comer.
Mientras comían, Xie Lian se puso a pensar como este joven podía comer su comida sin rechistar, a menudo cuando Shi Qingxuan comía con él, se ofrecía el otro a cocinar, otras veces no comía y tenía excusas para no hacerlo, o hasta a veces, no se terminaba el plato o le terminaban dando algunas arcadas.

Sancándole de sus pensamientos, la voz de un joven sonó.

- Gege, ¿Sobró algo más de comida? Me gustaría repetir.

- Claro San Lang, déjame tu cuenco para rellenarlo.

Hua Cheng le entregó su plato y el otro lo rellenó y se volvió a sentar en la mesa para terminar de comer.

No se dirigieron la palabra el uno a la otro en ningún momento, pero tampoco se notaba ni una pizca de incomodad entre ambos.

Terminaron de comer y Hua Cheng se volvió a dirigir al patio.

- San Lang, ¿a dónde vas?

- Voy a terminar la puerta que estoy haciendo para Gege.

- En ese caso, te ayudaré.

- No.

Se negó rápidamente Hua Cheng.

- Esto es un regalo de agradecimiento, no tendría sentido si usted también se esfuerza por hacerlo.
Ve a descansar, mañana vuelve a haber trabajo y creo que estás algo cansado.

Xie Lian recordó como antes de había quedado dormido mientras esperaba a su amigo y decidío obedecerle.

- En ese caso, iré a descansar. No dudes en venir a mí si necesitas algo, estaré en mi habitación.

- Vale. Descansa Gege.

- Gracias San Lang.

Dicho esto, se dirigió rápidamente a su habitación y se acostó en su cama.
En pocos minutos, quedó profundamente dormido.

Al despertar, Xie Lian vio por la ventana que su amigo San Lang ya no estaba allí, en el patio, pero escuchaba algunos golpes, al final supuso que ya estaba reemplazando la vieja puerta por la nueva que había construido y fue a ver cómo se encontraba el otro.

Al llegar, exactamente como él había pensado, San Lang ya estaba terminando de colocar la puerta y Xie Lian se acercó a él, cuando el de túnicas rojas lo vio.

- Gege, ya te has despertado.

- Si, he dormido bastante bien.

- Vuelva a la cama Gege, todavía tiene que descansar.

- No hace falta, ya me siento mucho mejor.
Si me vuelvo a dormir me temo que esta noche no podré descansar.

- Pues en ese caso, aunque sea, vaya a su habitación, yo te llamaré cuando la cena esté lista la cena.

Xie Lian estuvo un poco confuso ya que él solía hacer siempre la cena, pero está ves, su amigo se había ofrecido y no tenía ninguna razón para rechazarlo.

- Además Gege, recuerde que está noche también se queda a dormir su otro amigo y no parece agradarle la comida que prepara usted. Pero ese no es problema de su comida, es él que tiene mal paladar.

- Es verdad, Shi Qingxuan no come mucho cuando yo preparo la comida, prefiero que San Lang la prepare para que él también pueda comer.

- Entonces Gege puede quedarse sin preocupaciones y volver a descansar.

Dijo San Lang mientras le dió el último golpe a la puerta.
Después de eso, se dirigió a la cocina y cogió una gran olla. Xie Lian al final no se fue a su habitación, él prefirió quedarse mirando y viendo cómo preparaba la cena su amigo.
Mientras observaba, una secuencia de golpes sonaron de su puerta y acto seguido se abrió. Resultó ser Shi Qingxuan el que había llegado de su jornada laboral.

- ¡Hola! ¡Ya he llegado!

Dijo saludando a los otros dos.

- Dianxa, ¿por qué está cocinado Hua Cheng y no tú? Me parece muy raro, tu siempre preparas la comida.

- Se ofreció en forma de agradecimiento ya que se está quedando bajo mi techo y le estamos dando comida.

- Menos mal, parece que este día podré comer algo normal...

Eso dijo Shi Qingxuan susurrando, aparentemente nadie escuchó pero en cuanto pronunció esa frase, una mirada asesina vino desde los ojos de Hua Cheng directamente hacia los suyos, haciendo que se arrepintiera de lo que había dicho anteriormente.

Hua Cheng terminó de hacer la cena y Xie Lian sacó la vajilla para servirla, cada uno se sirvió un plato y para la sorpresa de todos la comida sabía bastante bien, eso ninguno lo dudaba pero si creían que iba a saber algo peor. Les gustó tanto que todos se llenaron otro plato más.
¡Hasta Shi Qingxuan que era muy quisquilloso con la comida se llegó a comer 3 cuencos!

Terminaron de comer y el que había trabajado hasta tarde estaba muy cansado así que se fue a dormir a su habitación.
Xie Lian y Hua Cheng se quedaron recogiendo la mesa y lavando los cubiertos que habían utilizado esa noche.
El ambiente estaba algo incómodo ya que ninguno de ellos hablaba, hasta que Xie Lian no puedo aguantar más y empezó la conversación.

- No sabía que San Lang cocinará tan bien, parece que deberías de hacer tú la comida en ves de yo.

- No, Gege se equivoca. Su comida está mucho más rica que la mía, pero si no le gusta cocinar, encantado cocinaré todos los días para tí.

- En realidad si me gusta cocinar, pero la comida que hago no es muy.... ¿Apetecible?

- La comida de Gege es la mejor que he probado, solo que ese amigo tuyo no sabe apreciar bien la comida.

Después de todos estos alagos, Xie Lian se estaba empezando a creer que de verdad cocinaba bien, pero no le creía por la cantidad de alagos, si no por la persona de los que venía y el tono de sinceridad con el que decía todas estas cosas buenas alabando su comida.
Se quedaron así durante algún tiempo, hablando sobre quién debería preparar la comida.

- Ya sé.

Dijo finalmente San Lang.

- ¿Que le parece si Gege cocina los días impares y yo los pares?
¿No es buena idea?

- Si San Lang, has tenido una idea maravillosa. Ahora que hemos solucionado este asunto con la comida, vayamos a descansar, mañana será otro largo día.

- Gege tiene razón. Vamos.

Dijo Hua Cheng estiraba si mano inconscientemente para que Xie Lian la agarra. Cuando Hua Cheng se dió cuánta de su acto, repentinamente quitó su mano cuando la del otro estaba casi por tocarla.

Ambos se cambiaron y se dirigieron a la cama, donde nuevamente, se acostaron de espaldas uno al otro, pero esta vez, sus cuerpos se encontraban algo más pegados.

En Busca De Una Flor (HuaLian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora