Chapitre un

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El Rey Balduino se enamoró cuando la miro por primera vez, sus ojos color café oscuro, sus pestañas largas esos hermosos luceros que reflejaban dulzura y calidez. Su cabello negro con esas ondas despeinadas que hacían un remolino en su rostro llegaban a sus senos logrando una linda y perfecta armonía. Él estaba acostumbrado a mirar personas de tez blanca y pálida, aunque de hermoso parecer sus ojos eran vacíos no reflejaban eso que miro en ella y solo en ella. tenía una piel dorada cálida, asomaba a verse un lunar arriba de sus curiosas cejas. Él indudablemente quedo cautivado ante su notable belleza quedo impresionado.

Ella había venido del futuro de una vida sintiéndose sola y vacía, pues no encajaba con su manera de pensar y sentir, siempre había admirado otras épocas en donde los hombres eran caballeros y las personas educadas. Ella anhelaba conocer a alguien así, en su corazón estaba el ferviente anhelo de amar a alguien como nunca lo había hecho. Esa noche anterior sus ojos sucumbieron entre lecturas de esas novelas románticas que la cautivaban y la transportaban a otro mundo haciendo que se sintiera parte de ellas, en donde conocía el amor y por fin se sentía amada, Sus ojos fueron cerrándose lentamente hasta caer en los brazos de Morfeo, fue sino hasta en la mañana siguiente que despertó. Sus ojos se abrieron de repente encontrándose en un en un lugar extraño como los que leía en sus historias, restregó sus ojos y se pellizco estaba atónita, despiértate Ángeles por favor tienes que ir a trabajar y cuidar de los enfermos en los hospitales pues era una ayudante de enfermería. Cerro los preciados luceros con mucha fuerza y los abrió nuevamente poco a poco, para su sorpresa se encontraba en el mismo lugar con su preciado camisón de estampado de flores que tanto le gustaba. Y fue ahí en donde se dio cuenta que se encontraba en el pasado. ¿Pero cómo? ¿Increíble? ¿Qué paso? ¡Dios! ¡Estoy volviéndome loca se decía así misma, sin querer dar ni un solo paso para explorar ese nuevo mundo, sus piernas le falseaban no sabía qué hacer, y de repente apareció en el pasillo, en un pasillo que no conocía los guardias se apresuraron a capturarla sus gritos y sollozos se escucharon en el otro extremo del ala en donde se encontraba el que sería su amado, el escucho los gritos de una mujer y se levantó de inmediato! Quería ver lo que estaba pasando. Ordeno se suspendiese la sesión con sus caballeros templarios, ya que día tras día se reunía con ellos para tratar asuntos de su amado reino, como pudo quiso ir a ver que acontecía junto con sus fieles guardias. ¿Qué sucede pregunto? Mi lord esta mujer de ropas extrañas apareció en el pasillo del castillo es una ladrona una intrusa decían.

No deténganse dijo con autoridad el Rey.

¿Dígame mi Lady como se llama? ¿Y cómo llego acá? Disculpe no sé cómo contestar esa pregunta. Aparecí de repente dijo ella. ¿cuál es su nombre? Volvió el a preguntar. Me llamo Ángeles dijo ella. Ángeles pensó el, que hermoso nombre decía para sí mismo. Nunca había escuchado de alguien que se llamase así pensó el solamente había escuchado esa palabra en la Misa a la que asistía todos los domingos por la mañana y en la cual se decía que un Ángel era un ser bello y puro que servía al Señor. Mientras él pensaba en su nombre ...

Ella entendía perfectamente el lenguaje que usaban para dirigirse a ella, pues había estudiado latín, francés y hebreo en sus momentos a solas, ya que soñaba con conocer esos lugares que se mencionaban en sus novelas, recorrer esas calles en donde algunas vez lo hicieron esas personas que tanto admiraba, ella Sabía perfectamente cómo responder ante esos señores que la acusaban. , sus ojos se llenaron de miedo ante ese elegante caballero, alto de bata blanca y una cruz plateada en su pecho, su curiosidad se plasmó en su máscara, esa mascara que no dejaba ver más allá que esos hermosos ojos color azul, como el azul del cielo o como el azul del mar ese color tan hermoso que irradiaba paz, serenidad y calma , pudo notar que alrededor de uno de sus ojos habían ampollas y llagas y este parecía más pálido y cansado que el otro, inmediatamente comprendió que se trataba de una persona que estaba quedando ciega a causa de alguna enfermedad, De repente volvió a escuchar esa voz. ¿Mi lady responda a mi pregunta como llego aquí?

Ella sin titubear dijo: No. no losé, si le contará me creería una loca.

El caballero de bata blanca la miro y no supo que más decirle, más Sin pensarlo 2 veces él le cedió el brazo y ella por instinto lo agarro para seguirlo, pues al ver sus profundos ojos color cielo no sintió nada más que paz, ella sabía que aquel caballero no era más que alguien que mostraba buena voluntad y la quería ayudar. Él Hizo una seña a sus fieles guardias se alejaran y así poder caminar solo con la extraña mujer , sus guardias no cuestionaban sus órdenes a pesar de no estar de acuerdo con ellas ya que la mujer les seguía pareciendo peligrosa y no querían dejar de proteger a su Rey, él la llevo a su salón no caminaron mucho cuando 2 guardias en cada columna abrieron dos imponentes puertas , ella quedo inmóvil hasta que el caballero la miro y le dijo no tema venga conmigo, ella accedió y entro junto a él, al entrar y caminar lentamente se podía notar su asombro al mirar las paredes con lienzos de pinturas de ángeles , el hermoso espejo en donde se reflejaba las siluetas que caminaban, el piso impecable de un fino mármol esos hermosos gravados en el techo los finos muebles ,todo parecía un lugar mágico sacado de las historias que solía leer , pero algo más capto su atención , ese trono imponente de oro y esa meza en donde yacía un tablero de ajedrez con 2 sillas perfectamente Talladas con los más hermosos detalles, así recordó de repente a ver leído de los Templos en Jerusalén y su magnífica e imponente arquitectura. De repente lo supo, Supo que se trataba de otra época, lo analizo y se dijo para sí misma: no puede ser estoy en el Reinado Del Rey Balduino IV. ¡Es el! Su ropa, su máscara, las llagas en sus ojos.

¿Por Dios cómo es esto posible? A la misma vez recordó leer que el caballero imponente que la llevaba del brazo había sido un Rey muy querido y respetado, pues los libros contaban de sus hazañas y de la sabiduría e inteligencia con que Reino a pesar de la enfermedad que lo aquejaba. Cayo en si cuando oyó esa voz que le dijo siéntese.

El Rey había notado cuando la vio que era una dama apacible y dulce y no se trataba de una ladrona mucho menos de una persona que quisiera atentar contra él, o contra su Reino. Por eso no dudo en querer estar a solas con ella para descubrir el motivo de su presencia en el palacio. Él lo sabía ¡sabía que podía confiar en ella, sus ojos se lo dijeron. Y el quedo cautivo ante ellos.

Ángeles se sentó y él dijo Mi Lady sé que usted no es una amenaza, ¿necesito por favor que me diga de donde proviene? ¿Cómo llego acá? Su ropa. no había visto antes ese atuendo. El la miraba a los ojos.

Ella ya se había dado cuenta que al ser el mismísimo Balduino se tenía que referir a él con prudencia e inteligencia. Pues estaba no solo ante un caballero si no ante un Rey. El Rey de Jerusalén.

Ella contesto: Su Majestad he despertado aquí y no sé cómo. No provengo de aquí ni siquiera del mismo continente. Soy extranjera en su tierra. No se cómo explicar cómo llegue aquí. créame no es mi intención armar revuelo o atentar contra su reino.

Eso losé mi Lady, lo sé.

Bien dijo. sé que ahorita quizás no es el mejor momento para que recuerde la veo confundida. Me ha dicho que es una extranjera, por lo que no tiene un lugar adonde ir. Por favor acepte hospedarse en mi palacio.

Me encuentro Maravillado con tal acontecimiento y esperare pacientemente su explicación, no puedo dejarla a su merced, debo protegerla. Por favor acepte mi invitación

Ella escuchaba atenta sus palabras y sabia, sabía que no tenía adonde ir, debía aceptar la invitación del Rey, sentía consuelo ante sus palabras:" debo protegerla".

Ella contesto: Gracias su Majestad acepto su invitación, no le causare problemas e intentare ayudar en todo lo que se me encomiende para no ser una carga. Mientras pensaba en que como había sucedido todo, era imposible. No había explicación.

El Rey sonrió al escuchar y asintió.

Mi ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora