CAPÍTULO 4: PAREJAS

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Al día siguiente, el primero en despertar fue Shi Qingxuan. Al levantarse, fue a la habitación de Xie Lian para despertarle, pero al entrar vió a Xie Lian y a Hua Cheng dormidos profundamente.
Lo que le sorprendió a Shi Qingxuan fue que Xie Lian pasaba un brazo sobre Hua Cheng, algo así como un pequeño abrazo por detrás.
Al verlo, no dudó y les sacó una foto sin que ellos supieran. Después de eso, movió a Xie Lian a una posición más neutral y despertó a ambos.

Después de esto, todos desayunaron y fueron caminando montaña arriba al trabajo. Llegaron todos un poco antes de lo normal y entraron en la cabaña a esperar a los demás trabajadores.
Cuando todos llegaron, se reunieron en la cabaña.
Al parecer, Shi Qingxuan tenía algo que decirles.

- Chicos, hoy como todos los días, haré las parejas asignadas para el día de hoy. Pero esta vez, no solo van a trabajar juntos hoy, trabajarán juntos ha que termine la semana.

Todos los trabajadores asintieron sin rechistar y entonces Shi Qingxuan comenzó a formarlas.

- Para empezar, serían Yin Yu y Quan Yizhen .

Ambos asintieron y se pusieron cada uno al lado del otro.

- Otra pareja sería Feng Xin con Mu Qing.

- ¡QUE! ¡Me niego a trabajar con ese inútil!

Gritó Feng Xin.

- ¿Ahh, si? ¡¿Te crees que yo sí quiero trabajar con una basura como tú?!

Contraatacó Mu Qing.

Después de varios insultos de cada parte, Feng Xin se acercó a Mu Qing con el puño apretado, aparentemente para darle un puñetazo, justo cuando Xie Lian intervino.

- ¡Eh, ya basta!

Dijo este mientras se ponía en medio de ambos con los brazos abiertos.

- Eso, paren ya, parecen dos niños chicos.

Dijo Hua Cheng apoyando a Xie Lian.

Todos se quedaron impresionado como Hua Cheng se había dirigido a esos dos hombres, pero antes de que la pelea siguiera a más Shi Qingxuan empezó a hablar.

- Aunque me duela admitirlo, Hua Cheng tiene razón.
Bueno, trabajáis todos los días juntos. ¿Como os puede molestar trabajar durante una semana?
Si queréis, como recompensa la próxima semana no les pondré juntos.

Después de esto, ambos entraron en razón y se calmaron un poco.
Ambos sabían que trabajaban bastante bien juntos quitando las peleas y malentendidos, y lo que también sabían era que en realidad también querían trabajar juntos como pareja.

- Bueno, los siguientes en trabajar juntos seríamos Ming Yi y yo.

Shi Qingxuan parecía muy feliz diciéndolo, ya que le consideraba su mejor amigo, pero el otro no tuvo ninguna reacción ante esto.

- Otra de las parejas restantes la forman Xie Lian junto a Hua Cheng.

Ambos asintieron.

Shi Qingxuan terminó de anunciar todas las parejas y cada uno se fue a su puesto de trabajo.

Después de unas horas, Hua Cheng junto a Xie Lian habían terminado un arrozal entero, con lo cuál, ya habían terminado el trabajo.
Le tenían que informar a Shi Qingxuan.
Los dos se dirigieron al arrozal donde se encontraba el otro.

- Hola chicos, ¿qué hacéis por aquí?
Todavía no es la hora de la comida, ¿no?

- No, venimos porque ya hemos terminado de plantar el arrozal.

Le respondió Xie Lian.

- ¿Tan rápido? Pues por hoy no hay más tareas, ambos pueden ir a sus casas y descansar, o si quieren también se pueden quedar para la comida.

- Por mi me iría ya, estoy cansado.
¿Tú que quieres hacer Gege?

Xie Lian se sorprendió porque le había llamado con ese apodo en público, cuando lo llamaba así, parecía que Ran muy cercanos cuando apenas se habían conocido el día anterior.

- Yo también estoy algo cansado, despeja de no trabajar una semana entera, se nota en el rendimiento.

- Pues si Gege está cansado, vayamos a su casa.

- Si San Lang, vamos.

Los dos se fueron alejando poco a poco de donde se encontraban, cuando Xie Lian se dio cuánta de que no se había despedido.
Con lo cuál, se dió media vuelta y se despidió sacudiendo su mano mientras gritaba.

- ¡Adiós, adiós! ¡Gracias por dejarnos ir!

Caminaron unos cuantos minutos, cuando llegaron a la cabaña de madera. Xie Lian abrió la puerta y dejó pasar a Hua Cheng primero. Al pasar, se detuvo un momento y se dió cuenta de que la puerta estaba bastante desgastada y que necesitaba una reparación o una nueva.

Cuando ambos estaban ya dentro de la casa, era la hora de comer así que Fue Lian se volvió a ofrecer para hacer la comida.
Hua Cheng obviamente le dejó cocinar, pero de dijo que mientras, él iba a salir a hacer una cosa importante.

Pasó al rededor de cuarenta minutos, Cie Lian ya había terminado de cocinar, pero Hua Cheng seguía sin aparecer.
Xie Lian salió de la cocina y empezó a buscar a Hua Cheng por toda la casa y el jardín.
No encontró nada ni a nadie. Parecía que había desaparecido sin dejar ningún rastro.
Pasó un rato más, Hua Cheng seguía sin a parecer pero Xie Lian se negaba a comer sin su compañero, en lugar de eso, se sentó en la mesa y se apoyó en ella mientras esperaba que el otro regresara.

De tanto esperar, Xie Lían se cansó e inconscientemente se quedó dormido apoyado en la mesa.
Cuando despertó, escuchó algunos golpes provenientes del jardín de su casa. Con algo de torpeza, se levantó y vio que todavía era de día, al parecer no había pasado tanto tiempo como el había pensado.
Cuando salió al jardín, pudo ver la forma de un joven de túnicas rojas, este estaba agachado con unos pares de tablas de madera en el suelo mientras sujetaba un martillo.

- ¿San Lang? ¿Qué estás haciendo?

- ¿Uhm?

Hua Cheng se dió la vuelta y pudo ver de quién venía esa voz.

- Hola Gege, solo estoy haciendo una pequeña puerta.

- ¿Por qué estás haciendo una puerta?

- Antes pude ver que la puerta de la cabaña de Gege está bastante estropeada y dañada.
También lo estoy haciendo en señal de agradecimiento ya que colo de tu comida y duermo en tu mismo techo.

- San Lang, no tienes porqué hacerlo, no me tienes que agradecer de ninguna manera.

- No me importa construir una puerta para tí Gege, no es ninguna molestia mientras se trate de tí.

En ese momento, Hua Cheng se extrañó demasiado de que él hubiera dicho eso, no era lo usual que él solía decir a la gente, pero este chico desde el principio le agradó bastante y algo en su cabeza le decía que era diferente a los demás.
Xie Lian también se extrañó por esas palabras, hacia mucho tiempo que nadie le trataba así y menis alguien que había conocido hace tan poco tiempo, pero de alguna manera, Xie Lian se sintió feliz de que le dijera eso.

- En ese caso, dejaré que San Lang construya la puerta. Pero antes, tenemos que comer.

- ¿Tenemos? ¿No has comido Gege?

- No, te estaba esperando, creía que íbamos a comer juntos...

- Entonces debes estar muy hambriento, vayamos a comer.

Cuando terminó de hablar, dejó el martillo que descansaba en su mano y se puso de pie para ir a comer.

En Busca De Una Flor (HuaLian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora