Ángeles se miraba realmente hermosa con esa flor lila en su oreja, seguían recorriendo las calles empedradas de la gran Jerusalén, los aldeanos estaban asombrados ya que no recordaban cuando fue la última vez que miraron a Balduino fuera de los muros de su palacio y muchísimo menos conocían a la extraña mujer que cabalgaba con él, llegaron a la gran plaza en donde posaron sus caballos, Ángeles estaba justo enfrente de la iglesia del Santo Sepulcro, eso le causo una punzada en su corazón pues recordó que ahí algún día descansarían los restos de Balduino eso lo había leído.
Inmediatamente cambio su semblante. Pero debía disimular nadie debía enterarse de ese acontecimiento.
-Me acompaña mi Lady menciono Balduino, sacándola de su pensamiento.
Sibila se adelantó, Tiberias y los demás quedarían afuera cuidándolos.
- Por supuesto menciono Lady Ángeles.
Los tres caminaron hacia el imponente templo, Ángeles al entrar observo en silencio la edificación en verdad no había cambiado casi nada con el tiempo, recordaba esas fotografías que había visto en algún libro o el internet.
- Es muy hermoso comento.
- Mi Lady este templo es muy sagrado para Jerusalén, intento venir a misa cuando mi salud me lo permite, es importante para mi darle gracias a Dios por cada día de vida que me obsequia , como comprenderá mi enfermedad no es compatible como una larga vida, así que cada día para mí es un regalo.
- Sé que Dios lo ama mucho su Majestad y por eso lo cuida, además Jerusalén lo necesita menciono ella con gran ternura. Palabras que conmovieron a Balduino y lo llenaron de esperanza.
- Deberías platicar más con nuestra Invitada Hermano, veo que su compañía te hace mucho bien, no he escuchado si no dulzura salir de esa boca, con un amable gesto Sibila se adelantó para rezar en un pequeño espacio que había en aquel lugar. Dejando nuevamente solos a la pareja.
- Desea usted también orar su Majestad? Balduino la miro con asombro no sabía que Ángeles fuera devota o le propusiera tal cosa.
- Por supuesto menciono con una sonrisa en su enfermo rostro cubierto por una máscara de plata.
- Ángeles con una gran sonrisa agarro la mano vendada de Balduino sin ningún temor de contagiarse o de la reacción que él podría tener, él no se resistió ante aquel hermoso gesto, su corazón comenzó a palpitar fuertemente y una sonrisa se dibujó debajo de su máscara, la siguió y ambos se dirigieron al altar en donde ella se arrodillo junto con él y comenzó a orar.
- Querido Dios, gracias por este día y por permitirnos estar acá, gracias por traerme a este lugar y conocer al Rey Balduino , las historias que leí de él, no se comparan en nada con lo que he conocido hasta ahora. Deseo que me permitas poder compartir más con el finalizo.
Balduino inmediatamente abrió sus luceros azules y volteo su rostro hacia ella, había escuchado bien? O lo estaba mal interpretando? Ella acababa de pedir poder compartir más con él?
Ángeles al sentir la mirada penetrante de él, abrió sus ojos y lo miro sin bajar su mirada.
- Escuche bien mi Lady? Usted quiere pasar más tiempo junto a este leproso? O estoy soñando?
- Escucho bien! Deseo pasar más tiempo con usted.
- Porque? Porque desea pasar más tiempo conmigo? Indago Balduino temeroso de la respuesta, temía estar confundiendo sus palabras , temía que ella solo lo haya dicho por un afecto amistoso, no quería ilusionarse. Pero quería escuchar su respuesta a pesar de que al final no escuchara lo que su corazón tanto anhelaba y eso lo destrozara, que más podría ser tan cruel? Ya tenía lepra, porque esperar a que alguien lo quisiera ?
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Mi Ángel
RomansaTe espere desde hace mucho mi Ángel Por favor no realizar adaptaciones. ! Esta es mi historia.