HORA CERO

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La decisión de mi hermano tardó pocos días en surtir efecto, durante los entrenamientos Mustang estaba tan feliz como un explorador perdido encontrando un tesoro oculto en alguna mina abandonada. La sonrisa que tenía de oreja a oreja me daba repelús al entender que Marco era el motivo de ese gesto.

De saber el secreto de mi "Hermana", seguramente esa risita se desvanecería, y en el caso de saber que es un hombre y ser así de dichoso, tal vez, solo por mi bien... me alejaría... Ese justo momento es uno de tantos donde Yuuki reacomodaría las ideas dentro de mi enorme cabeza con un golpe, por fortuna no estaba.

Yuuki... Su nombre ya no parecía tan molesto desde que se mudó con nosotros, y la idea de salir juntos, en estricta vigilancia de mi hermano y sus fetiches, era algo que no dejaba de pensar, dentro de poco tendríamos nuestra primera cita... Claro si al vigilar a mi hermano travestido saliendo con un amigo cercano se le podía llamar una primera cita...

Era jueves en la tarde, llegué a casa abrí la puerta corrediza seducido por el olor a katsudon, pero la intensidad del aroma no pudo distraerme de la escena que encontré dibujada sobre la sala: Marco semidesnudo con un vestido floral, y Yuuki probándose medias con un traje de maid... En un inicio me sentí traicionado, pasados unos segundos descifré lo que pasaba.

— ¡Yuuki!, ¡Marco! ¿Qué mierda están haciendo?Los dos se pusieron de frente a mí, Marco con el tirante del vestido a medio hombro, mientras Yuuki tenía la media a medio desenrollar apretando el muslo.— Intercambié mi vestido por el traje de maid con Maru chan — Respondió Yuuki con una pícara sonrisa.— ¡No es lo que parece! — Dijo Marco al mismo tiempo.— ¡Esta casa no es un Motel! — grité con el rostro sonrojado, más por la vestimenta de Yuuki, que por la situación, pero debía guardar la compostura.

Yuuki comenzó a reírse y respondió al instante:

— ¡Qué tonto eres! ¡Tonto y pervertido!

— Hermano no creí que te gustara el NTR — Por primera vez en meses vi a Marco riendo como cuando éramos niños.

— ¡CALLENSE! — Grité avergonzado.

El malentendido se esclareció durante la cena, pero llegó el momento de la temida noticia: La cita doble.

— Estábamos decidiendo que ropa le quedaría mejor a Marco, y como yo seré tu pareja, pensé en usar algo que te guste — Comentó Yuuki ante el interrogatorio al que los sometí.

— Hermano... quedé con Mustang de vernos el próximo sábado al medio día... Espero no te moleste.

Ese maldito usó nuestro único día de descanso para salir con mi hermano. Pero debía ir para proteger la integridad de mi hermano, así que acepté a regañadientes.

Se dice fácil, pero salir con tu falsa hermana, y tu mejor amigo ene plan romántico no se encontraba en la lista de propósitos de aquel año. A eso añade un elemento volátil a la fórmula, quedarte solo con tu amiga la enana en un parque de diversiones y sus aspiraciones a maid... Es más difícil que evadir un liniero de 150 kilos y dos metros de altura. Nada en la vida me preparó para esto, tan solo tenía que actuar como hasta el momento, como un hombre.La vida era sorprendente, pero tantas perras sorpresas no son necesarias, Dios, Buda, o Zoroastro, quería cesar las sorpresas buscando un culpable en cualquiera menos en mi... Lo cual quedaría claro tras la cita.

Mi hermano es un femboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora