En Busca De Una Flor (HuaLian)

CAPÍTULO 10: DE VUELTA A CASA

Hua Cheng se levantó de aquél suelo y se dirigió a la habitación donde solía dormir Shi Qingxuan.

Se acostó en aquella cama e intentó dormir.
No podía hacerlo, echaba de menos tener a una persona detrás de él dando calor corporal, hechaba de menos dormir apretado en aquella pequeña cama, hechaba de menos a Xie Lian, pero no aceptaba un futuro con él.

Finalmente no puedo dormir en toda la noche.

A la mañana siguiente Xie Lian de despertó con los ojos hinchados y bastantes legañas que se quitó cuando se lavó la cara con algo de agua fría.

Dentro de poco tendrían que salir para ir a trabajar, Xie Lian se dirigió a despertar a Hua Cheng e ir a la habitación donde estaba durmiendo.

Pero cuando entró para su sorpresa no había nadie.
Buscó entre los armarios, buscó debajo de la cama, buscó por toda la casa con la esperanza de que se encontrara allí.

En cuanto llegó a la puerta de la casa, colonera de esperar no había nadie, en su lugar, había un pequeño trozo de papel con aparentemente algunos garabatos pintado en él.

Después denmuxha observación, Xie Lian se percató de que no eran simples garabatos, eran palabras, al parecer esto era un pequeña carta. Depseue de mucho esfuerzo, consiguió descifrarlo.

En la carta ponía:

"Hola Gege, sé que no escribo muy bien y que mi letra no se entiende mucho pero deseo que puedas leer esto.

Me he ido de aquí, no te preocupes por en donde me voy a hospedar ya que he ido a la casa donde solía vivir.

Tengo que pensar y reflexionar en unas cosas que me han sucedido los últimos días.

Porfavor, avisa a Qingxuan de que no iré al trabajo durante unos días.

Volveré, no se cuándo, espero que pronto,
pero te prometo que volveré."

Mientras leía la carta no pudo contener las lágrimas, cayeron sobre está pequeña hija de papel, haciendo que la tinta se esparciera y haciendo más difícil saber lo que ponía.

Cuando terminó de leerla sus lágrimas fueron incontrolables pero antes de que él folio se mojara en su totalidad, arrancó el trozo del final donde ponía que algún día volvería.

Quería creerselo, pero no podía.

Nunca había tenido a alguien que le tratará así, que le escuchará como lo hacía él.
Por un momento pensó en como podía haver vivido todo este tiempo sin él. De alguna manera sentía que su vida ahora no tenía sentido.

Después de tranquilizarse, fue al trabajo intentando no pensar en lo que había pasado, solo quería ir a trabajar para distraerse con algo y no pensar en la lersona que le había dejado hace una pocas horas.

Llegó algo antes de lo habitual por lo que solo se encontraba Shi Qingxuan en aquel sitio y fue a decirle lo que Hua Cheng quería que le dijera.

- Hola Shi Qingxuan.

- Hola Xie, ¿estás bien?

Preguntó al ver los ojos hinchados y rojos de Xie Lian.

- La verdad no, pero no vengo para eso.
Hua Cheng faltará algunos días al trabajo.

- ¿Enserio? ¿Y eso por qué?

- Si te soy sincero no lo sé. Al parecer tenía que reflexionar sobre algo y se fue a donde solía vivir.

- Vale, ¿y sabes durante cuánto tiempo va a faltar?

- No, no lo sé, pero volverá.

Después de esto, Xie Lian se empezó a alejar cuando recordó algo.

- Shi Qingxuan.

- Dime

- ¿Me puedes asignar un arrozal ya para empezar a trabajar?

- Claro, sin problema.

- Gracias, ahora mismo necesito no pensar en nada.

Shi Qingxuan le dió un arrozal y Xie Lian le dijo que le avisaría cuando acabada para que le asignara otro.
El señor del viento precató que a su amigo le había hecho mucho daño que Hua Cheng se hubiera ido.

Al verlo así, se compadeció de él y decidio llamar a su hermano, al parecer él tenía una gran conexión con el dueño del restaurante donde solía vivir Hua Cheng y pensó que entonces él sabría dónde se encontraba ese restaurante.

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Hua Cheng salió de madrugada hacia el restaurante, si corazón dolía pero ya no podía volver a atrás, ya había tenido una decisión.

Volvería a su casa para pensar en todo esto y para pedirle ayuda a Pei Ming sobre lo que debería hacer ya que tenía bastante confianza con él y había actuado como una figura paterna durante los años que había vivido allí.

Después de horas caminando, llegó a aquel restaurante al mediodía.
Afortunadamente el restaurante estaba abierto, entró y se dirigió directamente a la cocina donde solía estar Pei Ming.
Cuando entró lo pudo ver y fue corriendo hacia él.
Estaba hecho pedazos, en cuanto estaba al frente de él, abrió los brazos y se abalanzó sobre él abrazándolo fuertemente.
Al sentir que estaba con alguien que confiaba y que le escucharía, rompió a llorar.

Pei Ming se quedó asombrado, él nunca había actuado de esta forma y en silencio mandó a los otros trabajadores que se fueran y que cerraran el restaurante, hoy de tomaría un día libre.

Cuandotodi el mundo se fue, Pei Ming dirigió a Hua Cheng a una mesa y se sentaron juntos en ella.

- ¿Que te ha pasado hijo?

Él obviamente no era su padre pero hace mucho años lo había recogido de la calle y lo había adoptado.

No obtuvo respuesta, Hua Cheng siguió llorando.
Pei Ming le dió otro abrazo y esperó que se calmase para poder hablar con él.

En cuanto se calmó, Pei Ming volvió a preguntarle.

-¿Qué te ha pasado? ¿Por qué has vuelto tan pronto? Sabes que puedes contarmelo todo.

- ¿Te- te puedo llamar pa-papa?

Pei Ming se sorprendió por esta pregunta, Hua Cheng nunca le había llamado así, ni siquiera cuando era pequeño, pero pensó en que esta era una situación difícil de explicar para Hua Cheng.
También pensó que si él se podía referir a Hua Cheng como su hijo, ¿ por qué Hua Cheng no se podía referir a él como su padre?

- Claro que sí puedes.